Los ojos del mal

Las películas de asesinos en serie son un filón tremendamente explotado, al igual que ocurre con las de mentes perturbadas que buscan la salvación por medio de la matanza de otras personas. Sin embargo, 'See No Evil' tiene "algo" que la hace distinta a la media. Carece de ese toque "teen" de Scream o la chuchurría ambientación de "Sé lo que hicisteis el último verano", y aboga por transportarnos a un claustrofóbico y dejado hotel abandonado, todo sazonado con mucho Gore, algo que parece haberse puesto de moda tras la irrupción de Saw y Hostel en el "mercado".

La historia es completamente tópica, y su desenlace -del cual no hablaré- ridículo. Hace años, un asesino en serie dejó un rastro de cadáveres, escapando hasta nuestros días. Ahora, y con eso en teoría olvidado, el policía al que se le escapó organiza una "excursión" para reinsertar a unos jóvenes criminales en la sociedad. Les encomienda de la labor de restaurar un hotel para su apertura al público, trabajos comunitarios, vamos. Pero algo va mal. Desde las sombras y a través de los espejos, alguien les observa. Nada menos que Glen Jacobs, el luchador de la WWE que en su primera incursión cinematrográfica sólo dice dos frases. Y bueno, empieza a cargárselos a todos y a arrancarles los ojos para meterlos en formol...

El ritmo de la película es muy bueno, nunca llega a cansar, especialmente la última media hora es tremendamente bestial, con mucha adrenalina y una música muy apropiada. Desde luego Jacobs no es el villano más carismático del mundo, su interpretación se reduce a correr detrás de los jóvenes (eso de por sí ya da miedo, es una mole) y cargárselos. Los demás no actúan ni bien ni mal, lo típico de estas películas. Sorprende que el guión tenga un lugar para los personajes de raza negra, que suelen caer siempre al principio en estas pelis, y aquí no pasa así.

En general, su claustrofóbica ambientación y su brutal ritmo son excusas más que suficientes para recomendar "See No Evil" como alternativa a la cantidad de basura que sale últimamente. No estamos ante ninguna joya, ni se convertirá en película de culto, pero entretiene muchísimo y tiene muy buenos puntos, especialmente un par de impresionantes muertes que aún hoy me atormentan.

La situación no puede ser más coherente y verosimil: un solo poli se lleva a pasar un fin de semana de servicios sociales a convictos de ambos sexos, todos juntitos, a un hotel abandonado. El hotel en cuestión lleva 20 años cerrado, cuentan que por un incendio, pero por la cantidad de cucarachas y porquería que llega a haber, parece que hasta el día anterior lo usó de retrete toda la ciudad. Los personajes, lamentablemente interpretados, llegan a ser de un odioso como pocas veces se vió; el guión no es mas que un collage de viejas producciones del mismo estilo, y lo único a destacar en positivo es que a una de las chicas protagonistas, el malo le hace lo que yo quisiera poder haber hecho muchas veces en un cine (spoiler).
Bastante mala, y sin atisbos de originalidad, si no la puntúo aún más bajo es por algunas risas que provoca el asesino, pese a que no fuera esa su intención.
Tan recomendable como hacer malabares con tres avisperos.

En verdad os digo, que no me repoché en mi sofá esperando encontrar gran cosa cuando pillé la peli y me dispuse a darle una oportunidad. Pero al término de la misma me encontré rememorando aquellas reuniones planeadas, llenas de palomitas, papas de bolsa, refrescos, y el elenco de pivas que había asistido al pase, y nos tenían locos a cada uno de nosotros.

Dicho ésto, y pasando de "provincianismo crítico" (muy abundante en estos días), voy a levantar una lanza a favor de los sufridos directores que se atreven, todavía hoy, a enfrentarse cara a cara con un género tan manidoy difícil como es el terror. Condición, esta última, que las hace detestables en la mayoría de los casos, incluso antes de darles el visionado procedente. ¿Por qué?. Es evidente que muy a menudo, la cosa cansa por desgaste, plagio, tópicos, guiones estúpidos, y actores no muy puestos. Cierto. Pero para equilibrar estamos los acérrimos seguidores del gore, el sobresalto, la clásica persecución, las ambientaciones curradas, los efectos pro-vómito, las titis como quesos, el "¡no te metas ahí!", el "¿qué habrías hecho tú?", y un largo etc de recursos por parte del espectador, que al final del metraje dan mucho juego, y hacen que esa hora y media haya valido la pena.

Luego decir que hay pelis para el filósofo de turno, para reír, para el "loco por las explosiones y porque sí", para llorar, para viajar en naves llenas de bichos, históricas, animadas, etc. La que nos atañe es la opción para los que gustamos, de vez en cuando, de derrochar tiempo en compañía del adolescente que llevamos dentro (lo siento por el que lo haya perdido), apoltronarnos en nuestro sillón preferido, y ver diferentes personalidades interactuar, tomar decisiones, correr, gritar, empapar los muebles de la abuela con abundante sangre, y apostar por quién va a ser el siguiente a manos de la bestia de turno. ¿Muy simple para ciertos sibaritas del "buen hacer"?. Lo siento por ellos. ¡¡¡Lo que se pierden!!! :)

p.d. por las risas, los sobresaltos, las maneras de morir, la ambientación, las pivas, el gore, los efectos, la aparición de Kane como bestia al uso, los topicazos, y un largo etc, le voy a estampar el diez. ¡¡¡Ah!!!...y por joder un poco a determinados "sibaritas" del sector, que creen que una película es una receta de cocina, y que si no tiene trasfondo psicológico o un propósito determinado, es pura basura.

Hasta la siguiente "crítica" ;)

A nuestra querida Black Mamba en “Kill Bill” le cuesta sangre, sudor, lágrimas y las palizas de un viejo misógino oriental aprender ese loable arte de sacar los ojos. Muy útil para llorones habituales, fusiladores cegados por el odio y el deseo, venganzas imposibles y recomendadísimo para acabar con el calvario de numerosos espectadores que padecemos la visión de bodrios y películas lamentablemente mediocres.

Alguno puede gritar a los cuatro vientos que la cinta de Gregory Dark, director de cine porno y clips musicales de artistas como Britney Spears o Xzibit, es una de las propuestas salvables dentro de las ‘slasher movies’ actuales. Otros darán la razón a la prensa americana que descuartizó sin compasión la película pese a cumplir con sus objetivos en el box office estadounidense.

Aunque los problemas de “See No Evil” (la traducción en España posiblemente sea “No me cortes el cuello, que no te veo”) son los mismos que las ultimas atrocidades del cine de terror americano: una presentación de personajes lamentable, un montaje bochornoso aderezado con esos zooms in/out tan groseros más propicios para el cine X, la repetición de clichés horrendos habituales y un argumento chapucero más adecuado para una comedia de adolescentes – un cruce torpe de “Hotel Glam”, con camorristas del tres al cuarto, “Hostel” y “Saw”.

Ante semejante infamia y cúmulo de disparates por habitación de hotel uno no sabe si unirse a sus inefables inquilinos a jugar al escondite inglés con el asesino, emular a Linda Lovelace tragándose el último modelo de móvil para que el politono haga más llevadera la indigestión o recluirse, como ese gigantón beato y pajero, para evitar el contacto de la luz solar o presenciar películas tan patéticas y ramplonas como “See No Evil”.

Película típica de un asesino en serie con una dura infancia (muy parecido al de la matanza de texas). Pero a diferencia de la mayoría de las películas con un calidad bastante mediocre esta tiene algo diferente que hace que se desmarque de las demás. La ambientación está muy bien lograda haciendo de esos angostos pasillos del hotel una gran trampa para los chicos. Sobre lo referente al gore la película ni se pasa ni se queda corta.
Lo mejor de la película es su última media hora donde no hay un momento de respiro al ver como el asesino de grandes dimensiones los persigue por todo el hotel.
Despues de todo lo dicho se puede pensar que la película es muy típica y ojo, lo es pero eso no quita para que sea una película muy entretenida y de las mejores películas de este tipo que salen ultimamente.