Lugares a los que nunca hemos ido

*Trayectoria cinematográfica de Roberto Pérez Toledo

Antes de su última y definitiva película Lugares a los que nunca hemos ido, el guionista, montador y director lanzaroteño Roberto Pérez Toledo tenía una intensa carrera cinematográfica.

Autor de más de cuarenta cortometrajes presentados y premiados en los cinco continentes. Su primer largometraje Seis puntos sobre Emma realizado en 2011 consigue la Biznaga de Plata al Mejor Guion en el Festival de Málaga y a la Mejor Actriz. Luego participa en la película colectiva Al final todos mueren, Los amigos raros, Como la espuma y la serie de televisión Amor superdotado.

Su cine se caracteriza por tratar temas relacionales poniendo siempre el foco en personas periféricas y en los márgenes que habitualmente no aparecen en el cine. Como buen observador da mucha importancia a los sentimientos y las relaciones interpersonales. En su cine las miradas y los silencios son tan importantes como las palabras o los diálogos.

Desde su propia experiencia personal rompía barreras físicas y mentales con sus guiones y rodajes. Abordaba siempre sus obras con enfoque de comedia dramática retratando muy bien sus personajes.

Solía dar participación a una gran variedad de intérpretes, muchas veces desconocidos pero que descubría con pericia y talento. En el conjunto de su obra siempre aparecían las segundas oportunidades.

Nacido en 1978 estuvo afectado por una atrofia espinal congénita que le obligó a usar silla de ruedas y falleció repentinamente a finales de enero de 2022. Su breve pero intensa trayectoria auguraba un gran director.

*Cinco historias diferentes sobre deseos y sentimientos

Lugares a los que nunca hemos ido es su última película que como sus trabajos anteriores fija sobre todo la atención en los sentimientos y las relaciones afectivas entre personas muy diferentes.

Está estructurado en cinco pequeñas historias sobre diferentes tipos de relaciones entre personas con distintas edades y nexos.

En la primera parte Ele, Belén Fabra, pide que le lleven una cena a domicilio y cuando llega el repartidor Manu, Francesc Corbera, se encuentra con quien fue su gran amor en el pasado. Revisan sus sentimientos mientras está a punto de llegar la actual pareja de Ele.

La segunda historia presenta a Javier, Pepe Ocio, director de un casting al que se presenta el joven, Miguel Diosdado, que fue su amante y con quien pretende restablecer la relación.

En su tercer sketch una pareja muy joven, Marian y Oliver, Laura Rozalén y Andrés Picazo, llega a su nuevo piso muy ilusionada por estrenarlo, están deseando comenzar su convivencia pero aparecen algunas dificultades.

La cuarta parte presenta a dos compañeros del trabajo casados y que han quedado en un hotel de lujo para tener una relación fuera de la pareja. Todo parece ir muy bien a pesar de las interrupciones del móvil. Pero ella, Verónika Moral, está decidida a seguir adelante aunque él, Emilio Buale, tiene algunas dudas.

En la última historia Carol y Orestes, Ana Risueño y Sergio Torrico, se conocen en una reunión grupal sobre abrazos, siguen atentamente las instrucciones hasta que se fijan en ellos mismos.

Cinco situaciones distintas donde tienen en común salir de la soledad y sentirse amados o al menos deseados.

*Qué significó para sus intérpretes Roberto Pérez Toledo

En la rueda de prensa posterior a su presentación los diez intérpretes estuvieron de acuerdo en que era muy fácil trabajar con el director Roberto Pérez Toledo. Con un buen clima en los rodajes se sentían bien con sus pautas de actuación a las que podían aportar sus sellos personales.

Destacan de él su gran sensibilidad y personalidad. Era capaz de superar cualquier revés, acostumbrado a luchar desde niño por sus limitaciones físicas.

En Lugares a los que nunca hemos ido coincidieron en ver un retrato de la desazón humana ante una realidad personal que no gusta al personaje. Pero la afrontan por su legitimidad a querer ser felices aunque transgredan convenciones sociales.

Para el actor Francesc Corbera el director era un gran conocedor de la psicología de los personajes que sabía diseccionar en sus sentimientos.

Segundas oportunidades que desean aprovechar los protagonistas de las cinco historias. Esa esperanza de mejor futuro era característica de la personalidad de Roberto Pérez Toledo. Siempre hay algún hito que permite renacer y superar las dificultades.

Para una de las intérpretes, Verónika Moral, en su vida real Roberto relativizaba todo siempre con actitud positiva y humor. Así decía que “hacemos lo que podemos, no lo que queremos en la vida” en su alegato de la esperanza. Para ella la mejor manera de ver la película es no juzgar a los personajes.

La fotografía cuidada de Alberto S. Muñoz une las cinco historias sin discordancias y la música de Alejandro Ventura armoniza cada parte de la película en el conjunto final.

*Conclusión

Lugares a los que nunca hemos ido es una película coral desarrollada en forma de cinco pequeñas historias independientes que giran en torno a los afectos y las segundas oportunidades.

El recientemente fallecido director Roberto Pérez Toledo, escribió el guion y fue el montador de la película. Éste largometraje coral presenta distintas perspectivas de la soledad, el deseo y el amor en las cinco relaciones muy diferentes.

El director gran observador de los sentimientos hace un buen retrato de expectativas y sueños que a pesar de las diferencias personales tienen mucho en común.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez

Cinco historias entre el amor y el desamor, entre el desgaste del paso del tiempo y la soledad, dirigida por Roberto Pérez Toledo, la narrativa trata de analizar el desgaste de las parejas con el paso del tiempo, y no siempre ese desgaste logra el equilibrio con las mismas personas, Aceptables actuaciones sobre todo las de Belén Fabra y Francesc Corbera, quienes logran una química importante para su historia.-

Estamos ante la obra póstuma de Roberto Pérez Toledo, un testamento cinematográfico mucho más que excelente, una demostración de que a veces el mejor cine es el parte de las premisas más sencillas: cinco parejas de personajes diferentes y la fuerza de la palabra, cinco fragmentos de vida que resultan aparentemente inconexos e individuales, pero que esconden una razón de ser que los aúna en una fantástica película coral como acaba resultando ser “Lugares a los que nunca hemos ido”.

Con una extensísima filmografía en torno al mundo del cortometraje, el recientemente fallecido Roberto Pérez Toledo nos ha legado esta herencia fílmica estrenada en el mismo año de su muerte (2022) que supone la guinda del pastel y una película imprescindible para adentrarse en el aspecto menos edulcorado del amor en nuestros tiempos.

Y lo hace a través de cinco historias aparentemente independientes y exclusivamente a través de los diálogos de una pareja en cada una de ellas como arma argumental de un guión espléndidamente escrito y dirigido por su autor. En la primera, estamos ante el encuentro casual de una antigua pareja de juventud; en la segunda, una relación homosexual con intereses de por medio; en la tercera, la narración cruda de una infidelidad; la cuarta es el desengaño y la renuncia a sus sueños de una joven pareja; la quinta discurre entre una pareja que se conoce en una “terapia de abrazos”.

Todas tienen alma, todas están espléndidamente interpretadas por un conjunto de actrices y actores extraordinarios, entre los que destaco a Belén Fabra, Francesc Corbera, Verónika Moral o Laura Rozalén.

Espléndida y preciosista dirección de fotografía de Alberto S. Muñoz para una cinta que, sin mayores pretensiones, ofrece numerosos tesoros ocultos entre sus espléndidos diálogos y que resulta de visión imprescindible para entender el desamor en el siglo XXI.

Película para dormirse después de comer. No ocurre absolutamente nada de interés… sólo reflexiones y más reflexiones y más reflexiones sobre el amor y el desamor con infidelidades incluidas. Por qué tenemos que subvencionar estos bodrios? Que se lo paguen ellos. Y que conste que la vi en un viaje de AVE porque no tenia nada mejor que hacer. Conclusión: el tiempo es oro y os aconsejo que no lo perdáis viendo esto. Son muchas oportunidades las que ya le he dado en los últimos años al cine español y no me llevo más que desengaños, con películas muy politizadas y con tintes muy progres. Ya estoy harto. Gracias.