Avenue 5 (Serie de TV)

La comedia espacial de Armando Iannucci es lo que cabe esperar de una serie creada por el responsable de 'The Thick of It' o 'Veep'. Mismo sentido del humor, misma mala leche. Una sátira divertida, sólida, estimulante y tremendamente ágil que va a más con cada nuevo capítulo, según se va desarrollando un argumento que tiene bastante más de lo que parece a simple vista.

Siempre, por supuesto, desde un punto de vista cómico, ligero y distendido que no pierde la ocasión para meterse (con mucho cariño, eso sí) con cualquiera que se ponga a tiro.

Una serie muy entretenida, simpática y a menudo divertida que viene a recoger, aunque sea sólo a nivel espiritual (y espacial), el testigo de 'Veep'.

Es una de esas comedias con capítulos cortos, sin grandes pretensiones, pero divertida y con algunos diálogos muy buenos. No sé hasta cuándo van a poder explotar una situación así de un viaje perdido en el espacio sin nuevos personajes, etc...pero es muy divertida de ver.

La premisa, como ya he dicho antes, la hemos visto mil veces, pero la forma de contarla en tono de comedia es un gran acierto. Desde el principio nos enseñan como todos los fallos que se producen son por culpa de nuestros personajes, enfrentarlos a situaciones ridículas y enormes.
La serie gana muchos puntos por los personajes, cada uno de ellos tienen una personalidad muy bien marcada y son muy carismáticos, con sus giros y sus secretos. Tenemos a un capitán que no tiene ni idea de nada pero que es el único valiente y al que todos escuchan, a pasajeros insoportables y locos hasta nuestro personal de recursos humanos (Zach Woods) el cual personalmente es el mejor personaje, llevando su filosofía Nihilista al máximo.
Mientras los problemas se suceden vemos como cada uno de ellos reacciona y se relacionan entre ellos con sus conflictos personales y grupales, y en eso la serie es muy natural, es decir, no parece que hubiera un guion y que fueran actores, sino que si alguien se cae, le ayudan o no dependiendo de sus experiencias y de su personalidad, si alguien te dice que quiere una locura habrá algunos que le sigan pero a su manera y siempre sin romper a los personajes. Pero en su mayor punto reside un pequeño problema.
Tantos personajes y tan buenos con tantas cosas que contar y tantas ganas de salir en pantalla hacen que muchos de estos se queden sin explorar y nos quedemos con muchas ganas de mas (menos mal que hay 2 temporada confirmada).
El mayor problema de la serie reside en su genero, en el humor, no sabe que tipo de humor tratar, el situacional, el inteligente, el absurdo, etc. Al principio la trama avanza lentamente y con ello el humor es muy flojo o al menos personalmente, estirando chistes hasta al limite de fastidiarlos (el retardo), son situaciones que nos podríamos encontrar aquí y no era lo que nos prometían, haciendo los primeros capítulos lentos, sin mucha gracia y solo con buenos momentos con los personajes que están mas locos. Pero a medida que avanza la temporada el humor negro y absurdo se apodera de la nave y de sus pasajeros y tripulación, y ahí es donde gana.
La serie le va genial el humor mas negro posible, tienen muchas personas que pueden matar o usarlas para chistes un montón de situaciones donde la locura se puede apoderar de la escena. Por desgracia estos momentazos llegan bastante tarde, y nos dejan listos para una segunda temporada aun mas loca que la anterior.




Conclusión
Una gran premisa que gana mas con todos sus personajes y situaciones absurdas, pero el humor tarda en llegar y en asentarse. Es rápida y divertida en sus momentos finales, y su segunda temporada tiene un potencial enorme, y convertirse en una gran serie, pero para eso deberemos esperar y ver que ocurre.

Más críticas en: https://elcriticonocturno.blogspot.com/

Lo reconozco, la comedia y la ciencia ficción con naves espaciales me chifla, y si a eso le sumamos Hugh Laurie, pues rematamos. De no ser porque es uno de mis géneros fetiche la habría dejado en el primer capítulo... y me habría equivocado. La serie parte de la premisa de que un crucero de ocio espacial que debería durar unas semanas, se desvía de su ruta y lo que iba a durar unas semanas, puede pasar a durar años. Según va avanzando la serie, descubrimos que la tripulación no es lo que aparenta ser y se dan muchas situaciones hilarantes.

El problema al principio es que tiran mucho de chiste fácil y simplón, pero la sigues viendo porque algunos chistes sí funcionan. Mención especial al personaje de Matt (Zack Woods), que es el gran cómico de la serie. Hugh Laurie acostumbrados a verlo como House, aquí tiene un personaje un tanto desaprovechado, sobre todo de buenas a primeras. La serie también la sigues viendo por su escenografía, te crees que están en una nave y también porque la historia avanza, pero no es hasta que casi estamos al final de la temporada donde de verdad la serie saca todo su potencial.

En general tiene una buena producción, pero siempre da la sensación de que les ha faltado un poco para que la serie sea mucho mejor. Yo por ejemplo habría metido razas alienígenas y sobre todo, mejores chistes. Creo que es una serie que podría haber sido brillante pero se queda en un intento hasta que afortunadamente llega el final y por supuesto, te deja con ganas de más. Hay poco donde comparar, tal vez, aunque a mi juicio es bastante mejor, la fantástica The Orville del bueno de Seth MacFarlane (otra serie que hay que darle una oportunidad, pero arranca antes).

En conclusión, si te gusta la ciencia ficción y la comedia, le acabarás perdonando esos pequeños fallos que no la dejan brillar.

Lo mejor: La escenografía, algunas situaciones son muy divertidas. El personaje de Matt.
Lo peor: Tarda en enganchar y siempre te queda la sensación de que tienen algo bueno entre las manos pero que les ha faltado darles otra vuelta.

Armando Iannucci y una joya.
La clase de humor no es para todos los públicos, ni todos los capítulos tienen la misma dosis de humor. Pero es casi imposible no reírse varias veces por capítulo es de lo mejor que hay de humor ahora mismo. Los actores cumplen y Hugh Laurie hace un papelón digno de ver fuera de sus típicas actuaciones.