Marlowe, detective muy privado

Si ves cruzar por el aire a un hombre con la pierna estirada como para dar una patada que sepas que es Bruce Lee. Yo me imagino que antes que choque contra el suelo con un golpe pesado y sordo, aún tendrá tiempo según cae de lanzar otra patada lateral al aire a la altura del piso trece y una más giratoria a la altura del segundo piso.

Marlowe, detective muy privado, es una película para adeptos al creador del detective privado por antonomasia: Philip Marlowe. Philip Marlowe es al cine negro lo que la nata es a una buena tarta y las flores a un jardín. Es el icono de la honradez, es el insobornable personaje a contracorriente del mundo entero. Es el símbolo de la testarudez. Un soborno es siempre una tentación y para terminar con la tentación, lo mejor es aceptar el soborno. Marlowe perderá los muebles antes que pasar por ello.

No es una película descarada ni para anotar en los haberes del buen cine. Ahora bien, tiene un racimo estupendo de buenos ejemplos de cómo se desenvuelve este personaje. Encontronazos, contestaciones, cinismo y diálogos auténticamente fieles a la manera de ser de Marlowe. James Garner encarna al personaje con total acierto, aplicando ironía a raudales y honradez absoluta. La película es la forma, más que el fondo. Como en la hermana pequeña del sueño eterno, escruta con dramatismo la personalidad humana y en especial a la mujer, viniendo a cuento para evidenciar su naturaleza aquella máxima inolvidable del gran Joe Hallenbeck que siempre recuerdo: El cielo es azul, el agua moja y las mujeres tienen secretos.

El agradable visionado de esta película es quizás su punto mas fuerte, sirva como ejemplo comentar que me la encontre a las doce de la mañana en uno de esos días en los que se nos olvida madrugar y nos quedamos en la cama entre bostezos y legañas viendo una peli de improvisto, pero siempre con una sonrisa en la boca; disfrutando de la vida se puede concluir.
Gracias en gran medida a la correcta actuación de James Garner, que con su gesto imperturbable consigue que resulte cómica cualquier situación con la que se tope de frente, a menudo sin querer (inolvidable la visita de Bruce Lee a su despacho con aviesas intenciones ni las sentencias del peluquero amanerado; genial).
En cuanto a la peícula en sí, estoy seguro de que a cualquiera que le guste el cine negro encontrara en esta cinta los mismos mandamientos que le han hecho seguidor del género: el bueno es el listo y el guapo, recibe tortas por doquier (por supuesto), entra a los sitios como si fuera un rockstar (como debe ser), y cualquier mujer que aparezca en la película solo es con intención de complicar mas la trama (no podía ser de otra manera).
¡Qué mas se puede pedir!
No puedo acabar este comentario sin decir que el repaso verbal que el teniente profiere sobre nuestro protagonista es magistral, y para los detractores de Bruce lee que pretendan defenestar esta película con la excusa de su cameo (que no me cabe duda que los habrá) que se fastidien.
Os la recomiendo!!

La primera adaptación de Marlowe fuera de su época, ya que las novelas de Chandler transcurren entre 1939 y 1955, ya para 1969 el mundo era otro, la sociedad había cambiado un montón en cuanto a la moral de como era en décadas anteriores, no estoy diciendo más que obviedades, ya sé, pero, lo pongo para destacar que fue una adaptación bastante lograda para llevrlo a la era de los hippies, de hecho empieza con una escena donde Marlowe va a un hotel donde se los cruza.
La historia es bastante fiel a la novela del mismo nombre, no cambia demasiado salvo como ya dije ciertas actualizaciones para ir acorde con la época, por ejemplo Mavis en vez de ser una actriz de cine lo es de serie de televisión y el personaje de Mavis es más descarada que en la novela.
Lo peor: Las escenas con Bruce Lee, se sienten totalmente arbitrarias, están como mal insertadas en la historia, una especie de paréntesis o alivio cómico innecesario.
La secuencia final con Marlowe y Dolores es muy mala, no era la forma de encararla.
Lo mejor: adaptar a Marlowe a otra época sin desvirtuarlo, que siga manteniendo su cinismo, y su forma de ver la vida, pero que tampoco sea un figurón reliquia de los 40s.

Entretenida cinta de cine negro. Tiene todos los componentes de dicho cine. Lo malo que tiene es que Garner no da la talla en la interpretación de Marlowe. Pero tiene una escena memorable. Es la lucha entre Garner y Bruce Lee. Me entra la risa cada vez que recuerdo como acaba.

Desde luego no es la mejor adaptación de una novela de Raymond Chandler ("La hermana pequeña" en este caso), pero sí una entretenida película de Philip Marlowe ambientada en los hippies años 60. La interpretación de Garner y el estilo del film comparten algunos elementos con "Un largo adiós" de Robert Altman, con Elliott Gould como el detective.

Una de las escenas más divertidas es aquella en la que Bruce Lee, secuaz de "el malo de la película", va a amenazar a Marlowe a su despacho...

Por supuesto al tratarse de una adaptación de Chandler, es imposible seguir la trama sin perderse.