Los cowboys

Todavía le quedaron unos años al Duque para hacer otras películas del Oeste y un par de ellas policíacas. Inmenso el John Wayne en su salsa que es el Western, con su estampa de hombre duro, con su rifle, a caballo y con la tranquilidad apabullante que da la experiencia.

En Los Cowboys, el Sr. Anderson (John Wayne), ante la falta de mano de obra adecuada y aprovechando que seguían el mismo camino, contrata a un grupo de muchachos para que le ayuden a trasladar el ganado vacuno por las grandes distancias del Oeste. El mayor peligro aparecerá cuando unos ladrones pretenden quedarse con el ganado. Este es un film entrañable digno de dedicarle su momento. El interés se mantiene a pesar de tramos muy convencionales aunque la acción, los grandes paisajes y la aventura no falta viendo a ese viejo vaquero conducir las reses y enseñando el trabajo a los jóvenes vaqueros.

En lo que también ahonda el film es en ese momento clave en el que la juventud debe abandonar el hogar, despertar en la realidad de la vida, aprender un oficio, afrontar el deber y, encima, lidiar con los peligros que acechan en el camino. Así se madura. Aquí, en el lejano Oeste americano, el peligro está en ese siempre recordado Bruce Dern y sus bandidos que crean el ambiente propicio de intranquilidad, para que los aficionados al género pasen un buen rato.

El legendario actor John Wayne es un icono del género “western” del cine estadounidense, este film sería supuestamente su despedida del mismo, no empecé a su enfermedad terminal su ego lo llevó a filmar seis películas más.

Will Andersen (John Wayne) es un ranchero que necesita transportar su ganado a una ciudad a 400 millas de distancia para venderlo, pero todos los hombres del pueblo se han ido a buscar oro. Will se verá obligado a contratar y entrenar a niños de escuela para transportar el ganado. El viaje por el inhóspito oeste será uno difícil y algunos llegarán al final de la jornada, pero otros no regresarán.

Uno de los mejores films de John Wayne. Un film muy original, niños enseñados para trabajos de hombres, son sus inicios a la madurez. John Wayne les enseña a los niños en especial a Al Martínez, de la serie de televisión "Santa Bárbara” (1984-1993), que la boca grande no hacen un gran hombre (big mouth don’t make a big man).

El film dio pie a una serie de televisión, "The Cowboys" (1974), pero tan sólo duró 13 episodios de 30 minutos cada uno, en la que participaron algunos de los jóvenes actores de la película original.

La película tuvo un presupuesto $6 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $7,5 millones en EEUU solamente, además recibió un premio de los “Western Heritage Awards” en la categoría de mejor film de cine.

El mítico John Wayne interpretó esta película siete años antes de fallecer, por lo tanto es uno de sus últimos films en su larguísima carrera como actor. Lo más importante de esta producción es la originalidad de estar intrepretada, principalmente, por un conjunto de jóvenes actores que cumplen muy bien con sus papeles dentro de una historia típica del Oeste, pero apartándose un poco de los temas más trillados. El resultado final de esta película es positivo pero, con reparos, pues es un poco lenta en su desarrollo y con un metraje excesivo.
Rodada con una excelente fotografía en Cinemascope y en gran parte en exteriores, se deja ver, pero echando de menos un poco más de acción e intriga.
En la copia correspondiente al DVD comercializado figuran varias secuencias con cambio de voces en los actores del doblaje al castellano, pues pertenecen a cortes de censura, especialmente una secuencia de alrededor de seis minutos con unas mujeres de vida alegre.

Will Andersen (Wayne) tiene un problema. Los últimos vaqueros de su rancho acaban de despedirse. Hay noticias de hallazgos de oro no muy lejos y quieren probar fortuna igual que el resto de los vecinos. Como los únicos hombres que quedan están en la escuela allí se marcha a buscarlos. Y los encuentra, al menos un buen puñado entre verdaderos niños y algún que otro mocete.
Hay que llevar 500 reses a lo largo de 400 kilómetros durante 60 días. Cada uno debe traer su caballo, una manta y dos cuerdas. A cambio percibirán 50 dólares al llegar al destino (lo mismo que cobra un hombre) ... y aprenderán de paso el oficio de vaquero. También lo que es la vida. Al frente del grupo el veterano Will, el Wayne de siempre, algo reumático ya, todo un maestro al que hay que recordar "No olvides que eres un hombre como los demás". Para la intendencia cuentan con un cocinero negro, Maywayter (Brown), bueno y limpio, al menos de los que "Se lava las manos antes de meterlas en el puchero".
Película de exteriores que nos permite apreciar bellos paisajes, cabalgadas y excelentes movimientos de los animales y de los vaqueros a caballo. Buenas interpretaciones, niños incluidos. Interesantes también las escenas de la escuela o de la despedida de los padres, pero la cinta de hace muy lenta y pesada. Demasiado larga para nuestro gusto.

Sencillo, dinámico, emocionante, previsible y ajustado western de aventuras, en el que se desarrolla una historia que consigue mantener la atención hasta su memorable desenlace.

Mark Rydell, confecciona un western sencillo, directo, emocionante y emotivo, en el que un ranchero experimentado en el transporte de reses, contrata a unos jóvenes que todavía van a la escuela.

Puede que no sea una gran obra maestra, pero los responsables de la película, saben jugar sus cartas y despertar la atención y la simpatía del público, gracias al encanto y gancho de los jóvenes protagonistas y de los veteranos que los acompañan, John Wayne y Roscoe Lee Browne.

Los responsables de la película, van directos al grano y presentan de una forma sencilla y eficaz, las personalidades e intenciones de sus protagonistas.

La inocencia e inexperiencia, de sus protagonistas, hace que cada paso en la ruta, se convierta en una lección de vida y supervivencia.

Algunas situaciones de la trama y su desarrollo, se pueden antojar forzadas e insulsas, pero se disfrutan si nos dejamos llevar por su ritmo y desparpajo.

John Williams, confecciona una inteligente banda sonora, logrando ofrecer un trabajo vibrante y emocionante.

Por su temática, banda sonora, estilo visual y por la presencia de algunos intérpretes habituales del western, como: John Wayne y Bruce Dern, me atrevo a decir que es una de esas producciones épicas, con las que Quentin Tarantino, pudo llegar a disfrutar en algún momento de su juventud.

Los cowboys, queda como un potente y entretenido western de enfrentamientos y aventuras, con espacio para la amistad, el honor y el aprendizaje.