Death of a Vlogger

Película de muy bajo presupuesto que es la ópera prima de su director, el cual también la escribe y protagoniza la propuesta, junto a otros nombres como Annabel Logan, o Paddy Kondracki.

Un vlogger ambicioso experimenta el lado oscuro de internet cuando su último video se vuelve viral.(FilmAffinity)

La película tiene un evidente escasísimo presupuesto, utilizando el formato de falso documental de forma bastante sabia para suplir, en parte, sus carencias económicas. El aire amateur de la producción está presente en todos los aspectos, desde unas interpretaciones que consiguen cumplir sin salir de la mediocridad, hasta la utilización, a la hora de solventar las escenas de terror, de videos estáticos en muchas ocasiones, a lo que se suman trucos muy vistos hechos de forma casera, que sorprendentemente funcionan más de lo previsto.

Death of a Vlogger es una propuesta muy pequeña hecha con mucho cariño y pocos recursos, que entretiene al espectador sin mostrar nada nuevo, además de centrarse en un tema tan candente actualmente como son las redes sociales.

Nota personal 5/10

Es una comedia, una parodia de terror, de ahí no pasa, y cuando no sale de ese lugar es cuado mejor está.
Lo peor: algo que se ha vuelto un lugar común de la ficción, hacer un catálogo de todo lo malo que tiene las redes sociales, ya es casi un cliché.
Encima todos lo hacen con una solemnidad como si estuvieran contando algo que no sabemos.
Lo mejor: el humor, que todo el tiempo está desmintiendo lo que cuenta y parodiando los falsos documentales y la gente que se cree cualquier cosa que ve e Internet.
Alice, si bien es un cliché, resulta el personaje más interesante de la película. Tampoco es que había muchos como para elegir.

Entiendo el mensaje de la película, el cierto interés de engañar al espectador, tanto al ficticio que existe dentro de la película como al real, que somos nosotros. Pero el hecho de hacerlo con el formato tan básico de, ahora voy por aquí, ah no que no, o sí, o no y así sucesivamente, por lo tanto, se vuelve pesado.

Obviamente esto lo que puede provocar es la sensación de tratar como tonto al público, tanto el ficticio (tal y como se ve en la película) como al real. Puede ser su pretensión, pero al ser tan exagerado, creo que roza la línea de lo que uno puede soportar como mero espectador.

La idea del film no está nada mal pero su planteamiento es lo que acaba fallando en general. El simple hecho de ser un largometraje que juega a ser una montaña rusa que marea demasiado y no se disfruta del viaje, es el principal problema que tiene y más teniendo en cuenta que todo acaba como no debería de acabar.