Su alteza el ladrón

Lo que se ve: Escenarios con decorados de cartón piedra. Maquillajes oscuros, sombras de ojos y técnicas esteticien para miradas perfectas. Túnicas y velos todos los colores en seda natural. Luchas callejeras en el entarimado entre los guardias de Palacio y los ladrones, con el debido cuidado para no hacerse daño con las espadas. Muchas monedas amarillas-oro. Algún borrico.
Lo que cuenta: La entrega que ponen ambas actrices en la interpretación de sus papeles como mujer fatal y mujer enamorada, muy atractivas. Y el punto romántico que logra la rubia de los ricitos junto a su amado, el príncipe destronado, un amor muy tierno.
Choca un poco una rubia tan americana como nativa de Marrakech: Piper Laurie.
Esta actriz fue 3 veces nominada al Oscar y, en sus inicios, hizo más películas con Tony Curtis. Desde luego hacían buena pareja, muy monos los dos. Encantadores como ellos solos.

Al ver esta película antigua, uno se sonríe con la cantidad de anacronismos involuntarios que en ella van apareciendo de manera casi natural. Y también te sonríes con las situaciones tan típicas y tan tópicas que van entretejiendo la trama y su resolución.

Pero la película entretiene, porque tiene una dirección de personajes, una actuación y una acción que encajan perfectamente en lo que uno se espera de ella.

Popular peli, que aunque no sea de las más famosas de Tony Curtis sí es una de las pelis más entretenidas del géneros de aventuras del colorín de los años 50. Tony Curtis encarna al príncipe que crían los ladrones y se enamora de la ladrona cochina Tina, interpretada por la brillante Piper Laurie, que en vez de dieciocho años parece que tiene treinta, pero que hace un divertido trabajo. El cartón piedra, los amores facilones, y el increíble vestuario no soprenden pero tampoco dejan indiferentes. Las interpretaciones son las habituales en estos roles, Curtis no pasa de guaperas y Everett Sloane en su línea. El resto del reparto es el habitual pero se pasa bien viéndola, porque la comedia no deja de estar presente. Buena peli.

De príncipe heredero del trono tangerino a príncipe de los ladrones.
Todo porque Yussef (Sloane), el buen ladrón, se enternece cuando iba a matarlo por orden del malvado Mustafá (Randolph), salva su vida y se lleva al pequeño Julna (Curtis) que convierte en el más diestro descuidero.
Pero le sale una fuerte competencia con la habilidosa Tina (Laurie).
Entonces es cuando Mustafá ofrece a los príncipes la mano de su hija, la bella Yasmin (Castle).
Ambiente exótico de "Las mil y una noches" en decorados teatrales de cartón piedra.
Rodada íntegramente en interiores, una pena, por la pantalla desfilan palacios, sedas, zocos, mercados, bazares, bailes de los siete velos, acróbatas, tormentos, torturas, puñales y mucha, mucha purpurina dorada.
Un sencillo guion da paso a una realización plana de buenos y malos, sin termino medio. Todo muy ingenuo, como el espectador medio al que iba dirigida la cinta. Sin complicaciones.
Cine de aventuras con algunas canciones y discretos toques humorísticos. Interpretaciones correctas.
Cinta pasable que nos sirve para conocer el cine que veían nuestros padres.