Haz click aquí para copiar la URL

The Eternal Return of Antonis Paraskevas

Drama. Comedia Antonis llega a un complejo hotelero situado junto al mar. Es invierno, el recinto está cerrado y Antonis deambula solo. Tiene mucho tiempo libre que matar. Hasta que la televisión anuncia la súbita desaparición del famoso presentador televisivo Antonis Paraskevas, debida quizás a un secuestro... Quizás esta sea la manera de que el público se dé cuenta de lo importante que es una estrella como Antonis en sus vidas.
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
2 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
”Es fácil olvidarse en esta dulce oscuridad
Imágenes que brillan y voces para escuchar.”

La Televisión, Kiki D´Aki

En el debut como directora de Elina Psikou vemos a un hombre llevar en el maletero de un todoterreno a otro señor a un hotel en temporada baja. Temporada cero más bien, pues no hay nadie, ni clientes ni personal, y su labor en el lugar será similar a la de Jack Nicholson en el Overlook: ejercer de vigilante mientras la cabeza se le va haciendo frambuesa. Anthonis comienza entonces a establecer un vínculo bastante sui generis con la tv, primero imitando necias deconstrucciones gastronómicas de un chef franchute mientras se graba a sí mismo en calidad de remedo del trilero de la novelle cuisine de fisión termonucelar para ya después, al ver los clásicos shows matinales que abarcan la actualidad como un todo, descubrirnos la trama que Anthonis ha fingido su secuestro. Y él antaño era el presentador del programa en el que sigue el desarrollo de su autosecuestro, una figura ultra popular en la Grecia de lo que se nos da a entender es el año 2002 -o 2003, a lo sumo-, dato que se corrobora cuando Anthonis, ya con la mente tronchada, no deja de ver en loop una y otra vez un DVD con la gala de fin de año del 2001, quizá su highlight en términos de popularidad.

”Sólo hay una cosa que a la gente le guste más que salir por la tele y esa cosa es verse a sí mismos saliendo por la tele”. Este veredicto que la Mesa Nacional de Mondo Brutto daba como diagnóstico de conducta en el número 42 del legendario fanzine sobre el todo de los españoles se puede extrapolar sin mayor dificultad a los italianos y, por supuesto, los griegos, no en vano todos somos mediterráneos y vamos en línea con lo que Elina decía era su intención tratar, el ocaso de grandes civilizaciones y culturas a través de los tiempos hasta llegar a la actualidad, momento en que las tres nacionalidades mentadas no somos más que monos de feria sin un rol definido siquiera en el concierto europeo y no digamos ya en el internacional. No obstante, y si bien se agradece que evite tirar de la célula familiar –lo común en todo el cine griego a la hora de construir sus metáforas sobre el estado de las cosas tanto en términos micro como macro-, el propio Anthonis deviene en entidad impredecible y termina por hacer algo a medio camino de lo realizado por los protagonistas del Notre Jour Viendra de Romain Gavras –rapado de pelo incluido- y el Amok de Fassbinder.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jark Prongo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow