Jinetes

.... y, sin embargo, parece haber merecido poca atención de los aficionados, escasas puntuaciones y ningún
comentario/critica.

La historia es muy entretenida aunque muy repetida en el género: últimos días de la guerra civil americana (1865) y un grupo de ¿soldados? (bandidos) confederados que quieren robar un cargamento de oro que necesita su ejército.

El director hace su labor con mucha dignidad compatibilizando una buena dirección de actores con la realización de escenas de acción. Me parece notable el vadeo de un caudaloso río en el que se entretiene con deleite. McCrea está muy en su papel y Barry Sullivan y James Wittmore le dan una replica muy acorde. Sobre todo este último en uno de sus innumerables papeles de secundario del cine western. El peor de los secundarios, Claude Jarman (muy niño y con escaso interés y cualidades). ¡Ella, solo guapa ...!

Música muy bien estructurada; de viento (metal y madera para resaltar emociones), el violín para la larga escena del baile en la caravana y el respeto silencioso de los diálogos.

Bonito technicolor y fotografía.

Destacaría sobre todo el que está rodada en su totalidad en hermosos exteriores muy verdes, grandes praderas, caudalosos ríos y frondosos bosques que la hacen muy entretenida de ver y muy ligera para pasar el rato al no pretender ser una obra de arte. Hasta la caravana es un tanto atípica compuesta de carros, carretas, coches y diligencias.

Creo que se merece mas atención de la recibida. Por mi parte le doy un seis.

Correcto, básico, entretenido, sencillo, previsible, pasajero y emocionante relato de aventuras clásico en el que tres forajidos que se han fugado, se convierten en inesperados ayudantes para conducir y proteger una caravana de los indios.
Los responsables de la película optan por ofrecer un relato pasajero y previsible, dejando buenas secuencias de aventuras en las que los protagonistas deben hacer frente a todo tipo de riesgos y peligros.
La premisa de la producción no ofrece nada nuevo, pero permite a sus responsables jugar con las figuras de presa y cazador, para tocar temas de camaradería y amistad, junto con amor, en un claro relato de aventuras con ciertas dosis de misterio.
Jinetes, queda como un trabajo correcto y posiblemente edulcorado que consigue ofrecer un entretenimiento pasajero que en determinados momentos puede resultar plomizo y reiterativo, pero consigue dejar buenas sensaciones.

Así es, en la prisión de Benton hay hacinada tal cantidad de soldados sudista y en medio de tanta suciedad, que no es nada extraño que la viruela campe a sus anchas. Para combatirla nada mejor que un baño general de todos los presos en las frías aguas de un río vecino. Con la ropa puesta, pues así se lava también. Y es que "un baño al año no hace daño".
Tres prisioneros aprovechan para fugarse e iniciar una serie de aventuras que los llevarán a unirse a un grupo de medio guerrilleros, medio bandidos sudistas, que hacen la guerra a su manera: "Nosotros no tomamos rehenes, los matamos". Juntos planean asaltar una caravana que va de Santa Fe a San Luis, que transporta oculto un millón de dólares en oro, junto a un franciscano enfermo del estómago y una bella viuda (Dahl), además de otras personas civiles. Sufren los consabidos ataques de indios, rayos y truenos, con las disputas y luchas internas que siempre se producen en estas marchas.
Pese a lo que algunos han comentado, el guión nos parece bastante sólido y ofrece abundantes aventuras en medio de bellos parajes bien fotografiados. La interpretación en general es corrientita.
Hay sin embargo algunas escenas interesantes muy bien resueltas. Además de la citada del cruce del caudaloso río con los carros e impedimenta, nos gustó mucho la del tenso almuerzo en casa del ranchero nordista al poco de escapar de la prisión y, sobre todo, la del baile en plena caravana con los hombres barbudos haciendo de mujeres, hasta que irrumpe desmelenada la bella viuda que también quiere participar en la danza, hasta conseguir que el jefe de la caravana Will Owen (McCrea) le coloque unos nuevos zapatitos verdes en una escena plena de sensualidad y de deseo contenido.
Buena película en su conjunto.

La película es básicamente una sucesión de idas y venidas, adelante y atrás, de tres compañeros prófugos de una cárcel de la Unión, que conducen una caravana de carretas y carros.
En este film en el que aparecen indios, tenemos bastantes tiros y personajes con poco cerebro. Todo ello sacado de un torpe, vulgar y mediocre guión, fruto de una época en que todo era licito y el espectador se tragaba las secuencias más ilógicas y peregrinas con la boca abierta de admiración, más el paso del tiempo ha convertido este western en un agradable fósil.
El film se va desarrollando de manera cansina y con una cierta intriga. También tiene elementos positivos, unos bellos exteriores, unos personajes humanos y nada más.
Conclusión: Western muy menor, un 4 por el encanto de las películas de los años 50. No la recomiendo.