The Man Who Cheated Himself

Nada más empezar te dicen que la película ha sido restaurada por una fundación del Cine Noir de California. Así pues las imágenes son tan nítidas como el argumento, ágil y fácil de seguir. Hay buenas escenas de persecuciones y buenos diálogos. También Lee J. Cobb ofrece su estampa certera para un inspector de policía duro y experimentado pero que se ha pasado al lado oscuro en un exceso de confianza, aunque cierto es que con Jane Wyatt como amante no pega ni con cola, pero eso es una observación gratuita por decir algo más. Aún así, su actuación tiene muchos puntos a su favor disimulando ante su hermano, también policía y compañero. El hermano es el incorruptible y toma el papel de la justicia implacable que está por encima de todo.

Obligada para los amantes del cine noir a blanco y negro.

En El salario del crimen (1964), una película española, aunque por otro motivo, se da el mismo caso del policía que le asignan el caso del que él es el culpable.

Clásico film policíaco de serie B. Pocos personajes, 80 minuts de film, actores que no llegaron a ser estrellas (pero magníficos casi todos), un guión que atrapa enseguida al espectador y un estilo directo pero no exento de calidad consiguen un producto más que digno.
A destacar Lee J. Cobb, la trama y la relación de los hermanos así como la escena en la que uno se esconde del otro.
Quizás falla en la relación entre el inspector y la mujer asesina (no desvelo nada, eso se ve en el minuto 5) y que ese mismo inspector parece demasiado torpe (visitándola a ella cuando ha dicho que no deberían verse).
7.5

Yo siempre me quedo fascinado de ver qué poder tienen algunas pécoras para conseguir que sus amantes pasen por el aro y les hagan la limpieza de armarios, así por las buenas, sin cobrarles comisión ni nada.
Porque Lee J. Coob no ha hecho realmente nada en este film. La culpable es la otra, Jane Wyatt, una caprichosa pija que, sintiéndose amenazada de muerte por su marido (y esto podría ser discutible) se le adelanta cargándole a su amante con la ingrata tarea de limpiar toda huella de su acción.
Tener como amante a un teniente de la policía es algo muy útil, siempre se está al tanto de las últimas investigaciones y, una vez en casa, te arregla las chapuzas que has podido cometer.

Uno de los usuarios que me preceden en las críticas de este film, floid blue, ha señalado con mucho acierto que esta película presenta muchas similitudes con una película española "El salario del crimen" de 1964, (la cual también recomendamos porque es muy buena) ya que se da la circunstancia de que el encargado de la investigación (Coob), va a estar implicado en el crimen pero yo también querría señalar otra estupenda película que también tiene aspectos en su trama muy parecidos a ésta.
Se trata de la magnífica película de Phil Karlson "Trágica información", con Broderick Crawford y John Derek (éstos en la piel de periodistas), ya que en ambas se va a dar la circunstancia de que el veterano implicado va a tener que observar impotente los avances de la investigación que va a ir desarrollando su ayudante, alumno y, en este caso, hermano (John Dall). Esto le presta un dramatismo notable al film que acrecienta la tensión ya que no hay nada más trágico que descubrir el crimen de un ser querido.
Con respecto a Jane Wyatt, pues eso, hay que hacer muchas conjeturas para tratar de descubrir qué leches ve Cobb en ella. Ni es un dechado de belleza, ni posee una sensualidad que te haga perder la cabeza ni tan siquiera nos cae simpática. Pero, ya saben, misterios de la naturaleza. Coob le limpiará las alfombras y nosotros lloraremos por la pérdida de otro gran hombre, por lo que pudo ser y no fue.
Con respecto a la película toda ella vale la pena. Una buena fotografía, buenas escenas de tensión sobre todo las que acontecen en el fuerte Point (un paraje realmente idóneo para grabar buenas escenas de suspense), buen desarrollo de la acción y una historia de investigación bien contada.