Jefe de estado

Una de esas películas en la que si adelantás el descenlace no modifica nada, ya que el propio título del film te lo vaticina de manera excelente; y si por casualidad la pescás en TV sin saber de que trata, lo adivinarás en dos escenas.

Va de que un concejal de barrio, ocasionalmente negro, llega a la presidencia de su país. ¿Qué pasó en el medio? Nada, excepto gilipolleces que se pueden resumir así: El verdadero candidato muere e inexplicablemente él es el elegido para representar a uno de los partidos más importantes de su país. También es cierto que en su propio partido esperan una amplia derrota electoral, y la gran popularidad que el muchacho va consiguiendo a base de discursos políticos de un chico de tres años, con el correr de los días lo coloca en las preferencias de un imbécil pueblo estadounidense, lo que origina un clima tenso en la interna del partido. Pero todos los problemas se solucionarán de la manera más sencilla y el pibe logrará ser presidente.

Sugiere ser una comedia, pero se queda en el intento. Sus únicos momentos de pequeña gracia son cuando aparece el hermano, típico matón de pandilla de L.A, e intercambian golpecillos. Y la prometedora presentación nombrando a las grandes figuras de la política norteamericana y aclarándonos que no aparecerán el la peli (hubiese estado muchísimo mejor).
El resto, ni chicha ni limonada. Un patético guión y unas patéticas interpretaciones que encuadran perfectamente en una patética película.

Para los que se esperan una película graciosilla mala se equivocan. Vale que no tenga un super guión ni una trama digna de una comedia buena, pero aún así es bastante buena.
Algunos comentarios son muy ingeniosos, y otras escenas delirantes. Chris Rock, uno de las gandes figuras de la comedia no defrauda y os la recomiendo para pasar una tarde entretenida después de comer. No abure para nada, y algunas escenas vereís que no tienen desperdicio.

El partido demócrata en EE.UU., tras fallecer inopinadamente su candidato a la presidencia del país, elige como sustituto a Mays Gilliam (Chris Rock), un concejal negro de barrio de Washington D.C. que estaba a punto de quedarse sin su puesto.

Chris Rock dirige con descuido y desdén este film que para colmo tiene un guión de Ali LeRoi manido y lleno de gags bastante tontos que ni siquiera sostiene Chris Rock con un mediocre papel de corte pseudocómico; el resto de las interpretaciones son igualmente patéticas. La historia es auténticamente estúpida y sólo en raras ocasiones se salva por algún detalle con mensaje bonito a lo yanqui. Por cierto, el pueblo de EE.UU. queda como si de un rebaño de idiotas se tratara haciéndose eco del candidato a presidencia que sólo hilvana discursetes de niño de preescolar.

En resolución: quiere ser graciosa y no lo es, quiere ser una comedia pero se queda en el intento, pretende entretener y adormece. Señores y señoras de mediana inteligencia: ¡no la vean salvo para dormir la siesta!

Chris Rock ha intentado vendernos una sátira política y una película que parodia el cine de política todo al mismo tiempo y creo que no ha logrado ni una cosa ni la otra.
Rock cuando se lo propone escribe buenos monólogos de stand-up pero lamentablemente en éste film cae repetitivamente en lo trillado. Todo el tiempo nos recuerda que los políticos no conocen al pueblo, que no se mezclan entre raperos, criminales o amas de casa.
También se queda en la mitad entre ser un film absurdo o una comedia familiar. Abusa de las cosas insensatas como la ex-novia del protagonista pero cae en el discurso del político del pueblo.

Lo mejor: las apariciones de la ex-novia.
Lo peor: el personaje del oponente republicano está muy estereotipado y en ningún momento se lo ve como competencia para Rock.

... Eso debió pensar Esperanza Aguirre al aparcar en el famoso carril bus o Barcenas escondiendo el dinero robado y así tantos otros. Incluso Artur Más queriendo separarse miserablemente de España. Pero me centraré en esta historia del género de comedia que hace de crítica social y política. Donde cogen a un incompetente total que casi no sabe donde tiene la cara para echarlo a perder con su contrincante. Este estúpido chaval negro elegido de nombre Mays Gilliam (Chris Rock) se muestra como una autentica revelación de la denuncia social y apoyo al ciudadano. Postura que le trae el apoyo de la mayoría de los votantes americanos y le acaba dando la presidencia de los EE.UU. Buena comedia del cómico salido del "Saturday Night Live" Chris Rock, que ya me cautivó con la serie "Todo el mundo odia a Chris" (2005). También hace su papel un Bernie Mac que hace de hermano de Rock con más cara que espalda y de mano larga.

Es una película recomendable, de calidad aceptable y para pasar el rato. Tiene buenos "gags" como la interpretación de Robin Givens, que le persigue para casarse desde el mismo momento en el que se entera de que va a presentarse a presidente, el guantazo de Tucker a un negro para que baile en su fiesta o cuando éste hace de Dj en la misma. No te la pierdas, te gustará.