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Uzbekistan Uzbekistan · Samarqand
Voto de Dargor:
10
Musical. Romance. Comedia. Drama Mia (Emma Stone), una joven aspirante a actriz que trabaja como camarera mientras acude a castings, y Sebastian (Ryan Gosling), un pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios, se enamoran, pero su gran ambición por llegar a la cima en sus carreras artísticas amenaza con separarlos. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2017
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto mucho cine a lo largo de mi vida. Mucho. He reído con el humor de Wilder, he disfrutado con cada plano que nos ha dejado Kubrick, he sufrido viendo a una niña de rojo cruzar una ciudad en blanco y negro, he llorado con el regalo que le hace Alfredo a Salvatore en Cinema Paradiso... y seguiré haciéndolo hasta el fin de mis días, con otros tantos momentos.

Desgraciadamente, el Séptimo Arte no se encuentra en su momento más álgido. Aquellos que tenemos esto como un pilar indispensable sufrimos viendo que por la gran pantalla sólo van pasando superhéroes, secuelas, y argumentos reproducidos hasta la saciedad. Hace que por momentos perdamos la esperanza y nos refugiemos en el gran trabajo que están haciendo Netflix, HBO y cía. Hasta los propios actores se han pasado a los series. Otra señal de que no hay proyectos interesantes.

Vivimos en una época en la que el pragmatismo es el dogma de la mayoría. En las no hay ideas originales. En las que las productoras no arriesgan lo más mínimo...pero luego está Damien Chazelle.

Damien Chazelle es un jodido artista, un tío que que se ha consagrado con solo 32 años. Dirige, guioniza y hace de la música (el eje principal en su filmografía) un personaje más. Pero lo más importante, TODO lo hace con una pasión y con un acierto que, si sigue en este estado de gracia, va a superar a cualquiera. Sí, a cualquiera.

Whiplash ya era toda una experiencia, pero La La Land... es de otro mundo. Creo que es la película más bonita que he visto en mi vida. He reído, he disfrutado, he sufrido, he llorado...he vuelto a enamorarme del cine. Cada plano es una obra maestra.

Han pasado unas horas desde que la he visto y no quiero hablar con nadie, estoy tan abstraído...no dejo de escuchar sus canciones. Sólo puedo imaginarme allí, siendo parte de ese gran escenario, rodeado de soñadores. Cantando, bailando, soñando.

Por que al fin y al cabo, de eso se trata la vida. De soñar.
Dargor
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