21 de enero de 2017
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Harry (Roy Scheider) está mosqueado, ha pasado una fuerte depresión porque le mataron a la mujer cuando estaba con ella en la terraza de un restaurante. Una putada.
Una cinta de agentes secretos que declina en planes de venganza. Harry se siente perseguido, no sabe nada, se cree que todo se debe a la organización que le quiere quitar de en medio. El film tiene un ritmo muy bueno que Roy Scheider se encarga de llevar de un lado para otro con su traje blanco. Nos contagia de sus nervios y nos desorienta pero sin perdernos, con los debidos pasos para ir enterándonos del caso, los que va dando él.
Roy Scheider compone el personaje al dedillo y Janet Margolin está estupenda en un papel clave para mantener la credibilidad del argumento. La acción es la de carreras, tiros, reproches… Y los personajes que se van cruzando para acentuar el misterio hasta un final emocionante. Mejor de lo que parece.
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