Escalera al poder

Sin ser una de las mejores películas del director (El espantapájaros, Pánico en Needle Park, Sweet revenge -que por cierto no está en vuestra base de datos) si que conserva ese espíritu crítico de la década. Alda está magnífico como político que tendrá que renunciar a su idealismo si quiere medrar en su profesión. Como siempre, puntazos subversivos impensables en el cine actual. No perderse la primera escena. Parece prescindible, pero de manera tangencial y oblicua ejemplifica las tesis de la cinta.

Adaptación a la pantalla de un guión del propio protagonista, Alan Alda.

El argumento es interesante y tiene buenas cosas, como magníficos diálogos, con inteligentes gotas de humor, y unas excelentes interpretaciones, sobre todo de las actrices y de Rip Torn.

Podría haber sido bastante mejor, pero su director, el reputado y, yo creo, sobrevalorado Schtzarberg, dirige un tanto académicamente, sin demasiada chispa.

La acción transcurre a golpes, con buenas escenas, tensas, como todas las que interviene el magistral Melvyn Douglas, y otras algo repetitivas, sin que aporten nada nuevo a la trama.

Muchos personajes, algunos de ellos de relleno y una tensión moderada, que nunca apasiona aunque sí entretiene. Hubiera sido mejor una menor duración de la película, pues dura casi dos horas y es demasiado para lo que cuenta.

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