Hoy os voy a hablar del curioso caso de ‘Comanchería’, una película que se estrenó sin pena ni gloria y que logró colar cuatro nominaciones a los Oscars que tampoco despertarán vuestro interés. Espero que esta crítica entusiasta lo haga porque si no dejaréis escapar una de las películas sorpresa de principios de año que tiene todos los elementos del western de toda la vida, pero situada en la actualidad.

‘Comanchería’ es la historia de dos hermanos que tienen un plan aparentemente perfecto: robar sucursales de bancos mediante un sistema establecido (solo billetes pequeños, las mismas sucursales…) lo que pronto les convierte en los más buscados de la América de los bajos fondos. En frente tendrán a un viejo ranger a punto de jubilarse.

Así, asistimos a una sucesión de atracos, persecuciones y tiroteos impactantes en un escenario repleto de desiertos, sol, polvo y escenarios sucios (y una gran fotografía de Giles Nuttgens) porque nuestros protagonistas se van a tener que manchar las manos si quieren lograr su cometido.

Conocedores de que la historia está más o menos vista, su director David Mackenzie y su guionista Taylor Sheridan relatan la historia con un curioso sentido del humor tocando temas de pasada múltiples temas (la raza, la banca…) conjugando todos los elementos hacia una conversación final sobria, permitiendo en todo momento el lucimiento de sus tres actores principales (unos perfectos Jeff Bridges, Chris Pine y Ben Foster).

Con ecos a ‘No es país para viejos’, ‘Comanchería’ se gana un puesto entre las mejores películas de este primer trimestre del año. No la dejéis escapar.

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