Más notas perfectas

Lo dejaré claro desde el principio: La primera parte de “Pitch Perfect/Dando la nota” me encanto. Disfruté su humor salvaje, alocado, a medio camino entre el humor negro y el vulgar; sus personajes excéntricos, encabezados por ese atípico grupo de amigas y por supuesto sus mash-up personales y totalmente reconocibles, que encandilan a cualquier/a que reconozca sin culpa, el placer que le proporciona la música pop. También ayuda que no tengas complejos a la hora de reconocer que vas al cine a ver comedias y que cuando ves una tan acertada como esta, la disfruta y no tienes reparo de adorarla sin remedio. Si eres de esos, ve al cine, no lo dudes, la segunda parte te va a dar casi lo mismo que te dio la primera. En cambio, si no te gusto la primera parte, no vas a encontrar nada diferente que te vaya a acercar a esta ¿franquicia? Porque como diría Taylor Swift: Haters gonna hate.

La segunda parte comienza con las Bellas, que han arrasado todos los campeonatos universitarios en estos años (2012, 2013, 2014), cantando a capela delante de Obama, con un resultado desastroso. A partir de ese momento, la trama principal de la película se centra en la pérdida de su sonido característico por la influencia del grupo de a capela alemán Das Sound Machine (DSM) Ese es el conflicto, que al igual que en la anterior película, es solo una excusa, para cantar canciones a cada instante y disfrutar de esta camaradería femenina tan atípica como hilarante. Anna Kendricks pierde cierto protagonismo en esta segunda parte al volverse más coral, o al menos lo comparte con Rebel Wilson (Una autentica bestia de la comedia en la anterior película y que aquí nos deja momentos tan diosales como acostumbra) y con una nueva Bella: Hailee Steinfeld, esa chica que tiene su carrera dividida entre el cine de acción (3 días para matar), el Western (Valor de Ley y The Homesman) y la comedia musical (Begin Again). Decir que hay una nueva roba-planos, como ya paso en la anterior película con Fat-Amy, en este caso es una guatemalteca, que deja comentarios mordantes sobre su situación previa, llenos de humor negro y exageración.

Personalmente creo que los mash-up son menos espectaculares que en la anterior (Probablemente las mejores actuaciones sea la primera vez que veamos al grupo alemán y la última, la de la final por parte de Bellas) y se intenta dar un poco más de protagonismo a las composiciones personales de Emily (Hailee Steinfeld) En cambio, se gana en humor, ya que me parece más divertida que la primera, con algunas escenas absolutamente desternillantes.

En definitiva, 115 minutos que se pasan volando y que deja esa sensación que se tiene con las comedias que acusamos de “Placeres culpables. Pitch Perfect 2 es, al igual que la primera, un “Happy Place” al que acudiré irremediablemente en cuanto la vida real se me haga complicada. No hay nada culpable en ello. Solo placer.

NOTA IMPORTANTE: Quedaros en los títulos de crédito, hay actuación y cameo imperdible.

Film que aprovecha el tirón comercial de la primera parte para crear una saga, que por desgracia, no acaba aquí.


Esta segunda entrega, cuenta casi con el mismo elenco de actores que la primera parte, y eso es lo mejor sin duda, ya que esta vez se nota mayor compenetración y complicidad a la hora de actuar y cantar, y seguramente habrá ayudado mucho a la hora de realizarla y si a eso le unimos qué la canción final se la han trabajado con coreografía, intensidad e incluso puede llegar a emocionar, uno podría pensar que se ha superado, pero siendo sinceros, quitando esos dos factores, todo lo demás ha empeorado sensiblemente, consiguiendo que el film sea más patético si cabe.

El guion es malo, pésimo, con bromas y chistes tan absurdos, que incluso ""Scooby Doo" a su lado parece un portento, y si a eso le unimos ese aire de competitividad y rivalidad tan nefasto, deprimente y obvio, que incluso una carrera de los "Autos Locos" tiene mayor intensidad.

Dirección repetitiva, fotografía usual, coreografías vomitivas, canciones chillonas y estilo descafeinado, todo malo o muy malo, y si alguien me lo hubiera dicho, seguramente no la habría visto, así que quedáis avisados.

... y para dejar el listón casi como la primera vez, muy alto para una comedia musical que no ha debido de suponer un gran derroche económico. Dieron con la clave del gamberrismo light, grandes números musicales y la frescura de las jóvenes protagonistas y lo vuelven a conseguir. Me hicieron pasar un muy buen rato, que entre las canciones y los puntazos cómicos de algunas escenas se me hizo cortísimo.

Para los remisos, convenceos: para divertirte con esta película no hace falta ser adolescente.

La actriz Elizabeth Banks prueba como directora con esta irregular secuela, de la divertidísima Dando la nota de Jason Moore, que no consigue ni siquiera igualar a su antecesora. La directora quiere cantar bien y termina desentonando, y mucho, debido a un guión de Kay Cannon que no tiene ni pies ni cabeza, pero que resulta insólito cuando ofrece algún que otro gag brillante y un arranque prometedor. La película entre tanto canto y tanto número musical y entre tanto gag tonto no logra coger el tono y hace que la historia resulte típica y tópica. Temas como el alcance del éxito, la competitividad o la demostración de ser el mejor son arrastrados a lo superficial y convencional, pero descaradamente. La narración tan adornada de la directora produce inevitablemente algún que otro bostezo y demuestra que es peor directora que actriz.

Si no te gusta el cante, el baile y las fiestas universitarias, olvídate, Dando la nota - Aún más alto no es tu película. Por el contrario, si quieres pasar un rato entretenido y divertido puede que disfrutes pero no tanto como la primera, al menos yo.

A veces una peli sin excesivas pretensiones tiene un éxito inesperado. Eso fue lo que pasó con 'Dando la nota'. Luego se aprovecha el tirón para hacer una segunda parte, menos brillante porque se hace a la carrera. En el peor de los casos, la primera película se convierte en una saga que va degenerando y termina saliendo directamente en DVD sin estrenarse en los cines. No hace falta que dé ejemplos. Todos los conocemos.

A mí 'Dando la nota' me pareció fresca y divertida. Una segunda parte estaba de más. Pero es que además se ha perdido mucho sexappeal. ¿Qué demonios les ha pasado a Anna Camp y Brittany Snow? En la primera peli yo babeaba viendo a la rubia y a la pelirroja que estaban cañón, y sin embargo, ahora, no dan esa imagen sexy.

El esquema que sigue es igual que en la primera:
- Llega chica nueva a la hermandad
- Las Bellas andan en crisis y su líder descentrada
- Anna Kendrick que necesita demostrarle a alguien lo buena que es con su música
- Torneo de canciones aleatorias donde, por supuesto, las Bellas pierden (así cuando ganen al final, será más épico)
- Contrincantes que se hacen odiosos
- Final grandioso con actuación espectacular

Así que esta segunda parte es casi un remake de la primera. Le falta el pijerío, que le daba vidilla a 'Dando la nota'. Las situaciones se ven forzadas. No tienen la espontaneidad de la primera.

Me ha gustado la imagen que da de los alemanes de un grupo de individuos que conforman una máquina enérgica, bien engrasada y efectiva. Que la chica líder ponga cachonda a Beca ha sido un puntazo.

En resumen, es más de lo mismo pero peor, lo cual no quiere decir que no tenga gags divertidos, y es una peli que va de menos a más.