Área 12 (Serie de TV)

Bueno, pues para que quede constancia, esta serie americana lo único que pretendió en su momento no fue más que ensalzar a esos sirvientes del orden en los Estados Unidos. Se trataba de las patrullas de policía que iban en esos vehículos Chevrolet, negros con las puertas blancas.
Entonces todas la televisiones eran en blanco y negro y la poli parecía que iba de negro también pero no, su uniforme era azul. Poco tiempo despué se emitió El caballero de azul, una serie de un poli protagonizada por George Kennedy; evidentemente tratándose de George Kennedy la serie era de un poli duro que no había quien le tosiera.
Los coches USA de aquel tiempo eran gigantescos y debían chupar gasolina a espuertas pero a los americanos ese tema les traía sin cuidado por la sencilla razón que en aquellos años la gasolina allí era superbarata.
Los episodios de media hora de duración se emitieron a principios de los 70 en lo que era un programa que echaban los domingos por la tarde que según información se llamaba Siempre en domingo. El programa alternaba con otros espacios de entrevistas y otras cosas y supongo que no había quien se lo tragara entero porque debía durar toda la tarde. No había más opción aunque estaba el canal UHF pero funcionaba a determinados horarios.
La serie era sobre la pareja protagonista comentando banalidades de la vida mientras patrullaban, y atentos al micro para solventar los altercados callejeros que iban surgiendo.
No creo que haya nadie en el mundo que pueda acordarse de uno solo de los episodios.

La recuerdo con agrado por verla de pequeño, entonces todo lo relativo a las
series de los Estados Unidos se imponía considerablemente en la televisión
y nos impresionaba vivamente a los más pequeños.

Con el doblaje latino correspondiente, mostraba el día a día de una patrulla
policial en los Ángeles, casos graves junto a otros de menor cuantía eran
presentados como verdaderos, a la mayor gloria de la policía norteamericana
muy necesitada de mostrar su cara más amable, a través de estos dos
jóvenes oficiales de policía perfectamente uniformados, eficientes y
disciplinados, que patrullaban generalmente en un impresionante Plymouth
Belvedere por las avenidas de Beverly Hills, y que tanto multaban por
infracciones de tráfico, como que salvaban a una criatura de color con
el boca a boca.

Es curioso pero tanto Martin Milner como Kent McCord, estaban tan integrados
en sus papeles, que parecían unos auténticos policías. Actualmente se
le sigue rindiendo mucho culto a la serie en los Estados Unidos.

Como ocurre con muchas series de esa época los episodios de las primeras
temporadas son los mejores, y el prorrogarlas demasiado las estropeó, como
en este caso.

Esta serie fue distinta de otras series policiales. El argumento era la vida diaria de una dupla de patrulleros; dada su premisa argumental, rara vez hubo un único caso que ocupara la totalidad del capítulo; la mayoría de las veces los protagonistas debían enfrentar más de un caso por episodio y no necesariamente había que esperar al final para que fuese resuelto.
Martin Milner era el experimentado oficial Pete Malloy, mientras que Ken McCord era el novato Jim Reed. En el primer capítulo vemos a un Malloy angustiado por un anterior incidente, tras el cual está decidido a retirarse; en lo que se supone son sus últimos días le es asignado un nuevo compañero: el recién graduado Jim Reed, que en ese momento tiene 23 años de edad; finalmente, Malloy decide que a su compañero le falta por aprender, por lo que posterga su retiro. En un principio el trato entre ambos es de superior a subordinado; con el paso del tiempo, habrá un trato familiar entre iguales.
A modo de anécdota, la fórmula de una dupla protagónica compuesta por un rubio y un moreno fue habitual en las series.
En líneas generales, la serie era agradable, entretenida y amena. Las ya comentadas diferencias con otras series policiales le dan un toque y una marca únicas. Tal vez no sea excelente (aunque cada espectador es libre de colocar el calificativo que estime pertinente), pero deja una positiva sensación final. Sobre las actuaciones, ambos actores realizan una convincente interpretación.