Hacks (Serie de TV)

Hilarante comedia donde una exitosa cómica en declive (Jean Smart) acaba trabajando con una joven guionista cuestionada por su impulsividad (Hannah Einbinder).

Smart está fabulosa y cómoda. Nos muestra los destellos de una carrera que se desvanece. Vemos el miedo al olvido, el narcisismo que conlleva el éxito, la soledad, la vanidad o el machismo imperante que ha sufrido. Einbinder está acertada. Nos acerca a la frescura, la incontinencia, la naturalidad y la impulsividad del otro personaje, la joven que repudia lo que representa el cómico añejo y que quiere romper con todo.
Los dos personajes "enfrentados" en la trama nos permiten disfrutar de momentos realmente graciosos y auténticos. El tono es siempre cómico, pero los diálogos lo tornan por momentos en amargo, incluso dramático, a veces ridículamente negro, en otros aparentemente dulce.

La serie es muy efectiva y le da una muy buena vuelta al eterno conflicto entre la joven que quiere derrumbar lo antiguo sin valorar su importancia y la veterana que se niega a aceptar que los tiempos han cambiado.
La fantástica dirección y producción nos llevará a descubrir que tienen más en común de lo que creen a través de un divertidísimo e intenso viaje personal y emocional.

Una de las mejores series de 2021 sin duda.

Jean Smart es ese tipo de actriz que te parece haber visto en mil pelis o series, pero no eres capaz de decir ni uno de sus títulos. Maravillosa actriz, destaca como protagonista en esta serie. Y da gusto verla, y ganas de disfrutar de más mujeres de su edad como protagonistas, porque ponen en sus interpretaciones una verdad ya incontestable que les ha dado su experiencia vital.
Aquí ya entro en el terreno personal pero creo sinceramente que las mujeres son mejores actrices que los hombres. Puede parecer una generalidad pero me sorprendió leer la misma opinión en escritos de grandes directores teatrales y teóricos de la interpretación como Peter Brook o Adolfo Marsillach.
Hacks es un regalo en ese sentido, sus dos protagonistas harán todo lo posible por emocionarnos haciéndonos reír, llorar y lo que haga falta. Porque menudas son ellas.
Sí, le pongo pegas también a todo: es previsible, a veces demasiado buenrrollera (más mala leche aún sería ya cumbre) e incluso cursi y por momentos repetitiva. Pero yo compro, me quedo con todo lo bueno que es mucho, y eso que no soporto la stand up comedy. Ojalá no decaiga (voy por el cuarto capítulo de la segunda temporada) porque esta celebración de la vida de estas dos mujeres da gusto disfrutarla como si fueses una más, y por muchos años.

Me atrajo la idea de que es una serie sobre stand up, protagonizada por dos mujeres. Estaba un poco errado en cuanto al concepto, la idea. No es tanto sobre stand up la serie, sino sobre comedia.

Al principio me pareció un poco lenta y alejada de la idea que me había hecho en la cabeza de la serie, esto último un claro problema de expectativas mío. Con el tiempo la serie fue mejorando y fui entendiendo bien de que iba.

Nos encontramos con Deborah Vance una comediante bastante adulta ya y que viene repitiendo el mismo show hace muchísimos años en Las Vegas. Cuando el dueño del casino le dice que le va a sacar algunos días de show Deborah, quién es muy narcisista, vanidosa, egoísta y ultra machista (en algunos puntos inconsciente, pues viene con la edad y la creencia de que algunas cosas “están bien” o son “normales”, cuando no deberían serlo) pone el grito en el cielo y no quiere saber nada con hacer menos shows, pues reina.

Por otro lado nos encontramos con Ava, quién a causa de un tweet fue cancelada en California, y lucha por conseguir algún trabajo. Ambas comparten agente, entonces Jimmy le sugiere a Deborah que Ava puede ser su escritora, alguien que le ayude a tener nuevo material y así no perder sus fechas en el Palmetto.

Suena una formula para el triunfo, pero no. Empieza a una serie de eventos divertidos entre los que Ava no soporta a Deborah y viceversa. Ninguna quiere trabajar con la otra pero una lo necesita y la otra…también aunque su ego no le deje admitirlo.

La serie toca de manera muy interesante temas como el machismo, el egoísmo, el creerse autosuficiente. Deborah cree no necesitar ayuda, lleva muchos años haciendo esto, pero el problema realmente radica en que lleva muchos años haciendo lo mismo. Gracias a Ava descubre una nueva forma de hacer comedia, dejando de vender una imagen que no es.

Hay una lucha en la serie que es muy cercana a la realidad. La gente grande que se rehúsa a los cambios, a los nuevos tiempos, a las nuevas “normalidades” y la gente jóven que viene con la bandera de que hay muchas cosas que hoy están mal vistas, que siempre estuvieron mal pero ahora la gente se anima más a hablar, a gritar sus verdades y realidades.

Las actuaciones están bastante bien. Jean Smart y Hannah Einbinder tiene buena química en el dúo principal, y el resto del elenco acompaña de maravilla. Tiene una banda sonora que te da ganas de investigar quiénes son los intérpretes y agregarlos a tu playlist.

Me gusta mucho toda esta ola que viene surgiendo desde hace años de creadoras y series protagonizadas por mujeres. Era hora de que los hombres nos corramos un poco del foco, ya nuestras ideas son repetitivas.
Mi recomendación: Buena serie cómica que también te va a conmover.

Mi puntuación: 7/10

Donde Verla: HBO Max

Tiempo invertido: 2 temporadas, 18 episodios. 28-30 minutos.

Seguramente, todo en esta crítica es injusto. Miro otras valoraciones que he puesto a series muy buenas y siento que el 9 que he puesto aquí puede ser exageradamente alto. Miro el paralelismo que hago en el título y también siento que me paso trayendo a cuento ese pedazo de peliculón.

Pero esto es lo que me sale. Me he reído, he llorado, me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas de la sociedad norteamericana y esa isla pijo-alternativa que supone Los Angeles ahí en medio, me han encantado las interpretaciones, me he identificado con guiños de más de un personaje, me han fascinado muchas imágenes del suroeste de EEUU...¿qué más puedo pedir?

No, no tienen nada que ver con Thelma y Louise, ni en la personalidad, ni en sus circunstancias ni en a donde les lleva el viaje. Pero no dejan de ser dos mujeres fuertes (a ratos), vulnerables otros, que se miran la una a la otra y tienen un precioso juego de espejos, de encuentros y desencuentros, rodeadas de secundarios bastante invisibles, que en buena parte de la serie (más en la segunda temporada) se mueven por las carreteras interminables del sur de EEUU.

Indiscutiblemente, deja muy buen sabor de boca y, para mi gusto, termina en su punto justo, ni antes ni después de lo que tocaba. Era un recurso estupendo para cuando querías ponerte de buen humor o irte a dormir sintiendo que el mundo tampoco es un sitio tan horrible.

Narra las vicisitudes de una singular pareja compuesta de una caprichosa Sra. venida a menos que lo fue todo en el mundo del espectáculo y su joven y acida ayudante-guionista, dentro del antagonismo y choque generacional intentaran "poner de su parte" para realzar la carrera y renovar el repertorio de la otrora grandiosa comediante.
Se bebe de un sorbo, es agradable al paladar, fina, atinada y lucida en cada capitulo. No se busca el chiste fácil, se nota el esfuerzo y trabajo por apartarse de la comedia liguera y no caer en el burdo entretenimiento a cualquier precio, lo complicadísimo de una comedia es hacer reír (por supuesto) y cuando eliges esta opción es para que te saquen unas risas, y eso Hacks lo cumple con creces. Las dos protagonistas rebosan vena cómica y sus personajes, cada uno a su manera, nos hace creer en el relevo generacional de la comedia, y terminada la segunda temporada solo podemos pedir otra más para seguir disfrutando y sonriendo delante de la pantalla con esta pequeña maravilla de la comedia con mayúsculas.