Maravillosa cinta que combina a la perfección cine negro, policíaco y mafia. Diálogos magistrales y escenas imborrables de nuestra mente. Un lujoso y prestigioso reparto, en donde destaca un soberbio Sean Connery. Brian De Palma dirige con maestría esta joya del cine, que no me cansaré de ver una y otra vez. Inolvidable música del gran Ennio Morricone (y una de las mejores bandas sonoras que se han compuesto en la historia).

Años 30. Chicago es una ciudad insegura, dónde el crimen organizado, el contrabando ilegal y la desigualdad social manchan de corrupción su historia. Dónde "los peces gordos" son los más poderosos y ricos, mientras que la clase media es más bien pobre.
Uno de los mafiosos más importantes de la historia de Chicago es Al Capone (interpretado impecablemente por Robert De Niro). Se enriqueció mediante el contrabando ilegal de bebidas alcohólicas (estando aprobada la ley seca). La ley seca fue ratificada en 1919, y prohibía la manufactura, venta, transporte, importación y exportación de bebidas alcohólicas. Esto provocó un incremento considerable del crimen organizado. Pero Al Capone no sólo se dedicaba al tráfico ilegal, sino que tenía a la ciudad entera en su poder; ganaba los juicios sobornando al jurado, llevaba el control del crimen organizado, no pagaba impuestos y era inaccesible ya que manipulaba cualquier tipo de documento con nombres falsos.
Pero en 1931 fue perseguido por el agente Eliot Ness y su brigada antialcohol "Los Intocables", y en 1932 Al Capone fue condenado y encarcelado.