Haz click aquí para copiar la URL

Cuatro moscas de terciopelo gris

Terror. Intriga Roberto, un joven músico que toca la batería en una banda de rock, se ve atrapado en una intriga criminal. Tras recibir extrañas llamadas telefónicas, se da cuenta de que un hombre lo sigue. Una noche, trata de hablar con su perseguidor, pero en la confusión que sigue lo apuñala sin querer. A pesar de que abandona inmediatamente el escenario del crimen, al día siguiente recibe inexplicablemente unas fotografías del homicidio. (FILMAFFINITY) [+]
1 2 3 4 >>
Críticas 19
Críticas ordenadas por utilidad
28 de junio de 2013
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director italiano Dario Argento asomó por el universo cinematográfico internacional a finales de los años sesenta, con una serie de thrillers con elementos de terror que acabaron de definir el subgénero conocido como giallo, cuyos fundamentos básicos habían sido expuestos anteriormente por otro cineasta italiano, Mario Bava.

Dueño de un estilo visual audaz y renovador en aquel tiempo, que recogía algunos guiños de Alfred Hitchcock para llevarlos a una dimensión enteramente nueva y esencialmente moderna (es innegable que el súbito aggiornamiento asumido por el cine de Hitchcok en Frenzy (1973) proviene del efecto que ejerció sobre él su propia obra, revisitada por cineastas jóvenes), Argento acentuó el pulso paranoide de sus thrillers a través de un uso tan sencillo como efectivo del montaje, y de un manejo magistral de la cámara subjetiva, que dejaría una marca estética recién llevada a otro nivel por John Carpenter en Halloween (1978).

Emergente de una década y una generación signada por transformaciones vertiginosas, Argento supo dar cuerpo a un trío de películas —su famosa “Trilogía de los Animales”— que combina la fuerza de la tradición heredada de sus maestros junto a una mirada lisérgica, enteramente nueva en lo visual, que rescataba, a veces de manera ingenua pero siempre cautivante, las propuestas visionarias del pop-art y el op-art, así como cierto espíritu swinging constituido básicamente por esa apertura a nuevos estados de conciencia que trajo de la mano la experimentación con sustancias psicodélicas. Esta búsqueda de nuevos parámetros estéticos lo llevó también a trabajar junto a Ennio Morricone en bandas de sonido compuestas por músicas enteramente atonales, únicamente alteradas por las melodías melancólicas y casi infantiles de sus temas centrales.

Estos primeros filmes de Argento no eran excepcionales, pero derrochaban creatividad y dejaban entrever su oficio a la hora de narrar con imágenes. Sus guiones eran flojos, las historias tenían multitud de baches lógicos, y sus actores no siempre estaban a la altura, pero todo esto no parecía importarle a un Argento que, con su peculiar manera de filmar y editar, se las ingeniaba para generar tensión e intriga asaltando simplemente los sentidos por fuera de toda verosimilitud requerida; un paso que bien le hubiera gustado dar a Hitchcock, eterno y confeso padecedor de la “esclavitud del guión”.

Para la época en que rodaba 4 Mosche Di Velluto Grigio (1971), Argento estaba en su mejor forma, y la película es prácticamente un muestrario de sus gestos desbordantes y operísticos, caóticos a veces, gratuitos en otras, pero siempre originales y renovadores. Su uso de la cámara subjetiva (impresionante en la escena del segundo asesinato) inauguraba una manera enteramente nueva de filmar en movimiento, llegando hasta el extremo de des-subjetivarla en un plano secuencia, pasando de plano detalle a plano general como quien cambia de mano un cigarrillo. Por otro lado, su particular manera de utilizar recursos visuales sencillos, le permitía filmar asesinatos como no se han visto otros en la historia del cine: no hay nada de gore en ellos, ni de crueldad extrema, nada que estremezca o sacuda visceralmente por desagradable. Más bien es todo lo contrario: mediante una combinación sutil de planos detalle y una maestría total en el pacing de la edición, Argento filmaba muertes y asesinatos que entrañan una belleza visual casi poética, más propia de la cinematografía romántica que del cine de terror. En íntima relación con este tratamiento, su manera de ligar aspectos de la historia mediante parpadeos fotográficos de flashbacks, las delirantes imágenes de los sueños premonitorios, y la música de Morricone, abstracta a veces, deliberadamente explícita, lánguida y sentimental en otras, contribuyen a lograr un clima onírico que sería posteriormente característico en casi todos los giallos, un género que sólo podría desarrollarse en Italia, tal vez el país con la mayor tradición en esto de hacer de la tristeza una de las cosas más bellas del mundo. La escena final en cámara lenta de 4 Mosche Di Velluto Grigio es una de las mejores muestras de este talento inusual para rodar la muerte de manera íntima, emotiva y sobrecogedora.

Claro que el tiempo pasó con más crueldad que sus asesinatos, y Argento comenzó a alejarse cada vez más de Hitchcok en todos los sentidos posibles: no generó un cuerpo de obra importante, no llegó a desarrollar un estilo definido, y sus filmes se fueron deshilachando paulatinamente, a medida que pasaba del thriller policíaco a lo sobrenatural y aumentaba en ellos el gore y las obviedades del slasher. Desafortunadamente, su irreverencia inicial fue abriéndole paso al conservadurismo, y la salvaje originalidad de sus primeros filmes fue languideciendo lentamente, hasta convertirse con el tiempo en una pesadilla mucho más ominosa que las de sus propias obras.


(Escrito originalmente para: http://laplumaenelojo.wordpress.com)
therivertoday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de febrero de 2014
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Floja. Sosa. Ridícula. Aburrida. Cuatro adjetivos como las cuatro moscas del título de este film.

Un montaje tosco, a saltos, atropellado y que aun por encima cercena las escenas con mayor carga dramática (bueno, lo de "carga dramática" es un decir).

Un protagonista cuya capacidad interpretativa rivaliza con la de un gato de escayola.

Personajes secundarios que aparecen y desaparecen de la pantalla sin motivo aparente y que nos dejan preguntas en los labios tales como "¿de dónde sale?", "¿por qué aparece?".

Personajes secundarios metidos a calzador. Uno de ellos, quizá el más interesante y curioso de todos, resulta ser estereotipado hasta el ridículo.

Detalles de la trama que no es que sea necesario explicarlos, es que habría sido necesario darles 10 vueltas más para poder encajarlos con un mínimo de sentido. Lo mismo con alguno de los personajes.

La explicación hitchcockiana final resulta una falta de respeto hacia el espectador.

Con estos mimbres Dario Argento perpetra un asalto a mano armada en el que nos roba 104 preciosos minutos de nuestras vidas, quedándonos con la sensación de que se ha reído de nosotros por ser tan pardillos de haber picado el anzuelo. Si bien en su momento este film pudo ser innovador, transgresor, etc... (aunque no es el primero que el director encuadraba dentro del "giallo") se ha quedado totalmente acartonado y rancio.

Las películas buenas, por mucho que pase el tiempo, lo siguen siendo. Y, por todos los motivos que he apuntando anteriormente, este largometraje ha envejecido peor que cualquier capítulo del "Equipo A". Ergo no puede ser un buen film.

(Sigo en los SPOILERS)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Yeyo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de abril de 2008
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena película de uno de los mejores directores de terror italianos, Dario Argento. El argumento es interesante y el desarrollo bastante entretenido y con intriga, pero hay una pega un tanto gorda: La fotografía, que al menos en la versión en que la he visto yo, es mala y con los colores blancos quemados. Por lo demás, los asesinatos no tienen mucha sangre, aunque tampoco importa mucho. Lo mejor el final, no te esperas para nada quién es el asesino, y la forma en que el protagonista lo descubre es muy original. Destacable la aparición de Bud Spencer, compañero de Terence Hill en los spaguetti-western. Bastante recomendable verla, sobre todo para fans de Argento.
Marcos Sastre
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de marzo de 2009
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La más sosa de Argento.
La más lenta.
La que más me ha costado tomarme en serio.
La de los asesinatos más ridículos.
No quiero decir que la película sea mala porque no lo es. Intento decir que con un pedazo argumento como ese se podía haber hecho algo mil veces mejor. Además, hay varias escenas que no tienen sentido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Earthworm
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de agosto de 2015
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los giallos de la primera etapa de Argento se caracterizaban por tener nombres largos, y presentar tramas truculentas con desenlaces muy tirados de los pelos, donde siempre recurría a algún hecho seudocientífico para descubrir al asesino.
Estéticamente como casi todas las películas del director, es irreprochable, tiene buenos planos y algunas escenas bastante audaces en lo técnico, por lo demás en cuanto a la historia también como casi todas las suyas, no vale nada, es lenta, le sobran por lo menos 25 minutos, tiene un humor de lo más ramplón y pajero, con personajes super prescindibles como Diosdado alías Dios, el profesor, el cartero, y el resto que sería la parte "seria" no se queda atrás, no pasan de ser estereotipos planos, sobre todo el estúpido protagonista, todos se dan cuenta de quién está detrás de los crímenes menos él.
Como si fuera poco, es casi risible el absurdo motivo por el cuál se comenten los asesinatos, al igual que los supuestos sospechosos de los mismos, con escenas forzadas, y también lo idiota que resultan las victimas, poniéndose al alcance del asesino.
Manuel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow