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Tierra firme

Comedia. Drama A sus 38 años, Eva teme que su reloj biológico esté a punto de pararse para siempre, pero su novia Kat no quiere que un recién nacido altere la existencia libre y despreocupada que viven ambas en un barco en los canales de Londres. Cuando Roger llega de visita desde Barcelona, Eva no solo ve en él al mejor amigo de su novia, al mejor aliado emocional imaginable, sino también a un potencial donante. Y para sorpresa de Kat, a Roger le ... [+]
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Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
6 de diciembre de 2017
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres personajes, una historia de amor, un gato muerto, una madre ‘new age’, una barcaza como hogar flotante y una sensibilidad a flor de piel. Con estos frugales elementos ensambla Carlos Marques-Marcet una obra que sorprende tanto por sus aparentes limitaciones formales como por la vastedad de los sentimientos que aborda con descaro y aplomo. Pocas veces he visto tan bien reflejado en una pantalla lo difícil que resulta armonizar voluntades dentro de una relación romántica, cómo las pequeñas diferencias pueden tornarse en arenas movedizas que engullen todo cuanto encuentran a su paso, cimentando desencuentros y construyendo bombas de relojería que acaban dinamitando los fundamentos del cariño y del apego. Si no estamos atentos, podemos despistarnos con detalles sin importancia y perdernos lo esencial: integrar la voluntad del otro en nuestro universo íntimo y hacerla también nuestra.

Dos mujeres enamoradas hasta el tuétano. De eso no cabe duda. Pero una de ellas desea ser madre y eso crea una complicada trama de rechazos tácitos e incomprensiones calladas que subvierten la cadencia de un relato que hace que el tranquilo fluir del tiempo se estanque y pierda frescura y lozanía, amenazando con pudrir las raíces del afecto. Nada puede volver a ser lo mismo cuando nos enfrentamos a la negligencia y egoísmo de una de las partes si ninguno de los dos está dispuesto a ceder un poco o a transigir en algo o a adivinar la importancia que para el otro tiene aquello que con tanto ahínco nos suplica nuestro ser más querido y con quien hemos decidido compartir nuestra vida. El hedor de la podredumbre socaba el entendimiento y establece el límite que no estamos dispuestos a traspasar para salvar nuestra relación. Y entonces soltamos amarras y navegamos a la deriva, incapaces de volver a un puerto seguro donde recalar para encontrar cobijo y rescatarnos de nuestro extravío.

Un guión excelente, unos diálogos sutiles, una interpretaciones desgarradoras en su sencillez, una estructura cuidada con esmero y mimo, impregnada de un ritmo telúrico imperceptible pero tenaz, unas imágenes repletas de verdad y hondura, que juega con las metáforas pero sin devenir en afectación ni pomposidad, todo sucede bajo la piel pero se muestra con tanto cariño y delicadeza que desnuda y desarma cualquier pudor… Asombrosa pieza de cámara que ofrece mucho más de lo que a simple vista se vislumbra y alcanza cotas de sinceridad y audacia envidiables, sin por ello eludir la ligereza de lo tragicómico.

Portentosa muestra de buen cine, bien urdido y cincelado, primorosamente esclarecido por el luminoso elenco (Oona Chaplin, Natalia Tena, David Verdaguer y Geraldine Chaplin) y rebosante de creatividad. Una joya.
antonalva
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28 de noviembre de 2017
23 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me pongo a pensar y no entiendo la alta puntuación de esta película. Tampoco me entusiasmó 10.000 Km., así que debe ser que no conecto con el director.
La historia dejó de interesarme bien pronto, pues a los personajes les falta profundidad; son, más que personas, posiciones en una pareja, estereotipos: quién se compromete y quién no, y hasta qué punto. La tesis de fondo de que una pareja de lesbianas tiene los mismos problemas que cualquier pareja no merece una película, por consabida.
El contrapunto masculino, que se supone que debe sostener la parte más cómica del argumento, tiene más bien poca gracia.
Y la madre... es igualmente un personaje tan momificado como la actriz que la representa.
Tampoco aporta nada el hecho de que casi todo transcurra en una barcaza-casa en los canales de Londres. Si se quiere con ello subrayar el hecho de la marginalidad de las protagonistas es redundantemente innecesario y además se contradice con la idea central de la película. Y al fin y al cabo, ese juego entre los márgenes y lo establecido está ya demasiado visto.
Merece la pena la interpretación de las actrices principales. Lo demás, no lo entiendo.
poldybloom
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10 de diciembre de 2017
33 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Querido lector, casi que te ruego encarecidamente que no leas esta cosa, es muy larga y pesada y confusa y rara, y no sirve, además, para nada, para hacerse sangre mala)
Toda expresión artística es en buena medida propaganda, y deseo de hacer dinero, y afán creativo o desahogo, sin duda. Esos tres factores son fundamentales y están directamente relacionados entre sí de manera crispada y (casi) indistinguible, en tensión constante.
La clase dominante trata de imponer sus ideas a la clase dominada. Y para ello necesitan intermediarios, esbirros o lacayos, gente que haga el trabajo sucio por un plato de lentejas. En el mejor de los casos de manera no violenta, recreativa, jocosa, instructiva. Para eso sirve el arte. Es el medio de filtración que tiene el poder. Y los artistas lo saben, o lo sienten. Reciben presión, indirecta a través del aire que respiran cada día, bombardeo constante de todos los emisores, represores y/o aleccionadores con voz y voto, y directa en forma de los canales que necesitan para poder expresarse y llegar al gran (o menor) público. Dependen de sus patrocinadores, mecenas, instituciones o estados, autonomías, alcaldías, pedanías... para poder crear, ya sea en su inicio, durante el desarrollo o en la distribución final. De ahí, que a mayor necesidad económica, más expuesta estará la obra a la obligación de difundir las ideas de los que mandan o ponen la pasta. Por eso el cine es un ente tan frágil y susceptible de ser utilizado, por su gran coste.
Idéntico mecanismo el de la política, es también intermediaria entre el poder y el pueblo y es una representación ridícula, ya que en realidad no son más que actores mediocres recitando un texto mal escrito a sabiendas de que todo es mentira, y qué importa. La política es puramente utilitaria, renuncia al concepto estético, de ahí su gran tedio como simple entretenimiento. Aunque hay o haya excepciones ocasionales o picos de interés. Este último esperpento, para variar, catalán ha tenido sus días gozosos, momentos gloriosos en su grotesco ridículo espectáculo. Pero ya pasaron y ahora aburren a los muertos, tratan de reeditar un éxito caducado, se repiten más que el ajo.
Y podemos decir algo parecido de la publicidad. En su caso es el factor económico el fundamental.
Un ejemplo cinematográfico-histórico de obvia propaganda: segunda guerra mundial, cine USA; antes de la participación norteamericana en la contienda: cine pacifista; después: cine activa, felizmente bélico.
O el arte religioso durante la era teocrática en Europa o el proletario y ateo en la Unión Soviética. O España y la recuperación durante la posguerra de las grandes gestas del clero o de las figuras más rimbombantes y señeras del imperio.
Pero no todos los creadores son igual de corruptos o íntegros, de negados o talentosos, de serviles o valientes. Algunos son o fueron capaces de trascender la propaganda. Sin ignorarla ni despreciarla, por supuesto, o sí, los hay muertos de hambre, grandes genios incluso, que se cagaron en todo, en lo más laico o sagrado.
Antes de empezar la película ponen algún anuncio. Me llama especialmente la atención uno. Parece que venden algún móvil o cualquier maravilla parecida relacionada con ese invento tan glorioso. Salen varias estrellas, Bibiana Fernández, Paula Echevarría..., diciendo lo fabuloso, alucinante e increíblemente dichoso que es ser mujer y las muchas posibilidades y libertades que esa deslumbrante condición te otorga. Recordad que solo querían vender un móvil.
Spoiler.
Comienza la película.
Dos mujeres. Lesbianas. Estupendas. Se aman. Un gato muerto. Un chico tonto. Una barcaza. Un río que nos arrulla. Y una canción que acompaña melosa.
Chaplin quiere tener un bebé (a gato muerto, niño puesto). Bien. Se monta la de Dios es Cristo: se produce un elevado y animado debate intelectual, moral y sentimental, es decir, borrachera copiosa, carrera fogosa y llorera generosa. Tras esta bonita y larga reflexión, no hay dudas, habrá hijo. A pesar de que a Tena parece molestarle y a Verdaguer importarle un pijo.
Muchos momentos la mar de graciosos. De no parar de reír de lo ingeniosos, abundantes y esmerados que son. Para morirse. El mismo cielo.
Escatología. A ver, no hay que pecar de cursi, pacato, hipócrita o reprimido, dios nos libre, hay que asumir con toda la tranquilidad del mundo que nada humano nos es ajeno, que las necesidades fisiológicas son lo primero, pero... ¿solo eso? Vale, tenemos una juventud que nos ha salido un poco lerda, pero los buenos muchachos, digo yo, también hablarán de otras cosas, no sé, de fútbol, películas, del tiempo, series, libros, amigos, chismes... Nada. Grosería. Por ejemplo:
- Oye, tu barba parece un coño.
- Tu coño me huele/sabe a chocolate.
Paja del chico.
- Mira la mierda de ella y cómo sale de bien y el olor tan bueno que tiene.
- Vamos a follar y estás mirando mi cagar.
Paja.
- ¿Qué prefieres, los pedos que huelen los demás o los pedos que hueles tú?
- Dejé que me metiera la polla en la boca cuando estaba borracha (novedad). No fue buena idea.
Paja. Borrachera.
Así la mitad de la película entre coños, mierdas, pollas, pajas, alcohol y humor del bueno.
Ahora toca ponerse serios. No creáis que nos habíamos olvidado de la estructura de guion de primero de carrera. Sí, crisis, reconciliación, crisis, reconciliación..
Que me dan los siete males y no puedo tener el hijo. Que me enfado y me largo. Que me visitas y te (a)juntas y acabamos todos con el niño venidero.
Es decir, ideología dominante (el poder logra el objetivo cuando consigue que sus súbditos sientan que las ideas que les son inoculadas les pertenecen y que son las mas ajustadas a sus intereses y además a cierta rebeldía equivalentes. Cuando conversan con la madre, esta les aconseja como mejor opción un donante anónimo -que al final es lo que hacen, manda huevos-, y aprovecha también para recordar sus tiempos heroicos de esplendor en la hierba y gloria en las flores en los que compartían con alegría ladillas y costras genitales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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30 de abril de 2018
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tiene trascendencia, no existe una trama que interese ¿Qué podríamos pensar de dos chicas lesbianas que relatan sus acontecimientos cotidianos, en los que solo existe la característica marginal que viven en un barco que atraviesa los canales?
A principios del 2.018, no existe conflicto porque intenten que un amigo le haga un hijo a una de ellas. El resto se resuelve desde la obviedad más evidente, con charlas y sexo descafeinado.
Geraldine Chaplin, siempre sorprendente; Oona Chaplin y Natalia Tena resuelven como pueden un trabajo poco satisfactorio, a no ser que busques un rutinario paseo, sin mayor aliciente que contemplar como la gran barcaza se desliza suavemente.
ANHELL
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6 de noviembre de 2017
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tierra Firme me ha gustado mucho. Es más, puedo afirmar que nos ha gustado mucho a casi toda la sala del Festival de Cine Europeo de Sevilla en donde la vimos, al escuchar la gran cantidad de aplausos al final de la cinta.

Y la película gusta porque tiene 3 personajes maravillosos. Personajes con los que empatizas al instante con tres muy buenas interpretaciones tanto de Oona Chaplin, como de Natalia Tena y David Verdaguer. Son personajes muy bien escritos y muy bien interpretados.

Y la película gusta porque te hace reír, es divertida y cuando da paso al drama lo hace de manera correcta, sin grandes desequilibrios.

Este director ya dio muestras en su anterior película (la recomendadísima 10.000 km) que sabe mostrar las relaciones de pareja de forma bastante fiel y en esta película se confirma.

Aviso de que juegan con los dos idiomas. Dos personajes son españoles y uno es inglés y juegan con eso, por lo que creo que cuando la doblen perderá mucho la película. Así que tal como nos recomendó su director en la charla que dió tras la película, véanla si pueden en versión original.

El cine español también da películas geniales, y Tierra Firme es un ejemplo de ello.
SevillaDeLeyenda
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