Dulce Caridad

El excelente director y coreógrafo Bob Fosse debutó en el cine con esta libre adaptación de Las noches de Cabiria de Fellini, creando un vehículo perfecto para una espectacular, bellísima Shirley MacLaine, la estrella es sin duda el alma de una película imperfecta pero arrebatadora, con momentos de gran belleza y poder de fascinación. Es sin duda un musical digno, carente de la garra de otros trabajos de Fosse pero que atesora un gran sentido del ritmo, en una dirección férrea, perfectamente equilibrada y que denota el buen gusto por el género de su director.

Sweet Charity, su mucho más acertado título original, es una emotiva historia acerca de una pobre e ingenua bailarina de music hall, animadora según ella misma, que busca desesperadamente el amor sin encontrarlo, es en la mirada y alegría de esta dulce Chariti donde el espectador siente, se emociona y anhela una vida mejor para ella y su patético mundo.

Además la película posee uno de esos finales, que de por sí solos justifican sus excesivas dos horas y media de metraje, perfecto, desalentador, cruel y enormemente realista que deja bien claras las intenciones de un cineasta total, que posee una de esas carreras plagadas de aciertos y que aquí nos brindó una más que correcta opera prima.

LO MEJOR: La grandiosa Shirley MacLaine en uno de esos trabajos que solo pueden ser aplaudidos y casi todas las coreografías que denotan el oficio de Fosse, así como algunas secuencias, como la ocurrida dentro del ascensor, de una comicidad excelentes.

LO PEOR: Ciertas bajadas de ritmo a lo largo del metraje, un quizás poco inspirado plantel de secundarios y una, a todas luces, excesiva duración.

Esta película, basada en un exitoso musical de Broadway que a su vez estaba basado en la película "Las noches de Cabiria" de Fellini, tuvo un lamentable estreno en cines en España ya que se cortó mucho metraje. La razón de esto puede ser que el tema que trataba,(Charity, la protagonista, es una prostituta que aspira dejar el burdel donde trabaja) aunque llevado de forma bastante inocente, sobre todo viéndolo hoy en día, no era del agrado de la censura franquista de la época. Pero lo cierto es que el musical teatral si que se estrenó en España más o menos por esos años, interpretando el papel principal nada menos que...Marujita Diaz!!!. Confieso que personalmente el musical es un género cinematográfico que no me interesa demasiado, pero esta película es superior a la media entre otras cosas porque tiene una base argumental bastante consistente y no es una mera excusa, como suele pasar en este género, para enlazar canciones y bailes más o menos afortunados. También hay que decir que aquí las canciones y los bailes son todos afortunados y agradables de ver/oír con una estupenda música de Cy Coleman, aunque, todo hay que decirlo, alguno esté metido en el argumento con calzador, como el estupendo número protagonizado por Sammy Davis Jr, "The rhythm of life".
Además, la película tiene bastantes momentos simpáticos y graciosos, lo cual no es de extrañar porque detrás está Neil Simon, autor de grandes comedias inmortales como "La extraña pareja" o "Descalzos por el parque". Pero aún así, y esta puede que sea una de las mayores virtudes de la película, llega a resultar emotiva gracias al entrañable personaje de Charity, magníficamente interpretado por Shirley MacLaine, acabando la película con uno de los finales mas bonitos de la historia del cine:
"Y vivió llena de esperanza"

Comedia musical y debut del director/coreógrafo Bob Fosse (1927-1987) con sus coreografías, por ahora muy sencillas, de un grupo de "alternadoras" entre las cuales está la simpática Charity Hope Valentine (Shirley MacLaine), bailarina y aquí también cantante, un personaje en busca de amor. En sus 35 años se ve rozagante y bella, estilizada y, tal vez, demasiado movediza, frenética, como una adolescente feliz. El musical es una interpretación de "Las noches de Cabiria" (1957), de Federico Fellini (que no es un musical), esta vez con un final feliz. El director, aquí en un ensayo elemental, daría el gran salto al gran cine algunos años más tarde con "Cabaret" y la deslumbrante cantante, esta vez sí, Liza Minelli. La que aquí se comenta es una película muy larga con un entreacto, con situaciones típicas de la comedia musical, es decir bastante absurdas o alocadas, cómicas, que dan motivo, una y otra vez, al "show" musical danzante. Se destaca brevemente, cantando, Sammy Davis Jr.

Charity Hope Valentine (Shirley MacLaine) es la protagonista de este largometraje, una mujer de unos treinta casi cuarenta años que desde su presentación, en los créditos iniciales, ya se ve como un personaje alegre, activo y con muchísimo carisma. Trabaja en un prostíbulo donde es frecuentada junto a sus compañeras por muchos hombres, Charity tiene un sueño (que se vuelve casi un defecto), encontrar y tener un hombre que la ame, la valore y la saque de la situación en la que se encuentra.

Digo que su anhelo se convierte prácticamente en un defecto por toda la angustia que vive a lo largo del poco más de dos horas que dura el metraje, el error de esta mujer es sentir la necesidad de ocupar un complemento que la haga ser plena y feliz. Hay que decir que por esta situación sufre y mucho, desde los primeros minutos hasta el clímax terrible del film, que a su vez en el cierre le hace caer en razón del error que cometía, de lo equivocada que estaba.

Sweet Charity cuenta con guion escrito por Peter Stone, basado en una obra teatral de Neil Simon que a su vez, se basa en el guion del afamado film Le notti di Cabiria (Las noches de Cabiria, 1957) de Federico Fellini. Representa el primer largometraje de Bob Fosse, quien ya contaba con cierta carrera como bailarín, coreógrafo y actor. Se trata de un musical coreografiado por el propio Fosse que no fue muy bien recibido, considerado incluso un fracaso que determinó la forma en como realizará sus próximos trabajos.

La película cuenta con una protagonista bastante carismática como se mencionó previamente, pero bastante inocente, ambos puntos tan marcados y tan representados que su presencia gusta mucho pero también disgusta en otros momentos debido a su accionar. Eso sí, lo que no se pone en duda es el increíble trabajo que realiza MacLaine, metida totalmente en el personaje y dándole todos los matices que dicha interpretación ameritaba, y son bastantes, mucho drama y mucha comedia.

Su frase de cabecera, que llega a mencionar en algún momento del metraje es que: “Sin amor la vida no tiene sentido”, cuestión que podría vislumbrarse como cierta pero donde a ella se le olvidaba algo muy importante, en todo este afán de buscar un hombre, de buscar al amor de su vida, de encontrar a la persona que la ame por lo que es, se le olvidaba el amor propio.

Sweet Charity es un film agradable con el defecto de que se excede en minutos, es muy redundante en su propuesta que queda clara muy rápido, la música a cargo de Cy Coleman y las coreografías son muy atractivas al inicio pero comienzan a perder fuerza, lo que es realmente una pena en musical. Un trabajo aceptable pero que difícilmente repetiría.

Larga, irregular, excesiva y empalagosa. Y a su misma vez brillante, floreada, romántica y cromática comedia musical al estilo Broadway donde la coreografía de los abundantes números musicales sobresale del conjunto de la película. Shirley MacLaine esta omnipresente y termina cansando tanto dulce. Pero la comedia es ella: Sweet Charity, la nueva Judy Garland próximos a entrar en la década de los 70 con los giros de su tiempo. La película supuso el debut como director de Bob Fosse, quién en esa década nos dejaría tres de los mejores musicales de la historia del cine. La llama de Bob bailo los setenta con genuino arte para apagarse en los 80. Historia del cine
...Y vivió con esperanza para siempre.
Recomendable para bailarines, danzarines y gentes del espectáculo, así como curiosos de la historia del cine