La mansión de los Fury

Si pudiera escoger un estado, un lugar y un momento para vivir durante una temporada, sin duda elegiría ser el fantasma de una de esas mansiones inglesas decimonónicas habitadas por familias rebosantes de turbios secretos -cuanto más turbios mejor- y agitadas por aún más turbias pasiones. Qué le vamos a hacer si una se ha criado como quien dice a los pechos de Jane Eyre.

De este estilo es "La mansión de los Fury", una peliculilla que trata de rescatar el encanto de esa época y de ese tipo de historias con un resultado más bien decepcionante. El planteamiento es harto atractivo, con la joven institutriz llegando a misteriosa mansión, pero lo demás se va a pique por culpa del guión que no sabe aprovechar el punto de partida y nos obsequia con un desarrollo de una vulgaridad rampante. Además, qué quereis que os diga, por muy mítico que sea Stewart Granger, actúa de pena. La tal Valerie Hobson ni siquiera me sonaba, ahora entiendo porqué.

Ni siquiera la familia Furby ésta guardaba un estupendo y turbio secreto del tipo incesto, ninfomanía o canibalismo, nooooo, sólo un mísero bastardo ambicioso que a nadie importa nada si se queda con la mansión furbyesca o se va a pescar salmonetes a Inverness. Es verdad que luego hacia el final, la cosa da un minigiro y se pone razonablemente turbia, pero de una turbiedad muy cutre, muy sosa, muy de andar por casa en pantuflas de conejitos.

Sólo recomendable para ver sin mucho afán mientras pelas las patatas o haces un bordado.

Mala adaptacion de la novela, es infinitamente superior, aunque esta película te hace pasar un buen rato, con buenas interpretaciones y, un final bastante evidente, a la vez que moralizante. Curiosa la personalidad casi de "malo" del bueno del Granger, que en este film no hace del sempiterno galan bravucón. Se deja ver.

No es la mejor de las películas con misterio y mansión británica de por medio, pero resulta entretenida y razonablemente interesante.

Basada en una novela, basada a su vez en un hecho real, la película (por lo poco que he leído) se aleja de la realidad, sobre todo en lo que respecta al personaje de Valerie Hobson, o más bien, sobre su papel en la casa.

Aunque los títulos de crédito cuentan con una imagen de la mansión demasiado tosca, está resuelta con bastante solvencia y tanto decorados, vestuario y las escenas, digamos, de "acción" no han envejecido demasiado mal.

Para una tarde lluviosa.

Este es el drama más negro en Technicolor que me haya topado, apta para público no sensible, y si a eso le sumamos que los hechos narrados sucedieron en realidad pueda llegar a ser escalofriantemente impactante, me ha gustado muchísimo la fotografía al verla en 1080p, me encanta la época, el castillo, el ambiente, las actuaciones son soberbias y adecuada dirección, las únicas pegas que le pongo son a los amoríos que no llegan a ser explícitos más bien implícitos y aun así juega ser tenebrosa, oscura y mítica.

Película sobre los sucesos que ocurrieron en 1848, por James Blomfield Rush, el lugar la mansión Stanfield Hall, Norwich, pensaba que era la obra de un escritor, pero este es uno de esos casos en que la realidad supera la fantasía. Filme de amistad, amor, odio, redención, juicio y de profecía fury.

En él actúa la esposa del productor Anthony Havelock Allan, Valerie Hobson. Stewart Granger rehusaría disfrazarse de gitana con peluca y faldas. Como dije con una fotografía magnífica, rústica, rupestre, clásica, histórica del condado Bedfordshire, en Inglaterra, que disfrutarán si la visionan en HQ.