Mi final. Tu comienzo.

Lo que dura un chasquido de dedos puede ser un comienzo o un final de esta vida. Encuentros casuales, tomar una decisión u otra es lo que nos define el presente y el futuro.

Nora es una joven cajera en un supermercado, cuando conoce a Aron (el mismo nombre al revés) un estudiante de  física, los dos se enamoraron inmediatamente. Pasaron dos años felices,  hasta que Aron pierde la vida en un atraco a un banco. Nora empieza a consumirse por el dolor, cuando conoce a Natan, que tiene a su hija en el hospital con cáncer.  A medida que los dos empiezan a conocerse, Nora siente una sensación familiar sobre el sujeto, pero no tiene ni idea de lo que les conecta...

La directora Mariko Minoguchi nos crea una red emocional en varias historias que se entrecruzan, con unos personajes bien definidos entre tristeza, felicidad, conmoción, rabia o amor. El guion también es de la realizadora, y aunque tiene alguna trampa que otra, realmente la hace funcionar muy bien como una fantasía romántica, basándose un poco en esa sensación que nos provoca muchas veces el haber estado anteriormente en un lugar o conocer a alguien que vemos por primera vez.

La actriz Saskia Rosendahl toma el protagonismo casi total de la historia, una actriz que aun sin palabras lo dice todo con la mirada.

Puede que el recurso de tanto flashback entre pasado y presente llegué a confundir en algunas ocasiones, a mí particularmente me gusta más una estructura narrativa cronológica, pero entiendo que esta clase de films juegan un poco al engaño, dándote la información a trozos para que vaya completándose el puzzle. 
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