Detroit Metal City (Miniserie de TV)

Pues que decir de este pedazo de anime... La trama contiene bastantes momentos disparatados. La banda sonora se compone básicamente de canciones de death metal con letras algo grotescas y canciones de estilo pop. Esto último se debe a que Negishi (protagonista de la serie al que le encanta el pop francés) decide, por alguna extraña razón, pasar a formar parte de un grupo de death metal y a tomar el nombre artístico de "Johannes Krauser II".

El protagonista lleva una doble vida: en realidad es un chico tímido, bastante tranquilo y que siente vergüenza por formar parte de un grupo tan "horrible" (Debido a esto último Negishi intentara ocultar a toda costa su otra identidad). Pero en cuanto se "disfraza" de Krauser pasa a ser todo lo contrario, sus fans le llaman "El Rey Demonio"... No doy más detalles porque es mejor que veáis vosotros mismos porque le llaman así jajaja.

Tanto la apariencia de los componentes del grupo como el nombre de la serie están claramente inspirados en KISS y su canción 'Detroit Rock City'.

Esta debe de ser la serie con la que más risas me he echado en años. Se la recomendé a mis amigos, incluso a los que no les gustan mucho las series de animación japonesas, y a todos les encantó xD...

Lo único malo de esta serie es que se hace corta :(

Simplemente... BRUTAL

Busque las diferencias entre estas dos canciones:

Dulce Amot (Amai Koibito)

Abro mis ojos en la mañana, y tú estás ahí
Haciendo una tarta de queso.
Mi caramelito, sí eso es lo que eres
Mi dulce, mi dulce amor
Vamos, vistámonos y vayamos por la ciudad.
Llevando esta tarta de queso, te pones tan contenta.
Mezclémonos entre la multitud y vayamos a esa tienda.
Después de todo, prometimos comprarnos hoy anillos a juego.
Mi dulce, dulce, dulce, tan dulce amor.
Mi dulce, dulce, dulce, tan dulce amor.
Esta noche iremos juntos a la cama, aunque quizás vamos muy rápido.
Caramelito, eres mía.
Soy tu dulce, dulce amor.

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Asesino (Satsugai)

Yo soy un terrorista del Infierno
Ayer Viole a mi madre
Mañana Matare a mi padre
Yo soy un terrorista que vino del Infierno

No tengo una mamá o papá
¡Y es porque los mate!
No tengo ni amigos ni amantes
¡Es porque ya los mate!

¡Mátalos! ¡Mátalos! ¡A Tus parientes Mátalos!
Mátalos, Mátalos, Mátalos ¡¡¡A Todos!!!
El asesinato es un asesinato
El asesinato es un asesinato
¡MATA! ¡MATA! ¡MATA! ¡MATA! (KILL!!...)
Tiñe tus recuerdos con la sangre
El asesinato es un asesinato
El asesinato es un asesinato
¡MATA! ¡MATA! ¡MATA! ¡MATA! (KILL!!...)
Vuelve a teñir tus recuerdos con sangre.

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¿Pueden convivir en la misma cabeza el pop y el death metal? Destino Tokio con un sueño, un sueño pop. Pero todo sueño tiene señuelo. Después de graduarse Soichi Negishi entra en un grupo completamente diferente a sus expectativas… ¡pero triunfa! La presidenta de su discográfica y con su chocho (normalmente empapado) como mejor radar y jurado le confirma lo geniales que son y enseguida hacen desistir al protagonista y sumergirle en su verdadero talento. Bipolaridad al poder. Realmente Kiminori Wakasugi ha hecho un manga de superhéroes aunque aquí todo aparentemente es repetitivo en generar los conflictos divisorios al protagonista. Pero todo funciona. “Detroit Metal City” no es una parodia de “Hannah Montana” pero sus protagonistas cabalgan entre dos mundos: Souichi Negishi es realmente todo lo contario que marque su álter ego, Johannes Krauser II, cuya banda Detroit Metal City ha traído el metal a la vida de Tokio. Con una premisa tan variopinta e ineficazmente tópica llega el descontrol: timidez, guitarra acústica y pop! por maquillaje y polémica en cada concierto y en cada memorable y diabólica actuación.

Las leyendas se construyen dentro de mentiras y percepciones de terceros. Algo que “Detroit Metal City” demuestra al ser el ejercicio destroyer de animación más divertido visto en los últimos años. La antítesis de no poder parar y tener que elegir entre el pop catódico (preferiblemente sueco) o lo que a veces uno no imagina para lo que ha nacido. La serie que protagonizan Johannes Krauser II y Souichi Negishi nació para hacernos reír y disfrutar a golpe de una mezcla de pop dulce y metal pervertido que funciona a la perfección.

No sabia nada sobre 'Detroit Metal City', no sabia su argumento, ni su duración, ni siquiera sobre que temas abarcaba, pero el caso es, que descubrí de su existencia y me dispuse a verla. Los primeros capítulos estuvieron bien, alguna sonrisa salio de mi cara pero nada fuera de lo normal, pero después de 3 o 4 capítulos..... empezó lo bueno.

Situaciones absurdas, lenguaje soez, metal, violencia, e incluso amor, son algunas de las cosas que ofrece 'DMC' a medida que avanza la serie, que, por desgracia es tan corta que te la puedes acabar en una tarde aunque el final deje con ganas de más.

La recomiendo a todo el mundo, guste o no guste este estilo de música.

Menuda maravilla. Nunca había visto nada parecido, una comedia musical sobre metal, surrealista y desternillante, además de que es lo bastante breve como para que no se vuelva pesada y todos los capítulos (12 de apenas 15 minutos cada uno) tienen algún puntazo. Lo único que lamento es haberla descubierto dos años después de su salida.

La serie trata de Negishi. Un chico de pueblo que llega a Tokyo en busca de un futuro mejor. A él le gusta el pop. Pero no el pop que escuchan los flipadillos que por escuchar El Canto Del Loco se creen rockeros, no, a él le gusta el pop moñas a lo Alex Ubago. Sin embargo, su destino no podía ser más inverso a su sueño. Se convierte en Krauser, el líder de la banda Detroit Metal City, el Rey Demonio, el Señor de la Oscuridad que violó y mató a sus padres de pequeño, cuya primera palabra fue "Matar". Si Negishi soñaba con cantar sobre bellos paseos en la playa con su amor incodicional, las letras de Detroit Metal City, abreviada DMC, tratan de violar y matar (Y no tiene que ser precisamente en este orden) al amor incondicional de un pobre pringado. Sólo los directamente relacionados con DMC saben que Negishi es Krauser en el escenario, por tanto, los amigos y familiares de Negishi no saben que él es Krauser ni los fans de DMC saben que ese flacucho con el que se cruzaron era en realidad su ídolo.

Por tanto, la serie se concentra precisamente en la doble personalidad del protagonista y su interacción con los personajes que desconocen quien es él sobre el escenario, especialmente Aikawa, de la que Negishi está locamente enamorado y comparte los gustos musicales del chico (Es decir, el pop moñas), dándose siempre situaciones surrealistas que deben ser solucionadas por Krauser (El cual generalmente asusta o incluso insulta a la pobre chica) y como los fans malinterpretan algunas acciones de Krauser en la calle (Por ejemplo, Krauser cae sobre una policía de forma accidental y ya se flipan diciendo que su ídolo está violando a la agente policial, vitoreándole).

Obviamente, el nombre proviene del temazo de Kiss "Detroit Rock City", al igual que las pintas del grupo. Sin embargo, el grupo se supone que es Death Metal, aunque esto no me parece para nada acertado. De hecho, está a medio camino entre Kiss y el Death Metal. Y he de señalar que la bebida alcohólica que más se ve durante la serie es el bourbon, viendose incluso botellas de Jack Daniel's y Four Roses, dos de mis marcas favoritas personalmente.

En fin, una serie totalmente recomendable, y si eres fan de este tipo de música (Yo no me declararía death metalero, pero sí me gusta el metal y el rock) la disfrutarás más todavía.

Detroit Metal City es una comedia que roza el surrealismo. Cuenta la historia de Souichi Negishi, un chico tímido, reservado y amante de la música pop francesa, cuyo sueño es triunfar en la música indie. Sin embargo, termina en un grupo de Death Metal (una de las ramas más duras y extremas del Metal) conocido como Detroit Metal City (DMC), que está triunfando en la escena underground de Japón.

El cantante/guitarrista es conocido como Johannes Krauser II (aka Negishi) y dice la leyenda que asesinó a sus padres y luego violó sus cadáveres. Ésta es una de las muchas cosas exageradísimas que hay, y es ahí donde radica el sentido del humor de DMC. Las letras son grotescas y directas (el opening es Satsugai, una canción del grupo, que significa "Mátalos") y los fans son realmente los mejores. Siempre están deseando que Krauser-san acabe con sus vidas, lo adoran y harían cualquier cosa por él.

La serie, además, se hace muy amena. Es verdad que puede resultar corta, pero tiene la longitud necesaria para una comedia de este tipo. Son un total de doce capítulos y cada uno no llega a los quince minutos de duración.