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Conociendo a Julia

Drama. Comedia. Romance Londres, 1938. La bella y seductora Julia Lambert se encuentra en su apogeo físico y profesional. Sin embargo, tanto su brillante carrera teatral como su matrimonio con el atractivo empresario Michael Gosselyn empiezan a aburrirla y echa de menos la novedad, la emoción. Precisamente entonces entra en escena Tom Fennell, un apasionado admirador que resulta irresistible para la actriz. Julia piensa que quizá un romance pueda servirle para ... [+]
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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
4 de marzo de 2008
27 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película no apta para público esencialmente palomitero, "Conociendo a Julia" es una elegante comedia dramática que rescata la esencia del cine para adultos (en el buen sentido de la palabra), retratando el mundillo teatral londinense de los años 40 con una buena dosis de mala leche. Julia Lambert es una bella y madura actriz en crisis, que inicia una relación con un jovenzuelo arribista. Tras aprovecharse de ella, el muchacho en cuestión inicia otro romance con una aspirante a actriz a la que pretende introducir como co-protagonista en la obra de su antigua amante. Ante semejante desaire, Julia no tardará en desatar una inesperada venganza.

La trama, aparentemente vulgar, tiene como epicentro al maravilloso personaje de Julia (deslumbrante Bening, a la que hay que oír en V.O.), la perfecta encarnación de la actriz genial y egocéntrica cuya identidad real está tan sepultada por el peso de todas sus identidades ficticias que plantea cada momento de su vida como una escena teatral, apropiándose de frases de sus propias obras para resolver conflictos amorosos y familiares. Los satélites que orbitan alrededor del planeta Julia -su marido, su amante, su hijo, su mejor amigo - no son más que pálidos trasuntos de la realidad que se contraponen con la brillantez, la belleza y la complejidad del mundo de sueños al que ella pertenece. Esa misma debilidad de los personajes "reales" es lo que provoca que algunas partes de la película se queden blandas y sin interés. Sin embargo, a pesar de ciertos altibajos en la trama, lo cierto es que la fuerza centrípeta del personaje principal arrastra al espectador hasta un final brillante, en el que no queda otra opción que levantarse y aplaudir.
Neathara
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16 de diciembre de 2008
19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada vez que veo esta película doy gracias por la existencia del dvd: me permite retener, repetir, dejar en cámara lenta, saborear cada mohín, cada susurro, cada lágrima, amago de sonrisa y variadas carcajadas de una actriz que, siempre formidable, no había tenido ocasión de componer un personaje parecido. Más aún: componer como si de una sinfonía se tratara, muchas melodías de tiempos idos, porque aquí se trata de recrear una diva de los años treinta, un tipo de star que ya no existe y que dudo que la propia Annette Bening haya conocido personalmente.
Esta diva divertida y compleja fue un estigma para el buen teatro porque todo giraba en torno a la primera actriz de un modo caprichoso, en contra de los contenidos previstos por los poetas dramáticos. Pero, eso sí, a menudo el destrozo que hacía de las obras lo interpretaba con tal talento que convertía en éxito un auténtico tostón.
Esta Julia fue descrita por William Somerset Maugham (1874-1965) en el mismo año 1937 en que transcurre la acción, en una novela breve titulada “Teatro”, el teatro que él conocía como autor de enorme éxito, muchas veces víctima de divas como ésta o agradecido servidor, suplicante para lograr que una actriz de este tenor protagonizara una obra suya. Por eso el retrato está lleno de simpatía, y el propio WSM se reserva el papel de un gran amigo de la divina que no puede ser su amante … porque “soy del otro bando”, ante lo que Julia reacciona con una de sus espléndidas carcajadas, besándola y abrazándole fraternalmente. Con los años SM dejó el teatro y pasó a convertirse en un novelista también de mucho éxito.

Annette Bening da lo mejor de sí para entrar y salir de esa clase de actuación ya perimida, reconvirtiendo aquel talento en uno nuevo, uno poderosamente seductor que le permite hacer lo mismo que su personaje: pasar de la humillación al triunfo, de la pérdida de afectos a la reconquista de los más profundos para, finalmente, reconciliarse con lo más sereno y sabio de sí misma.

En este homenaje al teatro, SM no se priva de fustigar sus zonas más vulnerables de cinismo y oscuros intereses, pero al mismo tiempo recupera el hechizo de este arte mayúsculo, cosa que el director húngaro Istvan Szabó ya había logrado con éxito trece años antes, “Cita con Venus”, donde una espléndida Glen Close encarnaba a una diva de la ópera. Pero mientras aquélla giraba sobre el teatro cantado y tenía ambiciones de reconciliación social europea, “Conociendo a Julia” juega el delicioso juego de la comedia de enredos amorosos a la manera de entonces con la disciplina de hoy, disciplina rigurosa de todo el equipo de producción encabezado por un reparto de primera.
Junto al extraordinario despliegue de facultades de Annette Bening, humildes actorazos componen sus partes, por pequeñas que sean, como Jeremy Irons y Michael Gambon.Todo felizmente musicado por Michael Danna, el canadiense que suele envolvernos en la misteriosa fascinación de las películas de Atom Egoyan.
horacio
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26 de febrero de 2007
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, lo más lógico tras terminar de ver "Conociendo a Julia" sería que servidor hubiese blasfemado y se hubiese cagado repetidas veces en el film de marras, porque si tomarse la venganza como algo público ya es una actuación nefasta... vengarse por algo que tú mismo practicas ¡ya ni te cuento!
En cambio, el tono irónico que imprime Szabó a su obra, me hace verla con ojos distintos, puesto que le da un aire verdaderamente idoneo, tanto a ese final como a determinados tramos en que toman más importancia las decisiones y actos de los protagonistas, que el simple entramado en sí, siendo este un buen contrapeso para dar riqueza argumental a la propuesta.

Otra de las grandes cualidades que ostenta, es el trabajo de unos intérpretes muy en su lugar, destacando a la desatada Annette Bening que, en un vendeval interpretativo, logra unos resultados más que meritorios, y estando acompañada por Jeremy Irons cuyo personaje, además de poseer cierta vis cómica que bien le viene, otorga un puñado de buenos instantes.
Todo ello es completado con la compañía del disparatado papel de Catherine Charlton y el sabohacer de Shaun Evans, amen de otros secundarios que también dan interesantes réplicas.

La unión de esos factores a una ambientación de lujo y determinados componentes cuidados al detalle, hacen de "Being Julia" una obra de lo más sugestiva y complaciente para pasar algo menos de dos horas ante una historia que en ningún momento decae y que constantemente sabe reinventarse sin caer en la monotonía o el esperpento más asequible.
Grandine
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27 de febrero de 2008
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
siendo actriz todavía no sé como te sorprendes".

Interesante película del director húngaro István Szabó basada en la novela de W. Somerset Maugham y que nos acerca a la tumultuosa vida sentimental de una actriz de teatro inglesa en el Londres de los años anteriores a la Gran Guerra. La película es perfecta para el lucimiento de Annette Bening, su protagonista, la cual recibió premios individuales por ello. Le permite expresarse en todos los rasgos de su personalidad de una forma casi total consiguiendo desarrollar el personaje desde la primera escena hasta la última. La verdad es que está realmente bien.

A destacar también el gran acompañamiento masculino. Hacen su presencia dos actores veteranos y tremendamente serios en todos sus trabajos como son el gran Jeremy Irons y Bruce Greenwood, además de un jovencísimo Shaun Evans que no desentona entre tanta figura y eso ya es un mérito. Los decorados interiores son magníficos y muy utilizados durante toda la película que también es acompañada por una muy buena banda sonora.

Lo peor quizás sea ese halo de autodestrucción que impregna todo el personaje de Julia Lambert aunque el final, espléndido por otra parte, consigue quitarte ese regusto de pesimismo que transmite Julia durante toda la película. En fín, como he dicho antes, interesante film con buenos detalles, alguna que otra gran reflexión y con una virtud: el final es tremendamente superior al resto de la película con lo que están aseguradas las buenas sensaciones cuando se levante del sofá.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alfie
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10 de marzo de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film realizado por el húngaro István Szabó. Escribe el guión Ronald Hawwood ("El pianista", 2002), que se basa en la novela "Theatre" (1937), del británico W. Somerset Maugham. Se rueda en Hungría y Londres, con un presupuesto de 18 M dólares. Nominado a un Oscar, gana un Globo de oro (actriz, Bening). Producido por Robert Lantos ("Promesas del este", 2007), se proyecta por primera vez en público el 3-IX-2004 (Telluride Film Festival, EEUU).

La acción tiene lugar en Londres a finales de 1938, meses antes del comienzo de la IIGM. La afamada actriz de teatro Julia Lambert (Bening), de 45 años, en plena madurez artística y personal, casada con el empresario teatral Michael Gosselyn (Irons), se siente cansada y abatida como consecuencia de la crisis de la media edad. Afronta la situación buscando nuevas emociones.

El film suma los géneros de comedia y drama. Plantea un tema principal de reflexión, referido a la necesidad de saber envejecer y a la conveniencia de aprovechar las muchas oportunidades de vivir que se tienen cuando uno ha alcanzado la madurez. La vida no termina a los 45 años. Otra propuesta de reflexión se refiere a la posible consideración de la vida como una representación teatral (suma de actuaciones), en la que cada uno elige el papel que quiere representar y el modo de hacerlo. Muestra al efecto la interacción y el paralelismo de los diversos papeles que Julia interpreta en la escena y en la vida.

El film construye un retrato interesante del mundo del teatro en Londres y, por extensión, en las grandes ciudades de Europa y EEUU, en los años 30. El teatro tenía una preminencia social y artística de gran relevancia. La lucha entre las estrellas que habían alcanzado la madurez y los nuevos valores que deseaban prosperar dio lugar a numerosas historias, objeto de atención en films anteriores, como "Eva al desnudo", "Las zapatillas rojas" y otros. La obra está punteada de humor e ironía.

La cinta incorpora una ambientación de lujo, que presta atención al detalle y cuida su concepción y diseño. El vestuario se presenta tratado con esmero y sentido de la elegancia. La interpretación de Bening, pensada para el Oscar, es acertada. Le dan réplica adecuada dos actores veteranos: Irons y Greenwood, acompañados del joven Shaun Evans en el papel de Tom Fennell. El film mantiene el interés a lo largo del metraje y lo eleva hacia el final mediante un quiebro sorprendente.

La música, de Mychael Danna ("Pequeña Miss Sunshine", 2006), aporta una partitura vistosa y colorista y una orquestación ajustada, que evocan las melodías de moda en el Londres del momento. Añade 13 canciones de autores diversos. Destacan "Smoke Gets In Your Eyes", "She I's My Lovely" y otras. La fotografía, de Lajos Koltai, colaborador habitual del realizador, ofrece un diligente trabajo de cámara y crea composiciones de notable belleza plástica. Meritoria y agradable comedia dramática.
Miquel
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