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Oliver

Musical. Drama Inglaterra, siglo XIX. Oliver Twist (Mark Lester) es un pobre niño que escapa de un orfanato y llega a Londres en busca de fortuna. Allí tiene la mala suerte de ser reclutado por un granuja llamado Fagin (Ron Moody), jefe de una banda de jóvenes ladronzuelos que roban a los transeúntes. Adaptación en formato musical de la famosa obra de Dickens. (FILMAFFINITY)
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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
26 de diciembre de 2009
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Claro ejemplo de como una buena obra literaria, de un contenido altamente dramático y realista, puede convertirse en un músical de jerarquía, donde el drama parece divertido. Una muy buena película, aunque quizás sea un poco exagerado que haya ganado el Oscar a la mejor película en un año donde hubo films tales como "2001 odisea del espacio! o "El planeta de los simios". Pero Oliver! es un sin lugar a dudas un películón, que no decae en ningún momento, sino todo lo contrario. El número "Who will buy?" marca el punto más alto del film. La actuación de Ron Moody como Fajin, impagable. Y destacable lo del inolvidable Oliver Reed como un villano cruel y despiadado.
Alexis1976
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29 de octubre de 2006
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me molesta que se aborde la novela desde una perspectiva musical, pero lo que cualquier persona con dos dedos de frente tendrá claro es que el auténtico potencial de la historia de Charles Dickens es dramático. Por ello, aunque estoy de acuerdo en que se trata de uno de los mejores musicales, me parece inferior a cualquiera de las otras dos adaptaciones cinematográficas que han alcanzado fama.
Es comprensible que de niño guste más ésta, pues tiene ritmillo y mucho colorido. Lo preocupante es que todavía haya adultos estancados en la ingenuidad incapaces de comprender la verdadera tragedia que supieron reflejar con admirable acierto Roman Polanski y, sobre todo, David Lean.

Por todo ello me parece que estamos ante un grandioso espectáculo, pero que no es cine de raza.


Mis números musicales favoritos en orden preferencial: "You've got to pick a pocket or two", "Reviewing the situation", "Be back soon", "Who will buy this wonderful morning?", "Consider yourself". Lo que lamento es que haya tantos detalles inocentes en sus coreografías.

Mis personajes favoritos: Fagin y el magistrado alcohólico.
jastarloa
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30 de agosto de 2014
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue entre febrero de 1837 y abril de 1839 que, el escritor Charles Dickens (1812-1870), publicó por entregas su novela “Oliver Twist” en la revista mensual Bentley’s Miscellany, y el éxito fue tal que no tardarían en aparecer sus ediciones en libro y su traducción a decenas de idiomas. Oliver fue el primer niño protagonista en una historia que refleja sin reserva alguna los graves problemas de la sociedad (en este caso inglesa), donde su altiva bandera lucía raída por las infamias que se cometían a diario entre (y contra) las clases populares.

En la recreación de su magnífica película, “¡OLIVER!”, el director Carol Reed, nos da detalles muy precisos que determinan los vicios y desigualdades de una época que parece eternizarse en el tiempo como algo irresoluble. El marcado contraste entre la clase privilegiada -con sus magníficas edificaciones, sus calles limpias y sus relajantes ambientes- y la clase olvidada con sus mercados ajenos a toda asepsia, sus edificios sucios y resquebrajados diseñados de cualquier manera y en un claro hacinamiento. Después, esos obesos y glotones directivos de un orfanato, que mientras comen ellos un suculento banquete, dan una sopa miserable que no alcanza ni para quitar el hambre a los niños huérfanos y mendicantes que allí han sido llevados, según cuentas no por un acto de generosidad sino para que las ciudades no luzcan muy empañadas ante la vista de los “respetables”. Y otro notable detalle, es el del magistrado alcohólico que bebe en plena sesión y que, cuando dicta sentencia, le interesa menos si ha sido justo o no, que saber que ha terminado la tarea.

Abandono, iniquidad, explotación, y otras tendencias de descomposición humana tan arraigadas, que ¡casi dos siglos después!, continúan vigentes y a todas sus anchas, aún entre las llamadas grandes sociedades (grandes por cantidad no por cualidad).

Oliver es un niño nacido en un orfanato, cuya madre muere tras su nacimiento y el padre fue otro irresponsable de los que alzan vuelo en cuanto se enteran de que un compromiso se les viene al paso. Así, el niño termina quedando huérfano y recibiendo las miserias del Estado primero… y luego, por haberse atrevido a pedir un poco más de alimento, vendido como aprendiz –por techo y comida- en una casa de funerales de tercera categoría... hasta que escapa a Londres donde conocerá primero a Dodger el tramposo y luego a Fagin, el explotador de niños, cabecilla de un negocio de carteristas que administra como un “buen” empresario.

Reed logra una puesta en escena de gran altura, con un diseño artístico de perfecta remembranza; unos tonos de luz de absoluta precisión; números musicales muy complejos, magníficamente coreografiados y mejor editados; las canciones, concatenadas con la historia, resultan bastante agradables (menciono aquí que No deberían admitirse copias que no traigan las canciones subtituladas) y con un puñado de estupendas interpretaciones, el filme nada en aguas muy seguras logrando una versión bastante satisfactoria de la inmortal obra literaria.

Ron Moody, magnífico como el ambiguo Fagin, el hombre que a pesar de su descarrío también tiene su corazoncito; estupendo Oliver Reed, el intolerante y explosivo Bill Sikes; encantadora Shani Wallis, la controvertida Nancy, capaz de algunas maldades pero incapaz de hacer daño a un niño. Y Hugh Griffith, y Jack Wild… y hasta Mark Lester, con esa ingenuidad que nos llega al alma, logran un conjunto actoral inolvidable, y de esta manera, la película se constituye en pleno, como otra importante adaptación de la obra del gran Dickens, que llegó a ser justamente galardonada con cinco premios Oscar y dos Globos de oro.
Luis Guillermo Cardona
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15 de agosto de 2007
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una excelente película que ha pasado a formar parte de la historía del cine, de ahí que ganará un buen número de Oscars en su momento, con unos momentos musicales francamente memorables y muy agradables para disfrutar en familia.

A destacar el elenco de actores, que en su mayoría eran todos unos desconocidos en su época a excepción del británico Oliver Reed, que aquí interpreta un papel de villano francamente despreciable.

No deben perdesela para aquellos nostálgicos si quieren disfrutar del buen cine musical que se hacia antes y que por desgracia, ya apenas se hace en la actualidad.
Rostov
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30 de diciembre de 2012
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película infantil, no lo digo porque haya niños, en La lista de Schindler también salían y no es infantil precisamente.
Oliver! es una adaptación musical de Oliver Twist, dicen que la primera novela inglesa con un personaje infantil como protagonista, un dramón que con muy mala leche denunciaba entre otras cosas la explotación infantil. Pues bien: en este caso, se podrá hacer un musical de un drama, pero no una comedia, excepto si procedes de una tira de comic y te llamas Annie, alter ego femenina de Oliver.¿Por qué digo esto? Todos lo personajes parecen producidos por Walt Disney.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mrvazba2k
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