El rey de la polca

Y creo que otra vez el resultado va directo a ser pasto de la pequeña pantalla. Lo más destacable, y a la vez divertido es pensar que todo lo que se cuenta ocurrió verdaderamente. El personaje principal -muy buena interpretación de J.Black que el doblaje no consigue estar a a la altura- es un tipo de lo más extraño y alucinado con todo lo que se le ofrece en la democracia usamericana llegado desde la dictadura comunista en Polonia.
No está mal, pero finalmente torna pesada porque se atisba por dónde van a ir los tiros del desdichado y la comunidad de incautos que le rodea; eso sí, hay bastantes momentos hilarantes alrededor del mundo de la polca y las derivas del optimista cantante y emprendedor espepéntico personaje.
Nota: 5,00.

Tiene toda la despreocupada alegría del cine o la televisión de otros tiempos, donde la vida parecía mucho más sencilla, aunque no lo fuese. Su protagonista es un inmenso embaucador atiborrado de encanto, cuyo final se intuye muy pronto.

El buen ritmo y la simpleza de su guión, unido a la absurda historia que se nos cuenta, lastran el resultado, y aunque en ningún momento llega a cansar; si es cierto que todos sus elementos no son suficientes para sostenerla.

Un 5

Al leer las críticas que no eran tan buenas no me esperaba la gran cosa pero al verla recién en Netflix me llevé una sorpresa.
Qué puedo decir? Me encantó. Está basada en una historia real y a mí me encantan las películas basadas en historias reales si están bien contadas y por lo que averigué está bien contada.
Está basada en la historia real de Jan Lewan un cantante de la polka llamado como "El Rey De La Polka" esta vez interpretado magistralmente por el genial Jack Black.
Hay películas que al ser muy largas me aburren pero no es el caso de "El Rey De La Polka" porque admito que me sacó una sonrisa, es muy simpática y se deja ver.
A mí con Jack Black me pasa lo mismo que me pasa con Jim Carrey. Me encanta en la comedia y en el drama.
Sé que no debo exagerar pero no lo puedo evitar. Me pareció la mejor actuación de Jack Black.

Es curioso como algunas historias reales no llegamos ni a conocer
(por lo menos en mi caso) y personajes como Jan Lewan llegaron a lo más alto de la fama a través de la música y luego por su estafa piramidal a la decadencia.
La historia carece de un montaje cronológico histórico pero no rompe con el desarrollo del film y se hace amena, divertida y por momentos casi irreales si no fuera por las fotografías al final de la película de Jan Lewan.
En su salsa se encuentra Jack Black, realizando un buen trabajo y los personajes secundarios no aportan gran profundidad.
Interesante biopic que poco a poco deseas saber más por lo ocurrido en Pensilvania con el Rey de la Polca.

Basada en un increíble hecho real, que reafirma el certero axioma que la realidad supera la ficción. Nos hallamos ante una inspiradísima comedia, que no da tregua a la diversión, ni en los momentos más dramáticos. Black está en su salsa, pletórico, realizando una brillante composición, (no hay más que ver al personaje real), y bien secundado por el resto del reparto. Aunque la película no hace sangre, apunta contra todo. Lo del Papa Santo Juan Pablo II es tremendo. Alusiones a las administraciones, la codicia, el sueño americano, etc. Aunque se decanta por el retrato humano y grupal de tan peculiar personaje y el micromundo que orbita con él, imbuido de un humanismo honesto, sincero, si bien muy basado en la ironía y en el tipismo, en ningún momento cae en la caricatura.
El personaje retratado con cariño tanto por los directores como por Black es un tunante tan entrañable como censurable. Y muy real.
La película se pasa en un suspiro, los números musicales son descacharrantes y huye de la chabacanería. Poco más se puede pedir a una comedia de esta clase. Verdaderamente entretenida.