Cautivos

El director canadiense sigue con su racha negativa; su más reciente filme estrenado es ‘The Captive’, un malogrado thriller.

En Canadá cerca de las cataratas, un matrimonio lucha por descubrir el paradero de su hija desaparecida después de 8 años, hecho que ha provocado más de un problema entre ellos, y alguno que otro con la policía que en todo este tiempo no ha logrado un avance significativo en la investigación.

Contando con nombres reconocidos dentro del elenco, como Ryan Reynolds, Scott Speedman, Rosario Dawson y Bruce Greenwood, ‘The Captive’ utiliza una narrativa compleja y no lograda, mezclando temporalidades de manera tal que solo genera confusión, además de la carencia total de ritmo, personajes con un desarrollo inverosímil y demasiados cabos sueltos en la historia que plantea su guión.

No son pocas las fallas que se perciben dentro del relato, donde por nombrar algunos, el torpe trazo de los personajes, por ejemplo los que integran el departamento de policía que demuestran una ineptitud bastante cuestionable, hay un sinfín de situaciones inconexas como el romance entre los detectives, algunos personajes aparecen y desaparecen caprichosamente sin dejar en claro su funcionalidad para el relato, además de que nunca quedan claro las motivaciones de los villanos. Y la lista podría seguir: todo el elenco luce desconectado y acartonado sin contar los diálogos improbables que éstos deben decir.

Así, los aparentemente importantes temas que aborda el filme de Egoyan quedan de lado ante un relato tramposo y tedioso que nunca consigue el tono adecuado para conectar con el espectador.

La cinta nos narra la historia del secuestro de una niña y el proceso de investigación, que combina el secuestro y su infructuosa búsqueda con el presente, muchos años después, ya que se reactiva el caso puesto que el equipo de investigación obtiene nuevas pruebas que indican que la niña está viva, por lo que reabren el caso.

A nivel visual, la cinta cumple con creces, la dirección de fotografía es muy precisa y delicada, y los movimientos de cámara son muy atractivos, aunque en general el punto de vista es frío y aséptico, parece que el director Atom Egoyan no quiere que empaticemos con los personajes.

Ese ha sido uno de los problemas de la cinta para mí, el hecho de que no hay un halo de misterio, de conflicto o de tensión en una historia que, al menos desde la perspectiva de unos padres que pierden a su hija, debería de tenerla. El secuestrador es desvelado inmediatamente junto con el estado de la niña ya adolescente, sobrecargando el inicio de una información que podría haber sido diluida fomentando la intriga. El motivo del secuestro tampoco importa demasiado y hace que la película flojee en su elección de un ritmo tan pausado, que en cintas como la brillante Spoorloos funcionaba de maravilla.

Las interpretaciones son todas correctas, el secuestrador me ha llamado la atención positivamente, así como algunas conversaciones, muy afiladas, que mantienen le interés de la película hasta su recta final, un tanto lastrada por los clásicos momentos de tiroteo que en un film así tampoco se echaban de menos.

En mi opinión, teniendo recientes ejemplos de impresionante cine de secuestros como Prisioneros o Big Bad Wolves, The Captive se queda un poco por debajo, aunque puede verse con interés gracias al enfoque distinto que ofrece del asunto.

http://www.terrorweekend.com/2014/05/the-captive-review.html

Hay que saber tocar ciertos temas, y lamentablemente el guionista y director de Captives, no sabe.
Historia innecesariamente enredada, todos los juegos que hace intercambiando presente y pasado están de más, igual que el contar una historia en forma coral, cuando ésta podría haber sido un poco mejor si se centraba en la angustia de los padres y la obsesión del pederasta, sin recurrir a crear subtramas paralelas como la de Scott Speedman y Rosario Dawson.
Basta decir que todos están pésimos, incluyendo Rosario Dawson y Mireille Enos, que son buenas actrices, acá brindan interpretaciones mediocres, pero lejos quién peor está es Kevin Durand, dando vida a un villano de caricatura, con gestos, tics y demás, que parecen salidos cualquier película de clase B.
Por no contar los clichés de culebrón que usan para llegar al clímax.
Una historia pésima, qué no se decide a ser ni un melodrama, ni un thriller, y se queda a medias en todo.

Se dice que la magia del cine es hacer posible lo imposible. Puede que sea otro lugar común, pero, si es así, esa es la mejor definición de esta película. A priori, todo juega en su contra: un argumento imposible; un desarrollo extraño, casi extravagante; ninguno de los actores es una "prima donna" y un director que parecía completamente acabado. Yo, por lo menos, lo daba por amortizado. Y vaya si me he equivocado, porque el éxito de "Cautivos" está, sin duda alguna, en el Egoyan que.cautivó al mundo con sus primeras películas.
Un thriller de bajo presupuesto que me dejó pegado a la pantalla desde el primer momento. Parece el hermano pobre de "Gone girl" y "Prisoners" y Reynolds el pariente pobre de Affleck y, sin embargo, funciona tan bien como éstas. El director suple la falta de dinero con una narración densa, el tono gélido que ha mantenido siempre, una temática muy personal y reconocible, entre el voyeurismo y lo mórbido, apoyada en un guion ambiguo y que coloca al espectador en una posición incómoda , y un ritmo exuberante (cada plano justifica el siguiente y se apoya en el anterior).
Esta película sería una bazofia en manos de otro y, por eso mismo, confirma a Egoyan como un director que no hizo buenas películas por casualidad y como el mejor, junto con Cronenberg, del cine canadiense de todos los tiempos. De hecho, es su mejor película después de la extraordinaria "Exótica". Ver para creer.

Amigos lectores de esta humilde crítica, me he lanzado al visionado de esta película sin saber que narices encontraría en un film tan poco valorado, y también tachado de soporífero y malo.
A medida que avanzaba el metraje, quedaba más y más pegado a la butaca saboreando un producto de puro “groumet”, con un enrevesado y fantástico guión, con unos diálogos ingeniosos e inteligentes, con un juego de cameras muy sutil y con una interpretación maravillosa.
Recomendación: Tienen que verla con la mente en blanco para juzgarla debidamente. Un 7.