Blind Spot

Mucha poesía y poca fantasía nos ofrece esta película francesa que tiene como tema la invisibilidad, algo con lo que todos alguna vez hemos soñado y lo que podría sacar de nosotros todo lo mejor o lo peor.

Tercera película de esta pareja de realizadores Patrick-Mario Bernard y Pierre Trividic, quienes también escriben el guion y componen la música. Toda una fantasía social marginal ofreciéndonos otra vuelta de tuerca sobre el hombre invisible.

Dominick Brassant tiene la capacidad desde la infancia para hacerse invisible. Todo un regalo que consigue mediante una técnica de concentración seguida de unos espasmos frente al espejo completamente desnudo. Pocos efectos especiales han sido necesarios ya que al desaparecer ante los demás, los espectadores continuamos viéndole excepto en los espejos. Pero nuestro protagonista no quiere llamar la atención y permanece en el anonimato. Vive una relación romántica con Viveka (Isabelle Carré) pero le está resultando difícil. Se lleva mejor con Etham (Golshifteh Farahan) es más fácil estar con ella porque tiene un problema... es ciega.

Totalmente alejado del tema de los superhéroes, la historia queda deslavazada y aburrida, con personajes poco empáticos que no expresan ninguna emoción. Y durante todo el film no conseguimos entender lo que piensa Dominik, solamente deambula por la ciudad dotado de ese talento sin ninguna motivación y sin entender lo que mueve a este personaje.
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La pareja formada por Patrick-Mario Bernard y Pierre Trividic nos presentan su tercer largometraje. El guion también es suyo a partir de una novela de Annie Ernaux. Del resto de su filmografía no recuerdo que se haya estrenado nada en nuestro país. La película formo parte de la Sección Acid del Festival de cine de Cannes y también se pudo ver en la Sección oficial de la última edición del Festival de cine de Sitges. Ahora la podemos disfrutar en nueva edición del Atlántida Film Festival dentro de la Sección Muros y Fronteras.

La película empieza con una escena bastante característica de los que nos vamos a encontrar durante todo el metraje, se nota que estamos sobre finales de los 70, donde los locales de música están en pleno auge. Allí vemos a un niño negro metido en un capazo, en un descuido de la madre el niño desaparece y se convierte en invisible.

Después la cinta nos lleva a la actualidad y conocemos a Dominick, aquel bebe ya es todo un hombre, trabaja como empleado en una tienda de música, pero vive completamente atormentado en silencio. Sabe que tiene esa habilidad de desaparecer y eso le crea muchos problemas. Al principio estaba bien porque de adolescente le permitía hacer muchas cosas e incluso poder expiar a las chicas en los vestuarios.

El problema es que ya tiene casi 40 años y ese don se están convirtiendo más en un problema, lo ha mantenido siempre en secreto, solo lo sabían su familia más directa. Se nota que no es feliz y que solo va de casa al trabajo y vuelta de nuevo a casa. En el trabajo es muy solitario, en casa vive en una continua oscuridad y siempre lleva unos audífonos para aislarse del mundo. Mantiene una relación con Viveka, la cual hace un esfuerzo terrible por hacer feliz a Dominick, pero no entiende muy bien lo que le está pasando. Solo paraece encontrarse bien cuando conoce a una joven vecina ciega, con ella se siente liberado.

Dominick se encuentra con un viejo amigo que tiene su mismo don y se va dando cuenta que cada día lo puede controlar menos y su vida se está convirtiendo en una verdadero problema. La pareja de directores nos intentan mostrar a un ser invisible pocas veces visto en el mundo del cine. Curiosamente eligen a un actor negro para interpretar ese papel. El mensaje que nos quiere transmitir es la composición de un relato sobre las personas más marginadas de la sociedad: es decir los inmigrantes, marginados y pobres en general.

A mí personalmente me ha parecido una película muy interesante, bastante bien dirigida y con una estructura narrativa muy buena. Los actores están bastantes solventes y se agradece que de vez en cuando nos lleguen una propuesta algo diferente a lo habitual. Muchos espectadores la tacharán de blanda y de que carece de fuerza sobrenatural, pero creo que en ningún momento se pretende eso.

Lo mejor: La idea que nos presenta
Lo peor: Que no termine de enganchar a muchos espectadores

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