Infected

Una de mis escenas "peliculeras" favoritas de todos los tiempos es el bailecito que Michael Madsen se marca en "Reservoir Dogs". Estilo, clase, salvaje glamour... Uno pensaba que había encontrado a otro "duro" al que admirar, pero el hombre (salvo alguna pequeña excepción) se ha dedicado a malgastar los restos de su carrera en películas infumables perpetuando hasta la saciedad ese gesto suyo que pretende ser un cruce entre un violento y desgraciado mundo interior y una determinación a prueba de bomba, y con el que sólo consigue tener cara de padecer estreñimiento crónico. En esta ocasión, pone su ¿talento? al servicio de esta infumable peli de ¿zombis? ¿infectados? sobre la cual, lo mejor que se puede decir es que llega un momento en el que termina.

Película de zombies de Serie B hinchada con algunos antiguos actores de renombre que aquí deambulan sin pena ni gloria en una historia que pretende aprovechar la moda zombie para subirse al carro de “si algo está de moda no hace falta que sea bueno”. No tiene interés, los personajes son planos, la historia es inexistente, está mal rodada y a la media hora uno ya está buscando las pilas del mando a distancia Michael Madsen pone cara de no saber que hace ahí metido (o sea, la misma cara de siempre) y el siempre solvente William Forsythe tiene un papel tan mal escrito que apenas puede hacer nada para salvarlo.

Pues resulta que el planeta se llena de zombies, y unos cuantos se acercan a una granja miserable perdida en medio de la nada para dar por saco al personal (todo el planeta para ellos y tropecientos zombies no encuentran un mejor sitio al que ir ). En fin, lo de siempre: "¡Cerrad puertas y ventanas¡", "¡Oh!, han conseguido abrir puertas y ventanas", "Vamos a morir", "Nadie va a morir mientras yo este aquí", "No puedo disparar, es Johny, es mi hermano", "Ya no es johny, es un maldito zombie", "¡Nooooo!, ¡Johny, Johny!", "Socorro, se me están comiendo los dedos hacia dentro", "¡Bangg!, ¡Trágate eso zombie hijo de puta!".
"Hum, nunca terminas de conocer bien a una persona...". Y así todo el rato (o peor).

Toda la acción tiene lugar en la granja de gorrinos, con lo que la película se apoya fundamentalmente en las interpretaciones de los actores, que son patéticas, y en los efectos especiales (cuatro reventadas de cabezas y algunos cuellos mordisqueados). Es tonta, tonta, tontita. Para pasar página.