Seguimos con la animación japonesa pero a ser posible con algo que no tenga que ver con los estudios Ghibli, Hayao Miyazaki o Isao Takahata. En este caso, se trata de "La chica que saltaba a través del tiempo", una obra de Mamoru Hosoda, basada en la novela homónima de Yasutaka Tsutsui, publicada en 1967. De entrada, parece atractiva porque los viajes en el tiempo siempre dan mucho juego. En este sentido, puede guardar cierto parecido con "El efecto mariposa" (2004) y "Atrapado en el tiempo" (1993) pero desde luego se queda bastante por debajo de ambas, sobre todo de la última. Al final este recurso termina siendo un elemento muy poco relevante, aunque se trate de vincular con cierta reflexión sobre el paso del tiempo. En realidad, se trata de un drama romántico adolescente más con un toque fantástico muy poco explicado, tan poco como ese futuro apocalíptico, la pintura enigmática y alguna cosa más.

Desde el punto de vista estético, "La chica que saltaba a través del tiempo" resulta decepcionante. Puede que el dibujo esté bien trabajado pero no sólo los personajes son poco muy poco atractivos sino que casi todos ellos presentan una grave deformación, entre otras: a la altura de las caderas se ensanchan, lo que les da un aspecto muy feo. Aún así, da la casualidad de que los dos chicos más guapos del instituto andan precisamente detrás de la que podría ser la chica más fea. Este triángulo "amistoso" da mucho el cante, especialmente por su voluntad expresa de masculinizar a la protagonista, Makoto. Por este y otros motivos, por ejemplo, su final demasiado abierto, lo poco inteligente de las decisiones de Makoto o lo forzado del romance, a un servidor no acaba de gustarle un mínimo suficiente.