Érase una vez... el hombre (Serie de TV)

Nunca aprender Historia fue para mí tan divertido ni tan instructivo.
No me perdí uno solo de los veintiséis episodios que nos iban transportando por las diversas eras de la humanidad, desde la formación de la Tierra, la aparición de la primera célula viva, la proliferación de las especies, el reinado casi exclusivo de los dinosaurios durante millones de años y su extinción masiva para ceder el puesto a los animales de sangre caliente, hasta el surgimiento de la especie que terminaría por dominar el planeta entero: el ser humano.
Basándose en las teorías evolutivas que suelen ser las más aceptadas entre la comunidad científica, "Érase una vez... el hombre" describe, en su primer episodio, el desarrollo de aquellos primates primigenios y la rama que derivó en los homínidos, que a lo largo de eones fueron desembocando en seres de inteligencia cada vez mayor, capacitados para comunicarse a través de un lenguaje muy complejo, y que poco a poco iban caminando erguidos sobre sus extremidades traseras. Después, la serie se adentra en el hombre de Neanderthal y sus probables costumbres, y su extinción dejando como dueño y señor al hombre de Cromañón, más evolucionado y mejor adaptado.
Y a partir de ahí, la serie va saltando cronológicamente por civilizaciones que han dejado importantes vestigios hasta llegar a la actualidad e incluso planteando un hipotético futuro, e invitando a los pequeños espectadores a reflexionar sobre la maravilla y el enigma de existir, y sobre lo que nuestra estancia en la Tierra ha ido dando de sí y la huella que ha ido dejando, y también sobre la importancia de creer en una sociedad mejor y en un mañana en el que nuestro bello planeta no se haya echado a perder.
Con unos personajes cercanos y simpáticos que nos acompañan a lo largo de todos los episodios, la aventura de saber un poco más sobre nosotros mismos es todo un placer.
Y recuerdo que no sólo me divertía, sino que además solía dejarme un nudo en la garganta.
La alegría y la dureza de vivir como la especie dominante.
"Érase una vez... la Tierra. ¿Y mañana?"

En tan sólo 26 capítulos esta original serie nos pasea por la historia del planeta. El hombre de Neanderthal, El hombre de Cromagnon, Los vikingos, Los constructores de catedrales, Marco Polo, El hombre del renacimiento y muchos más serán los protagonistas de esta educativa e ilustrada serie que aún hoy es digna de ser visionada. No podré olvidar mencionar al viejito de barba blanca tan particular, sabio entre los sabios que nos acompañó en todo momento. la canción que abría cada capítulo de mano del grupo Parchís era y es formidable.

Érase
una vez
un planeta triste y oscuro
y la luz al nacer
descubrió
un bonito mundo de color.

Un león,
un dragón,
una flor y una mariposa
y el señor que pensó
desde hoy
todas esas cosas cuidaré
y un viejo reloj
canta su canción.
Dabadabadabadabada
dabadabadaba
dabadabadabadabada
dabadabadaba
badabadá.

Érase
una vez
unos hombres que con sus manos
consiguieron hacer
contestó
un hermoso mundo para ti
tuvieron que luchar
y trabajar
y todo existe
porque lo inventaron
y pudieron viajar
y el mar cruzar
y por el cielo
felices volaron.

Érase
una vez
un planeta triste y oscuro
y la luz al nacer
descubrió
un bonito mundo de color.

Un león
un dragón
una flor y una mariposa
y el señor q pensó
desde hoy
todas esas cosas cuidaré
y un viejo reloj
canta su canción.
Dabadabadabadabada
dabadabadaba
dabadabadabadabada
dabadabadaba
badabadá.

Érase
una vez
un planeta triste y oscuro
y la luz al nacer
descubrió
un bonito mundo de color.

un león
un dragón
una flor y una mariposa
y el señor que pensó
desde hoy
todas esas cosas cuidaré.

Érase
una vez
un planeta triste y oscuro
y la luz al nacer
descubrió
un bonito mundo de color.

A pesar de un orgulloso e incluso emotivo capítulo final y de un eficiente comienzo, no podemos obviar que su autofanatismo por la patria va en aumento conforme avanza su historia.
Pasa de un honroso "todo el mundo temía a España en el XVI" a un "los hermanos Lumière se alegraban día tras día de conocerse y nosotros de adularlos".

Visión parcial y más bien clásica de los eventos históricos que nos han traído hasta la actualidad. Utiliza recursos sencillos, como personajes estereotipados y repetidos, para llegar a los más pequeños y eso le honra, pero no evita que se le pudiera pedir algo mucho más a sus buenas intenciones.

Para algunos un clásico.
Para otros un recurso alienante.
Lo que es indudable es que su último tercio resulta soporífero hasta para quienes tienen más aguante.

Otro ejemplo más de las maravillas de series que se hacían por entonces. Simplemente IMPRESIONANTE el repaso que da a la historia esta serie... Hace de un libro, un juego, una aventura. LLegar a casa del colegio, comer y prepararse para ver cómo los romanos conquistaban Cartago... La Revolución Francesa, las cruzadas...
Entonces no daba valor a lo que se puede considerar una obra maestra de la enseñanza

De forma sucinta y ordenada nos van mostrando desde la creación hasta los viajes estelares. Historias llenas de violencia. Culturas que destrozan a las anteriores. Mundos que a veces se repiten en continentes distintos sin tan siquiera conocerse. Amalgamas de religiones y creencias luchando unas contra otras sin un final.