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Gloriosos camaradas

Western. Romance El capitán Harold se incorpora al tercer regimiento de Caballería, en Fort Doniphan. El general McCabe, comandante del fuerte, pretende aniquilar a los indios sioux, a pesar de que las órdenes del gobernador son obligarlos a permanecer en las reservas. Pero este ambicioso general está dispuesto a sacrificar a sus hombres con tal de obtener una victoria que lo catapulte a la gloria. Sam Peckinpah empezó el rodaje, pero fue sustituido por Arnold Laven. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
1 de diciembre de 2009
24 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es porque sea Sam Peckinpah el guionista de esta película pero es lo que más destaca junto a un James Caan en su faceta cómica que fue nominado al globo de oro, una vez dijo Hawks sobre el: “Es un maldito buen actor”.

Se basa en un escuadrón lleno de inexpertos, donde un capitán tiene que sacar el mayor partido antes de la batalla contra los indios, también hay lugar para las juergas y el amor que se debaten entre el capitán y el explorador.
La película guarda un ritmo interesante, con un toque cómico bien servido, a todo esto se une la agradable música de Riz Ortolani, y la llamativa fotografía de James Wong Howe.

A mi me ha parecido un western más que interesante, dirigido por un modesto Arnold Laven, que ha demostrado su saber hacer.
Dusty Rivers
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25 de abril de 2012
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film producido en 1965 y dirigido con brillantez por Arnold Laven, con guión de Sam Peckinpah, es ideal para todo aficionado al Western, pues está bien rodado, las interpretaciones de todos son correctas, teniendo esa sensación de realidad que hace que el espectador pase un buen rato y se interese por el film.
Hay secuencias, especialmente de acción muy bien rodadas, con gran despliegue de caballos, de extras y medios, situándolo todo en un paisaje típico del Western, con una excelente fotografía en cinemascope que da un estupendo realce al film, rodado integramente en exteriores con un acertado manejo de la cámara en encuadres y desplazamientos.
Una historia del ejército estadounidense y de su lucha con los indios, dentro de un marco de amores y de codicia del éxito militar a cualquier precio.
Jose Antonio ZG
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6 de octubre de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reivindicable western escrito y co-dirigido por Sam Peckinpah en el que un grupo de torpes reclutas comandados por un aguerrido capitán de caballería deberá hacer frente a las tribus indias que se niegan a permanecer en sus reservas. Al tiempo dicho oficial se disputará el amor de una mujer con su jefe de exploradores.

Se trata de una historia que mezcla el drama y el romance con algunos toques cómicos mordaces y cargados de ironía, aunque su desarrollo no acaba de conmover quizá por la falta de intensidad de la trama que se queda en la superficie sin explorar más a fondo las posibilidades de su interesante argumento. No obstante la película se deja ver y mantiene el interés.

Aunque no pase a la historia como una obra maestra del género sí que estamos ante un film digno en el que Peckinpah comienza a perfilar las características propias de su cine. El argumento es muy similar al que desarrollaría en Major Dundee que rodaría también por esas fechas. En el reparto encontramos a algunos actores habituales en la filmografía del director como son Slim Pickens o la guapísima Senta Berger y la presencia de un jovencísimo James Caan en un divertido papel.
Harold Angel
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1 de febrero de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tiene dos vertientes:
de un lado, la intriga sentimental entre el militar y el explorador, que se disputan el amor de una Senta Berger (guapísima esa mujer!) indecisa. Esta parte romántica no tiene demasiado interés y parece un pegote.
De otro lado, el relato bélico, dividido en dos partes bien diferenciadas: en la primera hora un retrato de la vida jovial utilizando todos los tópicos relativos a la vida militar: los soldados pendencieros, bebedores y puteros, el militar altivo y sin escrúpulos que pretende obtener la gloria a costa de los hombres que tiene a su cargo, los militares burócratas y cabeza cuadradas, los castigos del reglamento militar y la picaresca para evitarlos...
Y la segunda parte del relato bélico, y sin duda lo mejor de esta película: la última media hora, el combate entre soldados de caballería y sioux, con escenas de batalla de gran panorámica y también con combates cuerpo a cuerpo... Esta parte es entretenida y brillante, lo que mejor aguanta de la película.
Y como telón de fondo el año: 1965, en plena guerra del Vietnam. Es curioso como la historia de Custer y la batalla de Little Big Horn ha sido utilizada por el cine y la cultura norteamericana para atacar y poner en cuestión el militarismo de los Estados Unidos, la locura qued acaba siendo suicida de un cobarde que no duda en sacrificar friamente a sus hombres para lograr victoria y medallas. Aunque, en esta película, esa derrota de la caballería sea, precisamente, la venganza paradójica. Los indios se han librado honorablemente y los blancos han sufrido una derrota en la cabeza de un irresponsable. Todos contentos.
ffwinter
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20 de octubre de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el andén de una estación de ferrocarril aguarda un puñado de reclutas embarcar en el tren. Como reconoce el veterano sargento James Gregory (Pickens), se trata de "Golfos, zafios, chamarileros y tarados".
Hemos visto muchas veces ya a este tipo de "voluntarios", que van desde el truhan y pendenciero irlandés, Anthony Dugan (Caan) al infeliz Martin Hale (Anderson) que no es capaz de explicar su presencia en semejante ambiente.
En pocos días el sargento, que tantas veces hemos visto en el pescante de las diligencias de Ford, debe convertirlos en auténticos soldados. Lo logrará, mostrando de paso los entresijos de la vida castrense en el interior del Fuerte Doniphan, al que por cierto le faltan las paredes.
Al frente de la compañía el aguerrido capitán Demas Harrod (Tryon), abiertamente enemistado con el general en jefe del cuartel, Frederick McCabe (Duggan), quien, no obstante reconoce sus virtudes militares, "Difícil vivir contigo, imposible vivir sin ti". Tampoco tiene las simpatías de su esposa que lo considera "amargado y vengativo".
Al fondo la lucha contra los indios sioux que, como no, quiere aprovechar McCabe para cubrirse de gloria y de paso ascender en su carrera militar aunque sea a costa del sacrificio de sus hombres. Recuerda mucho este 3º Regimiento de Caballería al 7º que mandara Custer en Little Big Horn ante los mismos adversarios.
En el plano sentimental encontraremos también la lucha entre Harrod y el explorador Rogers (Presnell) por la mano de una bella e indecisa viuda, Lou Woodard (Berger). La enemistad en el plano amoroso no impedirá que ambos sean conscientes de la locura de los planes de McCabe contra los indios, "En esta campaña no logro distinguir el bien del mal".
Pese a la mano de Peckinpah en el magnifico guion y en la realización, para nosotros la cinta tiene un sabor netamente fordiano. Los paisajes y la presencia de la Caballería ocupando en todo momento el centro de la trama. Solo echamos de menos al fondo los cañones y las montañas de Monument Valley. Los movimientos de las columnas de soldados cabalgando, rítmicos, ordenados, lo mismo en los planos cortos que en las vistas panorámicas parecen calcados del tuerto irlandés.
Personajes ya vistos muchas veces, pero bien desarrollados, con personalidades rotundas, coherentes siempre.
Impecable la ambientación, vestuario, decorados. Igual que la fotografía y la música. Gran cantidad de extras que se mueven con orden. También destacan las interpretaciones, especialmente en el caso del reconocido Caan sobre quien recae la parte simpática y humorística de la obra. Lo peor el tupé replanchado que luce Rogers que no se despeina ni durante las peleas a puñetazos.
Los sioux al fondo apenas hacen acto de presencia hasta la batalla final. Durante la misma se mostraran buenos estratega que saben luchar y no caen a lo tonto.
Una buena película, con mucha acción y ritmo vivo. Muy recomendable pese a la superficialidad de la parte sentimental.
Lafuente Estefanía
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