Mi primer amor

¿Ver las cosas como un "todo" o como la suma de sus partes? Esto precisamente es lo que plantea "Flipped".

Si vemos esta película como la suma de sus partes nos encontraremos con el típico filme que trata sobre una chica obsesionada con un chico, pero si lo vemos como un "todo" encontraremos un bello filme sobre el primer amor, sobre la familia y sobre cómo un momento puede ser entendido de diversasa maneras, quizás éste sea el mayor acierto de la película, incluir dos puntos de vista completamente distintos: como espectador podrás ir hacia adelante y atrás, ya sea viendo desde los ojos de la soñadora Juli o a través de la mirada superficial de Bryce.

Una película muy recomendable que por fortuna no llega a ser cursi ni melosa, con excelentes actuaciones y personajes que se transforman a través de la película.

Vivimos en un mundo acelerado, excesivamente estimulado. No nos paramos a ver algo tan grande y a la vez tan simple como un árbol y las vistas que desde él se tienen. Y esta película nos habla de eso: de ver en la mirada de los demás "esos arrebatadores ojos" que dice Julie, de ver los gestos sencillos, como plantar un árbol; de pararse un instante a ver una puesta de sol o un amanecer; de saber ver más allá de lo exterior.

Yo, que admiro a las personas capaces de mirar así el mundo; he disfrutado "parando" durante una hora y media mi ajetreada vida para pensar en ello y darme cuenta que tal como vivo... así no disfruto de las cosas sencillas pero llenas de encanto.

Detén un momento tu prisa y disfruta de esta sencilla pero admirable película, que sin ser una obra maestra del cine, te deja mucho más feliz que cuando empezaste a verla. Y no por artificios ni maravillas de guión, no por efectos especiales alucinantes pero carentes de alma; sino porque en esta película una simple sonrisa te hará crecer la tuya más allá del horizonte de tus problemas y quejas cotidianas.

¡BRAVO!

Hermosa película del director de "Cuando Harry conoció a Sally", y es que parece ser que el señor Reiner domina a la perfección el genero. Se trata de un film redondo, con su dosis de humor, pero la justa y necesaria, melosa pero sin empalagar. Nos vende lo que nos quieren vender este tipo de películas, pero sin que caigamos en un pensamiento dispar. A mi parecer muy buenas actuaciones.
El argumento trata de la relación entre dos vecinos en la etapa pre adolescente. Vaya, esas son las sinapsis que me suelen espantar, pero como todo en la vida, cuando las cosas se hacen bien se convierten en algo fascinante. Para no perderse esta obra maestra al buen gusto.

Creo que esta película es un claro ejemplo de que todo tiene dos puntos de vista, alguna veces, totalmente opuestos. Y precisamente, esta película tiene dos posibles visionados por dos razones.
1º- La película está claramente hecha así, toda la historia de la relación entre Juli y Bryce está contada desde los dos puntos de vista de ambos niños, y está claro que lo que a uno le parece una cosa, al otro le puede estar pareciendo todo lo contrario.
2º- También hay dos formas de ver esta película, por lo que es posible que haya partidarios y detractores, pero ninguno quedará indiferente. Si buscas un gran alarde de técnica, con importantes avances en la forma de hacer cine y un guión de lo más espectacular, posiblemente te quedes decepcionado, porque la película no tiene nada de eso. Por el contrario, si buscas disfrutar de una película ligera y sencilla, con una bonita historia de como surge el amor entre un chico y una chica que se conocen con siete años, y que además tiene ciertos puntos de comedia, es muy posible que disfrutes enormemente esta película. Yo, particularmente, estoy en este grupo.

Película contada a modo de doble punto de vista de una misma situación con interpretaciones opuestas por los protagonistas, la cual se va narrando desde la tierna infancia hasta su adolescencia de un niño y una niña. Y que además junto con el prejuicio es el tema central del film. Me pareció una historia sencilla y sobria bien llevada, que transpira romanticismo a flor de piel y a muchos seguro que emocionarán tanto como a mí, y es que a veces para hacer una buena película no tiene por qué ir necesariamente de la mano de un exuberante presupuesto.