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España España · Madrid
Voto de Servadac:
9
Drama. Fantástico. Terror En el Japón medieval, la madre y la esposa de un guerrero esperan su vuelta del frente. Sobreviven engañando a los soldados perdidos en los campos, a los que asesinan para luego vender sus pertenencias... (FILMAFFINITY)
21 de noviembre de 2010
127 de 169 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Empezad el texto con un análisis filológico del título en su versión original. Onibaba viene del vocablo ryukyuense Oni, que significa 'mala' y de la palabra kanto 'baba', que designa el líquido que sale del hocico de los bóvidos. Juntos, expresan que el sujeto alberga aviesas intenciones.

2) Resulta de buen tono citar a algún erudito autóctono. Como bien señala Motori Norinaga en su obra capital 'El mito y el logos en el orificio de en medio', si te caes al hoyo te estozolas.

3) Conviene dejar bien claro que, en las cintas japonesas, el viento, los juncos y las aguas SIEMPRE sobreactúan.

4) Utilizad, genéricamente, la palabra 'chino' para hablar de cualquier cinta de filiación asiática. Frases como 'los chinos no la saben manejar' (la cámara, se entiende) denotan la superioridad intelectual del crítico feroz frente a las razas amarillas.

5) Desconcertad al lector con comentarios acerca de la incorrecta dicción de los actores japoneses en su idioma vernáculo. Es sabido que los 'chinos' gritan mucho y vocalizan mal.

6) No olvidéis incluir algún comentario satírico-burlesco; en ese sentido, es eficaz hacer bromitas con el nombre del autor: Kaneto Shindô, más conocido entre sus familiares por el apodo de Kan Sinô.

7) Si os asombra cómo, con un mínimo de elementos, el director inventa un hábitat real que es puro cine; nos muestra cómo se deshumanizan las personas en determinadas circunstancias de rigor extremo; inquieta con una presencia demoníaca que desfigura el alma y las facciones; dibuja el ansia de comer y fornicar a dentelladas; crea espacios al subir la línea horizontal; encuadra los planos con una brillantez extrema; ilumina de forma portentosa cuerpos, rasgos y lugares; levanta una mitología simple de lo primordial…

Si después de ver la cinta comprendéis que nunca olvidaréis ese agujero. Ni los juncos y las ondas infectadas. Ni la blancura de los pechos. Ni el peso muerto de la carne asesinada. Ni los gestos de hambre. Ni las miradas rebosantes de sudor. Ni la máscara adherida al rostro de la vieja –que no es vieja.

Ni el sonido mínimo y perfecto. Ni el uso casi abstracto del silencio.

Si, como digo, os sucede todo eso: negadlo sin contemplaciones. Un crítico feroz no puede andarse con sensiblerías.

8) Aunque saquéis todos los datos de esa fuente inagotable, JAMÁS citéis la Wikipedia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Servadac
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