Los practicantes (Serie de TV)

"Los Practicantes" es un vívido ejemplo de que la televisión (medio vapuleado por la mediocridad, cuando no por la estupidez total) puede ser inteligente.

Sin que esté soportada en actuaciones sobresalientes es el libreto, los argumentos, lo que me maravilló de la serie. Geniales. Imaginativos. Veraces. Tal vez por eso en mí México lindo acostumbrado a la estupidez, Los Practicantes no fue muy conocida. Recuerdo con tristeza cómo Televisa los pasaba a media noche, como programa de relleno.

Tal vez el mejor piropo para el programa se lo escuché a un amigo. "Es que uno escucha a los defensores y les da la razón, y luego escuche a los fiscales y les da la razón!

Con "Urgencias" de Michael Crichton, se trata de uno de los dramas televisivos más interesantes y atractivos de los últimos años. Habla sobre principios, moralidad, ética y humanidad de comienzo a fin de una manera fiel y elegante. Ahonda también sobre la dicotomía humana en situaciones del día a día, y lo hace en el escenario perfecto: el mundo de la abogacía criminalista norteamericana.
La serie técnicamente esta brillantemente construída y muy bien ejecutada en dirección, con un impresionante desarrollo de personajes y de guión, siendo aún así una serie bastante episódica. Especial mención al verdaderamente increíble, impresionante y cometido reparto (incluídos también co-protagonistas y apariciones especiales). Dan todos lo mejor de sí y más.
Se trata del producto más serio de su creador David E. Kelly pero a la vez el más entretenido y electrizante de sus trabajos. Su visionado no se hace sólo recomendable sino también necesario.
La serie se reinició en el 2004 para unas pocas temporadas más con James Spader a la cabeza: nada de nada que ver con lo anterior.

Nunca había visto esta serie antes, sabía que la daban en Canal+ hace años, pero nunca me había coincidido verla. Y ahora pienso que es increíble que pasara por la televisión con tan poca publicidad.

Después de todos los años que han pasado he visto esta serie desde el principio hasta el final y realmente me ha encantado. Es una serie de abogados de verdad, se centran en los casos, no en chorradas y en líos entre unos y otros. Aunque también hay trama y relación entre los personajes, pero creo que en su justa medida.

Vale la pena verla, no tiene nada que envidiar a otras que ahora tienen tanta fama. Y es un lujo disponer de tantísimos capítulos y temporadas, que te llenan meses de tu vida con una serie muy muy interesante.

Iré al grano. He descubierto esta serie por casualidad y he de decir que después de ver 7 temporadas en apenas un mes, ha logrado ponerse entre mis 10 favoritas de la historia. Ni Perry Mason, ni Ally McBeal, ni ninguna otra. Esta es LA SERIE de abogados con mayúsculas. Aquí no hay buenos ni malos. Hay buenas o malas defensas. Lo más característico que se puede decir de la serie y que a mi me ha llamado especialmente la atención, es que cuando ambas partes, fiscalía y defensa, hagan sus alegatos finales, os encontrareis con los mismos dilemas morales que los protagonistas. Sabedores, igual que la defensa, de que el acusado es culpable, os vereis en la obligación de creer que no merece ser acusado si el caso no aporta pruebas de una culpabilidad fuera de toda duda razonable.

El reparto es irregular pero los guiones son magníficos.

Por desgracia la última temporada (la cual he empezado a ver hace poco) sufrió de un recorte de presupuesto e hizo que varios de los personajes principales abandonaran el barco, perdiendo así la serie gran parte de su personalidad, pues en mi opinión, se fueron los mejores. De ellos sólo quedó Steve Harris, que daba vida al siempre recto Eugene Young. Y tuvo que ver durante la última temporada, cómo su bufete pasaba de tener unos valores éticos intachables e inquebrantables a convertirse en una casa de putas. James Spader no encaja pero logra aportar frescura a la serie con su personaje, desgraciadamente Rhona Mittra, Jessica Capshaw y la aparición estelar de Sharon Stone durante 3 episodios, conviertieron la serie en otro Ally McBeal.

Esta serie describe a un bufete de abogados de Boston.

Se encargan de casos en los que refleja la realidad del abogado, ellos son los encargados de la defensa del acusado y no le importa si es inocente o culpable simplemente se centran en hacer su trabajo.

La Mayoría del tiempo de la serie se la pasan en los juzgados, dando buenas escenas y diálogos muy entretenidos.

Merece la pena conseguir esta serie para los amantes de películas judiciales.