Asesinato en la secundaria

Assassination produce una efectiva más que sabia mezcla entre cine negro y comedia estudiantil. El experimento no es nuevo pero en este caso los resultados son notoriamente mejores. En principio porque el hilo que divide las aguas no es tan visible como parece, si bien que el tono general de la obra siempre está sonando del lado de la comedia de secundaria. Ácida e irónica, la trama va derivando en una investigación que se cierra con gracia de policial negro, con personajes variopintos explotados ambiguamente: por un lado tenemos la clásica división de castas estudiantiles y por otro cada carácter se conforma de acuerdo a las leyes del género noir, generando una suerte de parodia, por momentos solapada y por momentos explícita en donde la vuelta de tuerca argumental está a la orden del día.
Si me dieran a elegir, me quedo con los tonos de comedia de institutos juveniles, son los más dentro de una ambientación estéticamente adolescente, a diferencia de los grises y la oscuridad propia del film noir. En ese aspecto, la gracia y frescura de los personajes contrasta con ese sabor siempre amargo que deja el otro género luego de un visionado.

Vale destacar también la sensualidad gamberra que se maneja: curioso que para ser una peli con femme fatale incluída lo que destaque principalmente sea un homoerotismo muy marcado con la exaltación del cuerpo masculino de por medio.

¡Qué pena! Podía haber subido un escalón más. Tiene momentos muy buenos, casi todos en su parte de comedia adolescente por desgracia, pero la falta de ritmo en algunos momentos de la película es casi insoportable. Parece como si no condujese a nada. En lugar de proporcionar atmósfera al suspense únicamente aburre y aumenta la sensación de inconsistencia.
Las interpretaciones de los protagonistas son correctas, aunque se echa en falta un poco más de emoción en la cara de Bobby Funke en algunas escenas.
En resumen, cine negro adolescente, con todo lo que eso significa.

Inútil y hasta pretencioso intento de trascender la típica comedia estudiantil americana con la inclusión de una intriga seudopolicíaca torpe, hueca y aburrida en el interior del típico colegio de secundaria yanqui. Además, ni tan siquiera ofrece mucha cancha a los personajes secundarios, mucho más interesantes que el niñato protagonista con aspiraciones periodísticas; me refiero especialmente al curioso director del centro, un veterano de guerra interpretado por el siempre bienvenido Bruce Willis, que en esta ocasión poco pudo hacer por desarrollar su en pantalla monolítico personaje.

Tras presentarnos las particularidades y personalidad de Bobby Funke (Reece Thompson), un tímido estudiante con ansias de escribir un buen reportaje en el periódico del instituto, a varios de los estudiantes del mismo y al director Kirkpatrick (Bruce Willis), un tipo excéntrico y amenazador que trata a los estudiantes como si fueran talibanes (una especie de “director Skinner” pasado de rosca) de esos con los que no pierde la ocasión para mencionarlos, así como su estancia en la guerra de Irak, la acción arranca cuando desaparecen de la caja del director unos exámenes y este comienza una investigación para saber quién está detrás del hecho, al mismo tiempo que lo hace Funke con la intención de dar salida a sus ansias reporteriles y de paso satisfacer a la guapa del instituto, Francesca Fachini (Mischa Barton), una linda muchacha que le hace tilín, novia de Paul Moore (Patrick Taylor), el atleta más admirado y corto de entendederas del instituto, y que le ha pedido su ayuda de forma prometedoramente sensual en los lavabos de caballeros para averiguar quién es el ladrón, ya que entre los exámenes desaparecidos estaba el suyo, del cual estaba segura que le había salido de nota.
A partir de aquí tenemos una pasable mezcla de cine negro y comedía estudiantil pretendidamente naif y molona que si bien tiene algún que otro toque más o menos divertido (el personaje de Bruce Willis, el sacerdote profesor de español, las escenas en las que vemos a Funke con la profesora de la autoescuela y poco mas), a mi juicio no pasa de ser un producto que intenta conjugar la atmosfera de “Academia Rushmore 1998” con una trama de cine negro, cosa que me parece perfecta pero que se queda en eso, buenas intenciones y resultado tan solo pasable para el espectador de a pie medianamente curtido (cosa a la que indudablemente ayudan un divertido Bruce Willis, la guapísima Melonie Diaz y Mischa Barton de femme fatale teen), aunque por otra parte y como sagazmente deduzco ante la buena nota que ostenta quizá estemos ante otra de esas obras de arte que tan solo mi estulticia, falta de agudeza y nula capacidad crítica me ha permitido reconocer como tal (buena acogida en Sundance 2009 y lanzada directamente a DVD).

Pero se puede contar con más o menos gracia, con mejor o peor ritmo y esta película sale airosa en esos aspectos. Puede parecer un encargo de "haz un película de instituto con profesores estúpidos, preuniversitarios salidos y salidas, deporte jugado por hombres, animadoras, sexo, un poco más de sexo pero hablado, mansiones (es sabido que todos los USAianos viven en mansiones), sexo, algo de adicciones, expresiones absurdas, un poco más de sexo y lo que se te ocurra".
O, puede, que como hizo Cervantes con el Quijote intente burlarse de esas películas llevando a extremos las situaciones para que parezca la más ridícula de las películas sobre estudiantes de ese país. Algunos y algunas alardeando de sus buenas notas de instituto cuan deben ser unos repetidores reincidentes porque a la edad que tienen cuando se hizo la película debieran tener terminada una carrera universitaria.
En cualquier caso recomendable para ponerla en TV con cortes por anuncios cada 15 minutos.