El pacto

Como sucede generalmente en los thrillers de terror españoles, se resiente por copiar formulas hollywoodenses, le quita espontaneidad y hace que todo se vea y sienta acartonado, encima como en casi la mayoría son protagonizados por Belen Rueda, que no es mala actriz, aunque tampoco tiene el suficiente carisma y talento para el lugar que ocupa de estrella del género, pero por lo menos ya se sabe que su presencia en este tipo de propuesta ya asegura un tono y un tipo de realización especifica por lo que no hay engaño. El resto son en mediocres, a tono con las situaciones planteadas, llenas de lugares comunes, destacar para mal el falso acento español de Dario Grandinetti.
En cuanto a la premisa y el desarrollo, si bien los pactos con el diablo o con lo que se le parezca no son ninguna novedad, la realización aquí tampoco, no hay un verdadero envilecimiento de la protagonista, sus decisiones son bastante fáciles de tomar, no es que haya o requieran una verdadera lucha moral interna.

No está mal. En cualquier caso no le pondría más de un 7. Me ha sorprendido porque no esperaba demasiado, desde luego hay pelis españolas mucho peores y también mejores. Es una peli que se sigue fácil, puede tener más chicha de la que parece, las hipótesis pueden ser predecibles. No vas a saltar del susto, para mí más de intriga que de terror o drama. Digamos que conjuga dichos elementos suavemente. Los actores muy bien.

Un thriller psicológico y algo terrorífico aunque muy poco como para considerarse así como tal, que desde luego, tiene una ambientación muy buena que mantiene la intriga en el espectador a la espera de saber que pasará. La idea principal no es nueva, pero tampoco está desarrollada de mala manera, es un buen recurso con varias salidas y esta película, puede que se equivoque con la salida que escoge. La incertidumbre y los momentos de pleno silencio son los verdaderos protagonistas de la película. Se queda a medio camino de ser mejor. Y parece que a Belén Rueda le gusta este tipo de papeles.

Seré misericordiosamente breve. Es una ópera prima, y se nota. Un cortar y pegar de otros éxitos del cine nacional. La labor de guionista de David Victori, a día de hoy, es de escasa enjundia. Véanse El hijo de Caín y la espantosa Segon origen, además de la que nos ocupa Si no hubiera tenido a Belén Rueda, aún habría sido peor. Belén, convertida en la reina del cine de terror hispano desde su aparición en El orfanato (qué olfato el de J.A. Bayona; lástima que sea tan cursi y lloriqueante como su poderoso mentor, Steven Spielberg), debería mirarse los guiones con más cariño. Ella ya sabe que con ese cuerpo, esa cara y sus dotes interpretativas se lo perdonamos (casi) todo, pero no sólo hay que llegar, sino mantenerse. Que haya mejor suerte la próxima vez.

Muchos fallos, tiene muchos fallos de continuidad, como también de lógica argumental.

Al principio me recordó muchísimo a “The Ring” donde una vez vista la película tienes que obligar a alguien a verla porque si no, mueres, pues aquí lo mismo.

Eso sí, va a su bola en el método de elegir a la víctima o sobre todo al final, que el diablo va a matar a quien no ha hecho el pacto, no tiene sentido!!!

Sobre todo, por ese final tan nefasto, la puntuación cae.

Belén Rueda, que me encanta, está estupenda como siempre, pero… está en un argumento equivocado.

Y otra cosa… ¿Por qué hablan en susurro? ¿Porqué las voces de los doblajes se entienden mejor que las voces de los actores españoles? Se lo tendrían que mirar, desde hace muchísimo tiempo que pasa, pero en esta película estás cada dos por tres ¿Qué ha dicho?

¿Es que nadie se da cuenta?