The First Grader

Este film tiene como escenario la Kenia de 1953, cuando los Kukuya se levantaron en armas contra el poder británico. Pero lo más destacado en mi concepto, es que los hombres (tengan la edad que tengan), deben proyectos de vida.

Y esto es lo que vemos en esta caso de la vida real del anciano keniano de 84 años Kimani Gaga Marougke, quien decide aprender a leer y escribir. Hermoso pues este poema para los libre pensadores que ha dado el sufrido continente africano. Y es como sentencia Kimani con ese don de liderazgo (ser capaz de crear un mundo al cual se quiera pertenecer): “El poder está en la pluma”. No dejemos de aprender de nuestro pasado, por favor...

Film altamente recomendado, pues una vez más, sentencia la idea en algún lado leída: “El único paraíso del que no podemos ser expulsados son los recuerdos”. Y es que el cine, siempre los deja a modo de enseñanza ¿quiere más?

Gonzalo Restrepo Sánchez (Film critic. Barranquilla, Colombia)

Conmovedora película que debería pasar a formar parte de la lista de iconos del gremio, junto con La lengua de las mariposas, Hoy empieza todo, El club de los poetas muertos, etc.
A pesar de centrarse en las figuras heroicas del anciano alumno y la joven profesora, tiene el valor de mostrar cómo un sistema educativo puede burocratizarse casi antes de haber nacido, las inercias de los profesores y los prejuicios de la comunidad.
Obviamente, se trata de una realidad lejana, aunque la propia película -como la historia real en que se basa- muestra que ni es ya tan lejana ni quiere ello decir que quede fuera de alcance, es decir, que no se pudiera hacer nada al respecto. De hecho, se hizo y funcionó.

Enorme película.

Una de esas pequeñas joyas motivadoras, que en diferentes aspectos nos impulsan a superarnos, y a ver que cualquier obstáculo, con la perseverancia, puede ser superado.

Una película con buena imagen, natural y muy inmersiva, que narra la dura vida de injusticias y violencia de un anciano que al final de su ciclo decide aprender.

La superación basada en hechos reales de una persona que sin cultura ni dinero se lanzó frente a las críticas y las dificultades para conseguir su ilusión de aprender a leer.

Superando desde la turba popular retrógrada, las miradas de mofa de los vecinos, hasta la mirada desconcertada de muchos niños.
Pero que se ganó su lugar a base de perseverancia.