Guardianes de altamar

El perfil de los héroes del cine de acción está muy marcado. Tipos duros sin carga familiar y bastante amargados (que imagino que para que sea creíble una cosa ha de estar acompañada por la otra).
Kevin vuelve a interpretar al mismo personaje que ya hiciera en "El guardaespaldas", "Dragonfly" o en "Waterworld" por poner algunos ejemplos. Sin necesidad de prestar mucha atención, se puede observar que es exactamente el mismo personaje, lo único que cambian son las matices que aportan las distintas tramas.

La historia va de un Subteniente de la Guardia Costera que tras un desafortunado día de trabajo se va a impartir clases en lugar de tirarse a la bebida... más o menos, esto fue lo que se le ocurrió al guionista así en sucio. Pero bien es cierto, que si partimos de la base de que aun sabiendo lo que se ofrece, aun así decidimos verla, la película cumple de sobras con las expectativas.

La historia está dividida en tres partes; Antes de la academia - en la academia - tras la academia. Al dividir las dos horas largas de duración entre tres, hace un efecto muy llevadero y entretenido ya que cambiamos de aire varias veces; discrepo con otras opiniones aquí vertidas: para nada se hace larga.

Si te agrada el cine de acción, estoy convencido de que "The Guardian" te gustará. Si no te atrae, no insistas más con los Costner, los Willis y los Stallone... masoquilla.

Kevin Costner, era un actor muy interesante que tropezó haciendo una película llamada "El guardaespaldas", record de ventas de una banda sonora y que resultaba ser un videoclip de hora y media. Después de eso llegó el desastre con varias películas que no eran tan malas como nos quisieron vender, aunque no dieron la talla de lo que podrían haber sido (Waterwold o Mensajero del futuro).

Creí que Kevin se perdería para siempre y se convertiría en un olvidado, en una estrella caída, pero ¡ay de mí!. He visto 4 películas seguidas de él (una es antigua pero me la perdí en su diía y he decidido recuperarla) que el tiempo pondrá en su sitio dentro de muchos años. Una es "La guerra" junto a Elijah Wood y que me emocionó por su hiperrealismo. Las otras son "Open Range", "Mr. Brooks" y esta "The Guardian" que aquí nos ocupa.

Tendrán que pasar muchos años para que se le valore como actor, tal vez después de su muerte, pero algunas de las películas que he citado aquí serán recordadas como películas importantes, de esas que al principio se ven sin pena ni gloria y luego terminan siendo referentes en sus géneros. (Recordemos que "Blade Runner" tuvo una acogida fría en su estreno, pero es que la gente no estaba preparada para ver aquello).

A veces una película es madura pero el público no y necesita que pase el tiempo para verla en plenitud. Otras el público es maduro pero lo que ve no lo es.

Una película que es magnifica, maravillosa y extraordinaria.

La película tiene un argumento y una historia bien llevados, y ya desde principio nos presenta unas escenas de lo que puede ser la película y de lo alto que quiere apuntar. Continua con un desarrollo al más estilo americano, basando casi todo en la enseñanza y en la fuerza de la persona, aparte de las típicas situaciones cómicas y machistas que suele haber en este tipo de películas, ya que en si solo, la profesión que trata esta casi vetado para las mujeres. Para acabar, monta un final a lo hollywoodiense, lleno de acción, suspense y drama hasta la ultima gota de agua.

Hay que destacar el trabajo de Andrew Davis, ya que ha dirigido la película con bastante acierto, y aunque se lo ha montado al estilo academia, para mi lo ha hecho muy bien, ya que la historia en sí lo pedía y era lo más adecuado, ya que si hubiera intentando hacer otro cine con esta historia, puede ser que le hubiera fastidiado.

Por ultimo destacar a un fondón y desgastado Kevin Costner, pero como actor, se nota que lleva mucho recorrido y eso se nota cada vez que abre la boca, porque hace su papel con tanta naturalidad, que parece que no fuera actor, sino un verdadero rescatador, un autentico maestro, y es que la profesión la lleva dentro y eso se nota bastante.

A mí, “The Guardian” AKA otra de las películas que entra de lleno en el no inaugurado género de americanada, me recuerda a un supuesto test para desenmascarar a psicópatas. Ese en el que se planteaba un supuesto de una mujer que mientras asistía al funeral de su madre vio a un hombre que no conocía de nada, pero se enamoró de él en ese mismo instante pensando que era el amor de su vida.

La mujer, unos días después, mató a su hermana… como yo aniquilé con una mirada homicida a la persona que me transmitió esta hipotética historia firmada por un lumbreras americano con el título de psicología (posiblemente regalado junto a su licencia de armas).

Y si alguno se ha preguntando el porqué una mujer que no hace honor a su condición (mira que no pedir el teléfono ni decirle a su hermana si le conocía o le facilitase gentilmente alguna información antes de asesinarla) puede que las siguientes líneas le hagan ver su naturaleza oculta: la mujer mató a su hermana esperando volver a ver al hombre sus sueños en su funeral. Algo completamente absurdo ya que estaría en chirona limpiando la silla eléctrica donde sería ejecutada.

En EEUU debe haber muchos locos de remate, psicópatas adictos al cine coreano o gente que boicotea sus propios barcos esperando un rescate. Lo digo ya que más de una (o uno) se ahogaría en alta mar gracias a un sabotaje inducido por el irrefrenable deseo de que apareciese el madurito de Kevin Costner y el pesado guaperas (con fecha de caducidad) de Ashton Kutcher. Ambos embutidos en sus trajes de butaneros y dejándose caer con las piernas cerradas y culo en pompa (claro síntoma de bisexualidad) para que diese comienzo una esplendorosa y peligrosa nueva amistad.

El número de accidentes marítimos en EEUU, según desprende el argumento de “The Guardian”, debe ser equiparable al número de accidentes de tráfico del resto del mundo: todo barco que zarpa acaba como el Titanic y siempre hay tormentas o mareas asesinas.
Entiendo también que ninguna compañía de seguros se haría cargo de la seguridad de cualquier embarcación americana con semejante locura de situación.
Otros, más listos, no saldrían de casa y dejarían la puerta abierta fingiendo un calambre en un jacuzzi para que su vecino Sbaraglia acudiese al rescate…

Ni que decir tiene que “The Guardian” es otra más. Otra cinta previsible hasta la médula que parece un alargado e interminable episodio (su metraje de más de dos horas pasan factura) de “Los vigilantes de la playa” pero sin unas agradecidas y sugerentes siluetas femeninas y con demasiada formación académica con nominaciones y expulsiones.
La dedicatoria final la coloca directamente en la otra onda post 11-S, la comercial y escasamente inteligente, del homenaje a las fuerzas y servicios de salvamento.

De algunos años para acá estamos asistiendo al decaimiento de los trabajos del señor Costner. En cada film que interpreta, el hombre le pone ganas, pero los resultados no son los esperados.

The Guardian nos presenta una historia muy atractiva, de esas que enganchan al espectador antes de entrar en la sala del cine, por la publicidad, comentarios y trailers. Además la concurrencia femenina...siempre lo agradece, aunque no estemos ante el joven de Bailando con lobos.


Kevin Costner en un papel a su medida y para su lucimiento personal, interpreta a " la gloria " al " ídolo " entre los encargados de salvamento marino. Como alumno llega un gran nadador con el ego por las nubes y con ganas de superar a las viejas glorias, papel interpretado por el nuevo marido de Demi Moore, Ashton Kutcher.
A través de la cinta disfrutaremos porque entretiene bastante, con momentos románticos...que los hay.
Escenas muy trabajadas en el concepto de la acción.
Unos exteriores muy atractivos visualmente y que aumentan la calidad del film.
Una excelente fotografía muy a tener en cuenta.
El argumento sigue una línea muy coherente, tratando la historia de forma creíble, aunque con sus típicas exageraciones y ñoñerías.
El final está muy bien tratado, quizás algo predecible y poco original, pero finalmente otorgándole a cada personaje su lugar correspondiente en el film y quedando todos contentos.
Bueno, todos no...la parte femenina de la sala prefería otro final.

¡ Cosas de las hormonas !