Están todos bien

No he visto la película original de 1990, pero seguro que eso empeoraría mi opinión sobre esta.
Me pareció una muy buena película en la que después de bastantes fiascos por fin se vuelve a ver al gran De Niro.
La película plasma muy bien lo importante que es plantearse cuales son las prioriades en la vida para realmente estar "bien".
La historia esta muy bien contada y resulta muy entrañable y entretenida de ver.
Merece la pena verla... y replantearse a lo que damos más importancia en nuestra vida, también.

El drama de Frank Gode (Robert de Niro, con el mismo carisma, en sus 66 años de edad), un jubilado que ha perdido a su esposa hace ocho meses, vive solo y siente el deseo de ver a sus hijos, desperdigados por los Estados Unidos de Norteamérica. Los invita a una reunión en su casa pero todos rehúsan por distintas razones, entonces decide ir a visitarlos por sorpresa. En su vida laboral era empleado en una fábrica de cables telefónicos, lo que le afectó los pulmones, por lo cual no puede viajar en avión, lo hará preferentemente en tren y autobús, lo cual nos da la ocasión de ver algunas imágenes de ese gran país (película filmada en Nueva York y Connecticut). Primero visita a su hijo David, un artista plástico que vive en Nueva York, pero no lo encuentra, luego irá a ver a su hija Amy (Kate Beckinsale), publicista en Chicago, que vive en una gran mansión moderna con su esposo y su hijo, luego irá a Denver a ver a su hijo músico, Robert (Sam Rockwell) y finalmente a las Vegas a ver a Rosie (Drew Barrimore), una bailarina. Debido a su aislamiento, el viudo no sabe exactamente qué hacen y cómo viven sus hijos y en realidad no son lo que él piensa o cree, pues ellos eran más próximos de la madre. Una reflexión sobre un destino de padre que nos muestra un gran país, una sociedad muy rica donde cada uno vive la vida que puede, por supuesto, lejos de la casa y las esperanzas del padre.

Ya lo ha señalado un compañero con suficiente énfasis: el Sr. De Niro no es Mastroianni, ni el Sr. Jones es Tornatore. Mejor nos olvidamos de Italia y analizamos esto como un producto más de Hollywood.

Pues ni aún así pasa de pasable. De Niro está comedido, pero no consigue que me crea su personaje (y eso es grave, porque toda la película depende de él). Los pasajes oníricos no se integran bien en la convencional estructura de la película. Hay demasiadas concesiones a la corrección política.

En resumen, si eres de lágrima fácil, o si piensas que tu padre es buena persona pero no te comprende, o si eres fan de De Niro, acaso disfrutes del film. En otro caso, puedes prescindir de él.

Fui a ver esta película creyendo que me iba a encontrar con una comedia protagonizada por Robert De Niro. Me encontré con un drama familiar en toda regla.

Muestra el desengaño y la soledad de un viudo que se siente lejos de sus hijos, física y emocionalmente. Decide tomar el rábano por las hojas y presentarse en los hogares de ellos sorpresivamente... ahí descubrirá que las cosas no son lo que él pensaba. De Niro está bien, como en él casi no puede ser de otro modo, pero no se luce ni será una de sus interpretaciones para recordar. El resto ni fu ni fa.

Puede resultar simpática en algún momento pero lo que predomina en la cinta es el vacío y la nostalgia, con gran dosis de culpabilidad que intenta resolverse a marchas forzadas al final. Algunos recursos, como mostrarnos a los hijos cuando eran niños en ciertas escenas en las que se está resolviendo el argumento, no los encontré acertados.

En fin, una más.

De Niro está creíble, aunque , pero lo está y arrastra con su peso toda la peli.
Me ha recordado en algunos momentos a "Una Historia Verdadera" (http://www.filmaffinity.com/es/film378700.html), un hombre mayor tratando de revivir su propia vida.
Pero su vida no es la que recuerda, la realidad es la de sus hijos que apenas trataban con él, porque su mujer era el auténtico centro de la familia. Él sólo trabajaba y sus hijos crecían con su madre... toda una generación.

Magnifica espejo para mirarse y verse dentro de un par de decadas...