Los muchachos no lloran

Genial película. Dura y que cuenta la crueldad del ser humano, muchas veces provocada por la ignorancia.

Sin embargo esta película siempre es clasificada de "temática homosexual" y creo que los tiros no van por ahí(que vale, puede denunciar también la homofobia, pero considero que no es lo principal). Como bien dice Brandon varias veces en la película está pasando por una crisis de IDENTIDAD sexual, es decir, sería una persona transexual heterosexual. Que quizás no tenga mucha cabida en una crítica pero parece que todo el mundo va con otra idea en mente.

La película si bien no es totalmente imprescindible es bastante recomendable y es de destacar la gran actuación de Hilary Swank.

Film independiente, ópera prima de la realizadora Kimberly Peirce, que también interviene como coguionista. Se rodó en Texas (Crandall, Dallas, Greenville y Mesquite), con un presupuesto de 2 M dólares. Se basa en hechos reales. Obtuvo un Oscar, otros 40 premios y 25 nominaciones.

La acción tiene lugar en Lincoln y Falls City (Nebraska) a lo largo de unos pocos meses para terminar en la Nochebuena de 1993. Narra la historia de Barton Teena (Hilary Swank), muchacha de 21 años, residente en Lincoln, que vive en una caravana junto a un hermano que no la quiere ni la apoya. De gran simpatía personal y de oreintación homosexual, intima con numerosas mujeres, lo que levanta las iras de sus novios. Decidida a vivir en plenitud de acuerdo consigo misma, se corta el cabello, viste ropa de hombre y se traslada a Falls City, donde traba amistad con los jóvenes del lugar y vive los mejores días de su vida, hasta que cae prendada de Lana Tisdel (Clhöe Sevigny), la veinteañera más popular del lugar. Vive de hurtos y pequeños robos.

La película se erige en manifiesto a favor de la libertad sexual, la búsqueda del camino personal a la felicidad y el coraje de ser uno mismo. Denuncia la homofobia y el salvajismo al que puede llegar la intolerancia y la exclusión social basada en el desprecio de la diferencia. Los prejuicios contra las personas diferentes por etnia, religión, orientación sexual, género, discapacidad, edad o enfermedad, nacen de la ignorancia, la incultura y la necedad. La diferencia es esencial a la condición del ser humano: no hay sociedad sin personas diferentes. Las diferencias reprobadas socialmente han variado a lo largo de la historia y no son las mismas en los distintos países del mundo. Su definición se apoya en criterios variables, caprichosos, antisociales e inhumanos. Brandon mientras vive de acuerdo consigo mismo en Falls City, se convierte en uno de los personajes más cautivadores, queridos, alegres y simpáticos. Su estigmatización priva a la comunidad de unos de sus bienes más preciados y de uno de sus activos humanos más valiosos. Son excelentes la escena de la visita de Lena a la prisión (acompañada de la canción "Boys Don't Cry") y la de Lena en coche camino de Lincoln.

La música reúne composiciones ambientales de grata selección, entre las que destacan "The Bluest Eyes In Texas" (Nina Persson) y "Boys Don't Cry" (The Cure), que da título al film. La fotografía ofrece imágenes realistas estremecedoras, en un contexto visual muy atractivo, dominado por los azules de la inocencia. El guión relata hechos y denuncia realidades que envuelven al protagonista en un ambiente claustrofóbico. Las interpetaciones de Swank, Sevigny y Sarsgaard son tan acertadas como difíciles. La dirección vuelca entusiasmo y laboriosidad en su trabajo.

Película singular y de gran fuerza. De gran interés social y cultural.

Película basada en hechos reales. Quien no conozca dichos hechos, mejor que vea primero la peli y luego se informe, puesto que el film es bastante fiel a lo que sucedió, lo que supone saber el final. Yo la vi sin saber nada de nada y la historia me pegó una sacudida que flipé.

Es una película muy cruda. Lo mejor que puedo decir de ella es que me sumergió de tal modo en su argumento que cuando aparecieron los créditos me costó un buen rato volver a la realidad. Mi vida me pareció insignificantemente banal comparada con lo que acababa de ver. Me sentí diminuta y estúpidamente preocupada por las pequeñeces cotidianas. Me sentí una desagradecida por no apreciar más que soy quien quiero ser. Fui al baño a lavarme los dientes y al mirarme al espejo no pude dejar de imaginar cómo debe ser sentirse ajeno al propio cuerpo, ser un esclavo de la anatomía, de las hormonas; ser un alma atrapada. Por primera vez en mi vida tomé conciencia sobre un tema del que uno cree saber, pero del que en realidad no sabe nada.

No tengo palabras para alabar la actuación de Hilary Swank. La vi como un chico desde el primer momento. Sabía que era ella, he visto muchas veces su rostro en otras películas, pero aquí era indudablemente un chico que, a mí, como mujer, me resultaba atractivo, guapo, sexy. No sé cómo pudo hacerlo tan bien, pero lo hizo.

Puede que a ratos se haga un poco monótona, un poco opresiva; pero es que la ambientación ya da pie a ello, porque el pueblo es horrible. Es la Norteamérica que no se ve en las grandes producciones, fea, desgastada, aburrida, sin ilusiones. Gente atrapada en vidas que odian, gente no es que viva, es que simplemente sobrevive.

Cuando la hayan visto no olviden consultar la historia real en la que se basa. La historia de Brandon Teena.

La idemtidad, los riesgos de ser como uno es o como quisiera ser, se han retratado en infinidad de film que intentan recrear a una generación o más bien a personas que buscan sus rumbos, que intentan entrar en un mundo, en una sociedad que no les dá cabida. Aqui en el promisorio film de Kimberly Pierce está la busqueda y el cambio de una chica cuya aspiración era vivir su vida como un hombre.
Teena Brandon vive su vida entre el tedio y las salidas que realiza a esos pueblos de la Norteamerica profunda, en donde algunos impera la marginación y la desolación, pero en realidad Teena se hace llamar Brandon, vive su vida como un hombre y siente como uno y así comienzan sus desventuras trágicas y siempre al límite.
La directora apunta a un film bastante fuerte en sus contenidos, no sólo en la historia de la protagonista sino en la de el grupo de amigos nuevos, el drama fuerte y sisn concesiones aparece. Y esta esa marginación constante: social, moral, grupal, todos estan marginados del mundo en algun sentido.
Tragedia inminente, el film es un drama no apto para sensibles, con un excelente guión y rubros técnicos aceptables. La dirección de Pierce es soberbia, por tratarse de su primer film.
De más está decir que Hilary Swnak realiza el trabajo de su vida y los lauros son más que entendibles, está impresionante fisca, interior y exteriormente. A su lado la impecable Chole Sevigny hace de sus escenas pequeñas gemas y transmite los tormentos de su Lana de una manera fascinante. Excelente tambien Peter Sarsgaard y su brutal papel.
En fin, drama crudo y a veces estremecedor, con una excelente dirección y una actuación antológica de Hilary Swank.

Una muy dura película que nos sitúa, desgraciadamente, en la realidad de muchas comunidades donde todavía existe intolerancia hacia identidades sexuales diferentes de la común.
Sin grandes pretensiones, nos remueve la conciencia y nos hace reflexionar sobre las actitudes que nosotros mismos tenemos hacia otras personas de nuestro entorno social. Tal vez haga que nuestra mente comience un viaje hacia lugares, físicos y psicológicos, donde el tabú de la sexualidad es incluso más poderoso que el de la muerte.