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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
10
Drama. Romance Rafael es un carnicero estéril que lleva una vida triste y solitaria. Un día auxilia a Marina, una muchacha tuerta a la que su novio estaba apaleando. Además, la aloja en su casa, aun sabiendo que está embarazada. Muy pronto, ambos se plantean cumplir un sueño que hasta entonces les parecía imposible: formar una familia. (FILMAFFINITY)
27 de junio de 2010
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ricardo Franco parió esta obra maestra. Ricardo Franco estaba mortalmente enfermo y medio ciego en su gestación. Ricardo Franco estaba sufriendo porque aparte de que quizás no sabía otra cosa sabía también que estaba en el mejor momento de su obra, en eso que llamamos madurez. Ricardo Franco hizo "La buena estrella" desde las tripas, visceralmente, con toda su alma en el empeño, creyendo trágicamente que podía ser su última película. Y Ricardo Franco logra una película inolvidable de la que se sale zarandeado y arrasado, hondamente herido y a la vez agraciado, realmente conmovido y sinceramente destrozado y autoafirmado como ser humano. Algo impagable que al menos todavía se le llegó a reconocer a Franco en vida por crítica y, más importante, público.
"La buena estrella" es una historia realista (parte de hechos reales como todo film producido y/o realizado por Pedro Costa) y cotidiana que, sin embargo, y maravillosamente, deriva en un melodrama fuera de lo común. Presenta un triángulo amoroso de tullidos (un carnicero castrado por un accidente -Resines-; una tuerta embarazada -Verdú-; un huérfano absoluto, ex-novio de ésta y padre de la niña -Mollá-), un triángulo de carencias afectivas, un triángulo de seres perdedores y solitarios, un triángulo de ángulos muy diferentes pero que se complementa de manera inicial y logicamente imposible pero final, trágica y memorablemente de forma perfecta. Es la redondez al triángulo, la reparación de las malformaciones de cada uno.
Vivificadora, maravillosa, trágica, hermosa, tan pesimista como oxigenante, es cine desde lo más hondo de los sentimientos, cine terapeútico y puramente emotivo, cine que se pega a uno y le acaba por llegar al alma como un punzón ardiendo.
Con un empleo soberbio de una música preciosa, resulta solamente descollante e inolvidable por las interpretaciones del trío protagonista: un hiératico, esquemático e impresionante Resines (para muchos una sorpresa; para mí la confirmanción de su extraordinario talento para pasar de la comedia ligera al melodrama puro de manera magistral); una contenida, emocionante y fascinante Verdú, aquí ya una actriz con mayúsculas; y un soberbio equilibradísimo Mollá en la interpretación más díficil de las tres, pues era la que más podía tender al histrionismo pero dónde éste se empareja de manera magistral con la inteligencia y creatividad de un actor joven aquí insuperable. Bastaría la última secuencia pre-epílogo como una síntesis, desgarradora, de esta gran película (spoiler)
Película sobre la necesidad del afecto, sobre la tolerancia y el amor, sobre el sufrimiento y la expiación, sobre el lado trágico de la vida, película inmensa, inolvidable, imperecedera en su arsenal emotivo. Una obra maestra. Gracias, Ricardo, por haber existido pese a tu mala estrella...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
kafka
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