Leprechaun: El origen

Pero, segundo golpe, Leprechaun, el simpático y cabroncete duendecillo de macabro sentido del humor, obsesionado por el oro y los zapatos relucientes, se transforma en un extraño ser que tiene de duende lo que yo de físico nuclear. Ni traje, ni sombrerito, ni alergia a los tréboles, nada, lo que vemos es un goblin, ni mas ni menos. Además, para disimular el horrible diseño la criatura cámara se dedica a difuminar la imagen cada vez que el monstruo aparece en pantalla porque seguramente eran conscientes de lo que cantaba el látex barato frente a la pantalla..... madre mía. Y Hornswoggle? Es como si no hubiera participado ene este film, en serio, casi se podrían haber ahorrado al actor, dado que la criatura no se le ve en planos de cuerpo enteros ni moviéndose apenas, todas sus apariciones son un conjunto de imágenes confusas que mas que crear tensión al espectador lo único que hace matarlo de tedio, pero dejad de mover y desenfocar la puñetera cámara de una vez de un lado a otro y dejadnos ver a la criatura de una condenada vez, era lo que seguramente estaríamos pensando todos- Aparte de eso, el duende no habla, límitandose a una mera sucesión de gruñidos incoherentes y trillados, pufff. La secuencia final, con la obsesión del duende por el oro es el único destello que enlaza ha este duende con el ¨ anterior¨.

Tercer golpe. La trama. Tópica hasta decir basta. Un grupito de chicas y chicos, guapos de sonrisas profident y hormonalmente alterados, viajan a la vieja Irlanda, y durante su feliz recorrido dan con un pequeño pueblecito rural, donde ocurren sucesos extraños, relacionados según los aldeanos, con la mítica figura del duende. Estos les ofrecen entonces una cabaña en el borde del bosque para pasar unos dias, donde descubrirán, primero que un duende, o lo que sea, existe y no es muy amigable que digamos, y que los amables aldeanos son unos ¨ fuckers¨ de cuidado que lo único que pretenden es ofrecerlos al Leprechaun como un sacrificio, supongo que para aplacar la sed de sangre del malévolo ser. Ok, pues digamos que la trama se desarrolla como cualquier slasher de medio pelo, en la que espichan todos uno tras otro, menos una, que finalmente acaba con el duende de un simple hachazo. Ya está. Lo único destacable es la recta final de la peli, donde los chicos atados a unos arboles son atacados por el duende, esa escena me pareció buena, desagradable y tensa. Y que bueno, la persecución final entre el duende y la chica tampoco está mal, digamos que en conjunto la cinta al final logra entretener, aunque sea a medias.

Ni reboot, ni Remake, ni nada. No se vislumbra rastro alguno del personaje de culto encarnado con tanto acierto por Davis, de Hornswoggle no se pude decir nada bueno ni malo, es como si no hubiera estado en esta película, de las actuaciones, las chicas están mas convincentes, y los tíos gritan demasiado, termina por quedar algo raro, la fotografía es muy buena, la dirección un desastre y pésimamente enfocada, los niveles de sangre y gore no llegan a satisfacer, a la peli le cuesta arrancar.

Pero aunque me ha decepcionado, como mero entretenimiento de terror puede tener un pase, su mitad final hace subir enteros al film, y el echo de no usar efectos digitales le da un cierto toque de cinta de terror ochentera de serie B, y su duración hace que sea de fácil visionado, sin pretensiones ni aportando nada al género, pero puede pasar, aunque si pretendían revivir la franquicia con algo de calidad e interés la han ¨cagado¨ de pleno, porque si no llega ha ser por el título ni nos habríamos enterado de que esto tenía algo que ver que ver con la saga ¨ Leprechaun¨.


Gracias.

- Como detalle, el trasfondo del oro toma en esta ocasión un cariz más realista, pues son reservas mineras encontradas en la cueva donde vive la criatura.

- Si bien la idea de que todo un pueblo o grupo de personas se revelen como cómplices del enemigo por uno u otro motivo y traicionen a los personajes no es nueva, es interesante verla con el leprechaun de fondo. Más cuando se añade también el dilema moral de uno de esos implicados, que se cuestiona la moralidad de los actos en los que están participando él y su padre.