Mama negra, mama blanca

Realizada en pleno boom del género Blaixploitation, Black Mama, White Mama, es un entretenido film de persecuciones y supervivencia protagonizada por dos símbolos del género, Pam Grier y Margaret Markov.

La película posee todos los elementos propios y notables del género, desnudos, violencia, cárceles, mujeres de armas tomar y villanos a cada cual mas estrafalario.

Lo mejor sin duda, ambas protagonistas, con mucha química, los exóticos paisajes de filipinas aunque supuestamente están en América Latina, el aspecto claramente asiático de los actores canta bastante, y su ritmo y duración bastante adecuados.

En una cárcel de mujeres situada en Filipinas, dos de las reclusas aprovechan un traslado a otro centro para escparse.

Lo que empieza con mucha chicha: desnudos, peleas, sexo lésbico, acción y humor (¡fuera chino de mierda! le gritan a un camionero borracho mientras van disfrazadas de monjas) muy en la línea del género "exploitation" acaba convirtiéndose en una aburrida persecución con escenas repetidas que no aportan nada nuevo.

Parece como si los primeros 45 min los hubiera rodado otro director con otros guionistas.

El final es igulamente decepcionante.

Lo que pudo ser una curiosa película de Serie B lleno de golpes, desnudos y momentos cómicos se fue convirtiendo con el paso del tiempo en una película cansina, aborrecible y deplorable. La película bien pudo ser un mediometraje y no pasaba nada, al contrario, hubiera tenido la duración necesaria, pero se notó cuando trataron de alargar la historia, sin tener un guion sólido y poniendo actores tan malos como una patada en los huevos.

Nunca entendí donde se situaba aquella isla que tenía como habitantes a asiáticos del tipo de los tailandeses, pero que tenían apellidos latinos y a veces hablaban español, ¿pero qué carajos? En fin… particularmente pienso que no debieron de salir de la cárcel como locación, me hizo recordar mucho, la primera parte, a Riki-Oh: The Story of Ricky, pero en vez de chinos locos, cientos de mujeres de todo tipo.

No se puede reprochar mucho a H.R. Christian, Joe Viola y Jonathan Demme solo por el hecho de ser guionistas; el director, Eddie Romero, pudo omitir muchas escenas innecesarias y hasta ponerlas más divertidas, ponerle su toque, pero no, todo fue plano.