Baby

A las 16:00, tras mantener las tradiciones disfrutando de una excelente comida en el estupendo Kenji Sushi, me situé en la puerta del Victoria Eugenia para entrar una vez pasaran los espectadores con entrada a una sesión tristemente vacía que era de los últimos pases de la última película de Sección Oficial a competición que contemplamos: la china Baby/Bao bei er. La limpiadora de hospital Jiang nació con síndrome de VACTERL. Fue abandonada siendo una niña, y fue criada por una madre de acogida. Cuando descubra que en el hospital ha nacido otra niña con idéntico síndrome que va a ser abandonada a su suerte por su padre, no podrá evitar intervenir, contra viento y marea. La película de más drama social puro de toda la Sección Oficial. Una película que lo juega todo a la baza del impacto cultural y social de la problemática que retrata. Y es la crudeza de esta polémica retratada, parte de la realidad china que no cambia con las décadas, lo que le da el interés. Si algo cabe destacar es la interpretación central de Yang Mi, y la fuerza y fisicidad de su cruzada. Justiciera solitaria, una mujer contra un mundo que ignora su reclamo. Penitentes discapacitados en una China cruel e indiferente. El gran problema de la película es su parquedad, pues no hay nada más que esta idea. La puesta en escena y es anodina, y ni la narración ni la perspectiva creativa de su director aportan nada interesante a un tipo de película que ya hemos visto muchas veces. Filme interesante y con corazón, pero con poco que le haga salir de la medianía.

Honesta y bastante más que digna película china, que aborda un drama descorazonador, triste y muy duro.
La lucha de una mujer joven contra la decisión de una familia, que decide abandonar a su suerte a su hija enferma, que no procede seguir tratandola clínicamente, pues no le ven solución. La chica tratará por todos los medios concienziar, de forma tozuda, constante y valiente, a la familia y/o a la policía, que le dirá que no puede hacer nada pues es decisión familiar.
La cinta mantiene un ritmo constante, que no muy fluido y vivo, pero sólo tiene ese punto de vista, esa situación, que está lo suficientemente bien llevada como para no perderle la cara e incluso a no pocos espectadoras les llegó al corazón (cuando finalizó la proyección en el reciente Festival de Cine Internacional de Donostia/San Sebastián 2018) vi lárgrimas en los ojos de un buen número de espectadoras.
Sin embargo es verdad que pudiera resultar un tanto distante en algunos momentos, por su repetición de sus constantes y elementos internos, pero simplemente ver la interpretación de Yang Mi (para mi gusto la actriz que debería haber ganado el premio a la mejor interpretación) merece la pena, amén de que indudablemente la visión del filme mueve a la reflexión interna, al mostrarnos el realizador una dura realidad, me temo que no exclusivo de China, cual es, la fría burocratización, el peligro de la estricta sociedad patriarcal China y una nada humana sanidad.
Por todo ello creo que "Baby" es una película recomendable, aunque su narrativa está muy alejada del cine yanki. Hay que dejarse llevar por la interesante, dura y conmovedora historia.

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