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Victoria y el sexo

Comedia. Drama. Romance Victoria Spick, abogada penalista en pleno vacío sentimental, acude a una boda donde se encuentra con su amigo Vicent y Sam, un ex narcotraficante al que ella ha ayudado. Al día siguiente, Vincent es acusado de intento de asesinato por su compañera. El único testigo de la escena es el perro de la víctima. Victoria acepta a regañadientes defender a Vicent mientras que contrata a Sam de asistente personal. Esto es el comienzo de una serie ... [+]
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Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
30 de agosto de 2017
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Casos de Victoria es la historia de una mujer compleja que lucha constantemente por mantener el control sobre su vida y por establecer un equilibrio entre su exitosa carrera como abogada criminalista y las responsabilidades de ser madre soltera para atender a sus dos hijas. La vida de Victoria es tan caótica como el apartamento que comparte con las dos niñas (las cuales están mas tiempo con el niñero que con ella) por el desorden existente en su interior y por el continuo desfile de compañía masculina sexual y ocasional a su dormitorio, contactada por Internet.

La vida de Victoria está llena de hombres y casi todos ellos causan problemas. Un día Victoria es invitada a una fiesta de boda, donde se encuentra a dos viejos amigos, Vincent (Melvil Poupaud) y Sam (Vincent Lacoste) que volverán a formar parte de su universo. Con el primero se compromete a defenderlo en un juicio por agresión doméstica al ser acusado de apuñalar a su novia Eve (Alice Daquet) en el estómago durante la fiesta y con el segundo, un antiguo cliente suyo quince años menor que ella, exnarcotraficante en busca de un cambio en su vida, acepta que sea su nuevo niñero además de su secretario. Al mismo tiempo, Victoria está en pleitos con su exmarido David (Laurent Poitrenaux) por revelar detalles íntimos de su vida en un blog. De esta manera se encuentra luchando en una batalla legal en dos frentes, la demanda a David y la defensa de Vincent.

Victoria es una mujer al borde de una crisis nerviosa cuya vida personal afecta a su trabajo y viceversa durante toda la película. Estamos ante una heroína muy poco habitual llena de defectos, de carne y hueso, insegura y contradictoria. Del mismo modo que se pone a contar sus problemas junto a un psicoanalista, un par de horas más tarde es capaz de acudir a un adivino africano de cartas, el cual te habla más de la situación presente que del futuro. Aunque gran parte de la trama es intencionadamente exagerada y disparatada, conserva un sentido de honestidad y autenticidad, además de ser a ratos divertida.

También hay que destacar la presencia absurda en Los Casos de Victoria de un mono y un dálmata. Estos animales no sólo asumen un papel importante en la narración, de hecho el dálmata posesivo se convierte en testigo clave de un sórdido asunto, sino que también actúan como elementos cómicos para suavizar el tono dramático de la película. La situación provoca risa porque la realidad ha sido invadida por el absurdo. La aparición de un perro como testigo o el importante detalle de la ropa interior en el juicio, como reconoce la propia Justine Triet, son claras referencias a Anatomía de un Asesinato (1959), de Otto Preminger.

Se habla muy a menudo de la doble carga de las mujeres modernas, pero muy pocas películas describen de forma tan clara, como lo hace Justine Triet en Los Casos de Victoria, las dificultades de las mujeres modernas para hacer encaje de bolillos en su vida profesional y privada mientras se enfrentan a intensas crisis internas. Ella se encuentra intercambiando constantemente múltiples roles, como profesional, madre, amante y amiga e inclusive alguna vez recurre a métodos químicos para hacer frente a alguno. Vemos a Victoria discutiendo su vida personal con sus clientes y su vida profesional con sus amantes. Sin embargo, una sanción aplicada a Victoria que la impide ejercer durante seis meses, por hablar fuera del tribunal con uno de los testigos del caso, servirá para que ella tenga la oportunidad de ser ella misma.

Justine Triet siguiendo las reglas y arquetipos de una comedia de Hollywood de la época clásica, dibuja el retrato de la heroína central, en este caso un personaje bastante caótico en el centro de la historia, con un montón de elementos extraños girando alrededor de la protagonista para conseguir mantener todo el entramado unido y, con una pequeña historia de amor que la propia Victoria simplemente no quiere admitir, es decir todos los componentes necesarios adecuadamente mezclados para conseguir una buena comedia romántica. La propia directora reconoce su inspiración en la comedia americana de Howard Hawks, Billy Wilder y Blake Edwards, como también la obra de Woody Allen o de James L. Brooks e inclusive en sitcoms, como Silicon Valley, en donde se mezclan el drama y la comedia de forma que permite “internarte en temas oscuros de una manera cómica”.

Los Casos de Victoria desprende una gran elegancia y originalidad narrativa, empezando por el hecho de que los créditos iniciales de apertura aparecen a los 10 minutos de la película y en donde vemos un elaborado montaje paralelo en el que superponen los diferentes estilos de vida de Victoria: pasa rápidamente de un proceso judicial a otro o de la reunión con su psicoanalista a la consulta con un cliente, a un clarividente africano, a un amante….. Esta estrategia narrativa parece insistir en que Victoria arrastra sus problemas de una situación a la siguiente.

Uno de los aspectos más destacados de la película es no caer en estereotipos, se habla constantemente sobre la sexualidad sin mostrar nada, y desarrolla una inteligente sátira sobre la relación de pareja. Un ejemplo claro de como Los Casos de Victoria rompe con los clichés del género es la aparición de Sam, 15 años más joven que Victoria, como el dulce salvador de los problemas de nuestra heroína.

https://cinemagavia.es/pelicula-critica-los-casos-de-victoria/
Eduargil
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2 de septiembre de 2017
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia francesa que raya a muy baja altura aunque tenga pretensiones de ser un relato lleno de matices, críticas y descripciones de relaciones personales.
Lo menos malo es el caso que como abogada la protagonista tiene que resolver, y lo hace sin fuerza, sin interés, con un guión plano que se desarrolla a lo largo de todo el metraje.
En el mismo sentido se muestran las relaciones personales, sin emoción, inteterés, sin fondo alguno. Ni siquiera el aspecto sexual se convierte en motor real de lo que se nos muestra en la pantalla.
Personajes huecos, vacíos, con los que el espectador difícilmente puede empatizar. Solamente el joven encarnado por Vincent Lacoste despierta alguna simpatía.
Sin llegar a aburrirte del todo, sientes alivio cuando acaba.
NERI
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23 de febrero de 2018
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Victoria y el Sexo", o simplemente "Victoria", es la segunda película de la realizadora francesa Justine Triet, tras su cinta debut filmada en 2013, llamada "La Batalla de Solferino". El mayor atractivo de esta nueva comedia dramática francesa es sin duda alguna su protagonista, Virginie Efira, actriz nacida en Bélgica, que curiosamente en el mismo año 2016 aparece en el film "Elle: Abuso y Seducción", de Paul Verhoeven, y en "Un Hombre en la Altura", la adaptación francesa de la cinta argentina "Corazón de León", dirigida por Marcos Carnevale.

El enfoque central de "Victoria y el Sexo" gira en torno a los acontecimientos que transita la joven abogada penalista Victoria Spick, personificada justamente por Virginie Efira, quien atraviesa una especie de vacío sentimental, al que relaciona con un desequilibrio de química. Ella también es madre soltera, y comparte su departamento con sus dos pequeñas hijas. Tras acudir a una boda, en donde se encuentra con dos viejos conocidos, Vincent (Melvil Poupaud) y Samuel (Vincent Lacoste), las cosas tomarán un rumbo que no facilitaran el ya atormentado presente de la protagonista.

Allí se presentan, por un lado la historia de Vincent, que pese a parecer gozar de un buen momento junto a su mujer, es acusado posteriormente por ella de intentar apuñalarla, y por otro la de Samuel, un ex narcotraficante que está intentando reincorporarse, y que en su momento fue cliente de Victoria, recibiendo una gran ayuda de su parte. Tras los confusos acontecimientos, Vincent pedirá a Victoria que se encargue de su caso, confiando en su amistad, y su capacidad como abogada. Pese a un rechazo inicial y la sugerencia a su amigo de buscar otras opciones, ella termina accediendo.

Como consecuencia de esto, Samuel, quién está interesado en estudiar derecho, principalmente en lo referido a cuestiones penales, se ofrecerá como ayuda para asistir en el difícil caso de Vincent, así como del cuidado de sus dos hijas, y de paso solventar un poco el frágil estado de Victoria, que parece derrumbarse con facilidad. Es de crucial importancia en el desarrollo de la película, el cruce narrativo con la historia del ex novio de Victoria, y padre de las dos pequeñas, quien está empeñado en la escritura de un blog, utilizando casos verídicos de su ex mujer, sin siquiera modificar el nombre de la misma, exponiéndola en forma descarada, y dejando en claro que su intención es amedrentar a la joven. Esto sin dudas, aumentará el estado crítico de Victoria.

La capacidad de Triet de combinar certeramente comedia con drama, hace que el film nunca caiga al vacío, sosteniendo momentos de humor, con pasajes dramáticos, logrando un ritmo ligeramente acelerado, pero sin llegar a aturdir al espectador. Si bien no todas las comedias francesas gozan del mismo nivel, algunas salidas que no son las habituales, escenas un poco absurdas, pero con la moderación correspondiente, y algunos chistes más lineales, pero puesto en su momento justo, hacen que Victoria y el Sexo sea una propuesta agradable, y que incluso por momentos, invita a la reflexión.

La actuación de Virginie Efira, es otro de los puntos altos de la cinta, al igual que la de Vincent Lacoste, sin pasar por el alto que el reparto en general cumple con alzas. Los detractores de las comedias francesas la cuestionarán y le negaran sus virtudes, los que tratamos ir más allá de esa clase de prejuicios, y valoramos su historia intrínseca, sabremos apreciarla.
Manuel Esteban
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17 de enero de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tiene sus momentos pero no alcanza el nivel de interés que se requiere para este tipo de “comedia” ya que el desastre de vida personal de la protagonista no te llega a divertir en absoluto.

La única que se luce y se esfuerza mucho en su papel es la guapísima Virginie Efira que interpreta el papel de la abogada Victoria Spick, una experta en comedietas ligeras francesas como “Pastel de pera con Lavanda”,”Un hombre de altura””Una familia de alquiler” o “20 años no importan”. En el lado opuesto tenemos a Vincent Lacoste que interpreta a un camello de poca monta que cuida de los dos hijos de Victoria, y que protagoniza los momentos más graciosos.

Los dos actores dan mucho de si, pero el guion de Justine Triet (quien también dirige) es bastante flojo y los intentos de hacer reír son un poco nulos, incluso la escena de llevar a un perro al estrado en un juicio resulta un tanto patética.

En definitiva una película bastante simplona, que se deja ver con agrado para pasar un ratillo sin ninguna otra finalidad.
Destino Arrakis.com
videorecord
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7 de noviembre de 2017
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia sin gracia, drama urbano insustancial, personajes planos con los que nunca empatizas... Supongo que "Victoria" quiere representar el desenfrenado mundo al que se enfrenta una mujer en nuestros días, buscando la felicidad mediante la perfección en todas sus facetas vitales, pero fracasando en todas ellas. El problema es que la película es una mezcolanza con la que difícilmente puede identificarse nadie. Justine Triet busca llamar la atención llevando cada subtrama hasta la exageración (psicoanalista, vidente africana, niñero-asistente exnarcotraficante, mujer sin bragas, sanciones profesionales incomprensibles, numeritos con perros y monos que mejor estarían si les dejásemos en paz, etc.). Es obvio que con eso no basta. En fin, no entiendo tanta nominación y tanto premio, la verdad, la Señorita Victoria es un personaje que me ha terminado cayendo bastante mal. Y no creo que fuese eso lo que la directora pretendía.
rober
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