Esa pareja feliz

Esa pareja feliz de Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem, es una comedia basada en un matrimonio humilde, que gana un concurso patrocinado por una marca de jabón, recibiendo en 24 horas invitaciones y obsequios por ello. Dirigida con un ritmo activo y vigoroso, no tiene ni el humor ácido y característico de Berlanga, ni el drama típico de Bardem, pero tiene en su interior una historia sencilla y entretenida, que la hacen competente y maravillosa.
La fotografía en blanco y negro, es humilde y está bien trabajada, transportándote a la época con imágenes idóneas y eficientes, que son estéticamente apropiadas para el film. La música, es melódica y agradable, muy acertada y sugerente por tener sonidos encantadores y rítmicos que dan alegría y buenas vibraciones a la cinta. Y tiene un excelente trabajo técnico de movimientos de cámara rápidos y dinámicos que dan vigor al film, usando de manera oportuna los planos generales, seguimiento, reconocimiento, detalles y subjetivo lúcidos y admirables.
Las actuaciones, son naturales y deslumbrantes. Con Fernando Fernán-Gómez con personalidad y luz propia, Elvira Quintillá sentida y encantadora, y correctos acompañamientos de los secundarios José Luis Ozores, Félix Fernández, Rafael Alonso y Antonio Ozores entre muchos otros. Empleando para estos, unos vestuarios estéticamente elegantes e impecables en un buen elaborado trabajo, y destacando también, un montaje con notable uso del flash-back explicativo de como se conoció la pareja con cortes, que hacen el film dinámico.
El guion, escrito por los mismos directores, está bien trabajado y es cercano, con toques desesperanzadores a ratos, pero en general divertido y entretenido, por estar argumentado de modo algo disparatado, que lo hacen agradable por estar lleno de embrollos simpáticos que gustan al espectador. Utilizando para llevarlo a cabo, una narrativa clásica y natural, que es común y directa además de evocadora a la época por sus comentarios.
Concluyendo, la considero una de las obras a tener en cuenta de los directores Berlanga y Bardem, ya que entretiene y divierte de forma agradable, siendo maravillosa y encantadora aún lejos de los géneros más reconocidos de los directores. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones y narrativa que hacen de La pareja feliz, un film cumplidor y agradable en el cine español, que busca agradar y divertir al público en general.

Primera película de uno de los dúos más icónicos del cine español. Tanto Berlanga como Bardem construyen un relato preciso de amor, en el contexto de la situación española de la época, con tintes inequívocos del humor de Berlanga, y el dramatismo de Bardem. Todo con gran fluidez. Vayamos más a fondo:

Entrañable muestra del cine español de posguerra a la que el paso de los años va restando interés cinematográfico.
Hoy su relevancia radica más en lo sentimental que en lo artístico y su mérito hay que buscarlo, sobre todo, en esa pátina de apunte sociológico que destila su metraje.

Una mención especial debe dedicarse al inefable A. Ozores que, a pesar del minúsculo papel, deja traslucir su impronta de gran actor.

Película con muchos focos de interés, empezando por la dirección mano a mano de dos jóvenes por entonces desconocidos: Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem. Los dos apuntaban ya maneras y carácter, por lo que el mano a mano estuvo a punto de acabar en puño a puño, según cuentas las crónicas. Pero a pesar de todos los problemas, la cosa acabó saliendo bastante redonda.

Comedia dramática que bebe en las fuentes del neorrealismo italiano, pero adaptado al casticismo madrileño de la época. Neorrealismo madrileño, podría llamarse. Costumbrismo realista, matrimonios viviendo en diminutas habitaciones realquiladas, pobreza, concursos radiofónicos, ilusiones de futuro que solo son eso: ilusiones, pero a las que hay que aferrarse desesperadamente para seguir viviendo. Y final más o menos feliz, claro, como mandaban los cánones de la época en España, por mucho neorrealismo que fuera ...

Extraordinarios Fernán Gómez y Elvirá Quintillá, la pareja protagonista, con un buen número de secundarios de lujo: José Luis Ozores, Rafael Alonso, Matilde Muñoz Sampredo, Antonio Ozores, José Orjas ...

Muy notable película que todo cinéfilo debería tener.

Lo que sucedió con esta película cuando se estrenó debió ser como cuando en Estados Unidos estrenaron por primera vez Ciudadano Kane de Orson Welles. Películas que venían a cambiar el cine tal y como se conocía. Un cine demasiado encorsetado en su clasicismo y aquí ofrecían algo nuevo.

Ya desde el inicio, donde se ríen de producciones punteras de la época o el personaje de Fernán Gomez que analiza la película que ven en el cine, no desde las emociones o lo que cuentan como haríamos el más común de los mortales, si no desde el apartado técnico, está claro que estamos ante un cine novedoso.

Tampoco podemos negar la influencia que la película saca del neorrealismo italiano, siempre desde la óptica de la comedia.

Momentos como los del arpón son graciosísimos... Y siguen haciendo gracia las veces que se repiten. Al igual que el flash back sobre los personajes, narrado con doble voz en off es de una originalidad nunca vista. Por no hablar de su final que tiende a las fáciles emociones y que a mí me dejó con una sonrisa en la cara y unas lágrimas en los ojos.

No puedo olvidarme, tampoco, del trabajo de Elvira Quintilla, actriz que apenas conozco pero que merece una revisión de sus trabajos, ni tampoco del repaso que dan a la hipocresía de la época que, a la larga, sigue siendo nuestra hipocresía: El aparentar. El alabarte por algo, cuando al día siguiente seguirás siendo un mindungui. Cuando eres un mindungui por muchas alabanzas que te den en el momento.