Mi novia es una extraterrestre

Mi novia es una extraterrestre es una película mala, de eso no hay que hablar ni se puede discutir, es una película tonta y barata pero me trae buenos recuerdos de cuando era un crío y yo la veo con otros ojos.
Es cierto que esos recuerdos hacia algunas cosas hay que dejarlos aparcados pues en el momento en el que se ven con ojos de adulto las cosas cambian, desgraciadamente.
Una película que me gustaba mucho cuando era un chaval y que me parecía tonta pero bastante entretenida pero ahora la acabo de volver a ver y ni eso me parece, veo errores por todas partes además de un guión tonto y bastante estúpido.
El guión es bastante malo por no decir absurdo, la película está hecha sobre todo para el lucimiento de la que fue la mujer más sexy de los años ochenta pues en la película hay bastantes escenas donde la Kim se muestra bien.
La película hay que clasificarla como lo que es, una película familiar mala pero entretenida en algunos momentos, personajes tontos, situaciones absurdos pero algunos son un tanto graciosos pero ni esos momentos salvan a la película.

Comedía simpatiquísima con el bellezón de Kim Basinger . Sabido es que esta mujer puede hacer congelar en su sitio a cualquiera, encima la película es muy curiosa y familiar, bastante entretenida. No recuerdo cuantas veces la habré visto. Lo más curioso es cuando la Basinger en su ingenuo papel intenta vestirse acorde con la moda y aprender nuestras costumbres terrenales. Cuenta con un compositor para su banda sonora hoy día bastante experimentado Alan Silvestri, que también lo ha sido de películas como; Tras el corazón verde, Regreso al futuro 1 , 2 y 3, El vuelo del navegante, Depredador 1 y 2, Forrest Gump, La muerte os sienta tan bien, Contact, Prácticamente magia, Náufrago, Polar Express o Beowulf entre otras.

Es una peli admirable si persigues olvidarte del melodrama que hay en nuestra subsistencia, no ostenta más humos.
Hay unos gags muy chistosos, que hace que este filme tenga la distinción de película jocosa e idónea para deprimidos, que la reciben como medicina. Es muy aconsejable.

Comedia ochentera terriblemente coyuntural y muy flojita, típica de las hechuras de su director, Richard Benjamin, al que le gustaba facturar pelis graciosillas y facilongas, y con un Dan Aykroyd al que jamás le vi la más mínima gracia, salvo como partenaire de ese grandísimo genio llamado John Belushi en The Blues Brothers.
Vista dos décadas después de su estreno, se ve todo tan envejecido que apenas queda un rastro de lo que debió significar en su época, el esplendor del alien Celeste, una tremenda Kim Basinger en su época de mayor agitadora de la testosterona masculina; alguna otra cosilla pasa bastante desapercibida, como es la presencia de Juliette Lewis poquito antes de convertirse en una de las más perfectas lolitas de la historia del cine; lo demás, perfectamente olvidable, apropiado para que los programadores televisivos sin imaginación rellenen esos huecos de la parrilla de la caja tonta en un día festivo.

Mi yo del pasado me odiaría por leer una crítica como la que estoy a punto de hacer, y realmente es por él por lo que no hundo todavía más esta producción de Richard Benjamin.

Es tan simple como que parece que Dan Aykroyd haya pagado una millonada por compartir plano -y cama- con la espectacular Kim Basinger. No se me puede ocurrir peor pareja en pantalla y de alguna manera tenía la impresión de que podía encontrar algún tipo de humor entre ellos, pero no es así.

Mi novia es una extraterrestre es una película estúpida capaz de hacer que la encantadora Basinger luzca como carne de un público adolescente y enamoradizo. Ni sus vestidos rojo pasión son capaces de tapar las carencias de una cinta que empieza con mal pie y se acaba embarrando hasta la calva. No hay nada que merezca la pena en ella, y ni siquiera funciona ya como película entrañable ochentera, porque apunta más ridiculez que morriña.